Uno de los magistrados que le quita el sueño a Silvio Berlusconi es Antonio Ingroia, número dos de la Fiscalía de Palermo. El primer ministro italiano ha expresado en voz alta sus temores a que la Fiscalía de la capital siciliana le impute como presunto mafioso. Ingroia investiga si hubo un pacto entre el Estado […]
Uno de los magistrados que le quita el sueño a Silvio Berlusconi es Antonio Ingroia, número dos de la Fiscalía de Palermo. El primer ministro italiano ha expresado en voz alta sus temores a que la Fiscalía de la capital siciliana le impute como presunto mafioso.
Ingroia investiga si hubo un pacto entre el Estado y la mafia justo antes de la entrada en política de Berlusconi. Por eso ha citado a declarar a Massimo Ciancimino, hijo de un mafioso, quien ha presentado documentos que involucran a Berlusconi y a su mano derecha, Marcello DellUtri .
Ciancimino y un arrepentido, Gaspare Spatuzza, han insinuado que la mafia pretendía con sus atentados propiciar un cambio político de gran magnitud y quitar de en medio al ex primer ministro Giulio Andreotti para situar a Berlusconi como nuevo referente de la mafia. Este fiscal ya hizo condenar a DellUtri por asociación mafiosa en 2004 ahora en proceso de apelación mientras hurgaba si hubo dinero mafioso en los orígenes de la fortuna de Berlusconi. No llegó a encausarle por falta de pruebas.
El fiscal ha recibido amenazas mafiosas, pero dice ser fiel a la lección de su maestro, el famoso juez Paolo Borsellino, asesinado en 1992 por la Cosa Nostra: » Es normal tener miedo , pero más importante aún tener valor para vencerlo».
¿Qué papel juega Massimo, hijo del ex alcalde mafioso de Palermo, Vito Ciancimino, en el proceso contra Berlusconi?
Según Massimo Ciancimino, su padre fue embajador en las negociaciones [entre el Estado y la mafia a principios de los años noventa], por eso es importante escucharle.
Ciancimino hijo asegura que DellUtri, el hombre de confianza de Il Cavaliere, le robó a su padre el puesto en las negociaciones poco antes de fundar Forza Italia con Berlusconi.
Según Massimo, DellUtri toma el lugar de su padre hasta que termina el diálogo a finales de 1993. Las declaraciones de Ciancimino hijo coinciden con las del arrepentido Spatuzza, que dice que en 1994 [año de la primera victoria electoral de Berlusconi] el capo Graviano le cuenta que el acuerdo está cerrado.
Massimo ha citado una carta que el capo mafioso Provenzano envió a Berlusconi para que cediera a la Cosa Nostra una de sus televisiones, con amenazas por no haber respetado los pactos.
Ciancimino era un hombre próximo a Provenzano, tenía amistad y confianza con él.
¿Cuál es la importancia de las declaraciones de Ciancimino hijo?
Si todo fuese cierto, sería la primera vez que un testigo cercano cuenta la negociación entre Estado y mafia de inicio a fin. Pero Massimo no es un colaborador de la Justicia y sus declaraciones no se pueden tomar al pie de la letra. Deben ser verificadas minuciosamente. Es lo que estamos haciendo desde hace un año.
¿Tiene previsto imputar a DellUtri por estas acusaciones?
Por el momento, no.
DellUtri ya ha sido condenado por asociación mafiosa, pero ello no quiere decir que Berlusconi llegue a estar imputado, ¿verdad?
Cierto.
Usted mismo ha investigado a Berlusconi.
En 2002 fuimos al palacio oficial de Berlusconi para interrogarle, pero se acogió a la potestad de no responder. En ese momento se consideró que los elementos eran insuficientes para iniciar un proceso, así que fue archivado.
Berlusconi ha dicho que teme una investigación formal sobre su papel en este caso, llamando conspiradora a la fiscalía. ¿Sus temores son fundados?
Se lo debería preguntar a él.
Pero…
No puedo hablar de hipotéticas investigaciones que deberían ser secretas en la Fiscalía de Palermo. No puedo responder a su pregunta.
¿Las leyes que impulsa Berlusconi ahora, como la que anulará los juicios de más de dos años, ayudan a la Justicia?
Pienso que no. Son una amenaza a la eficiencia de la Justicia. Necesitamos una reforma seria, pero tengo la sensación de que no hay buenas intenciones detrás de los proyectos de ley actuales.
Con esta ley, ¿se podrán concluir los grandes juicios contra la mafia?
Este proyecto de ley hace que la medicina sea peor que la enfermedad. Establecer un plazo máximo, si no damos a los tribunales más medios, es condenar la Justicia al fracaso.
Los jueces la llaman «ley mataprocesos».
Es la eutanasia de la Justicia, la llevará a la bancarrota.
¿Afectará al proceso contra el primer ministro?
Veremos.
¿Cree que Berlusconi apoya esta ley de forma interesada?
No juzgo las intenciones. Miro el efecto global de la ley, y es devastador.
Otro proyecto de Berlusconi limita la posibilidad de que jueces y fiscales escuchen las llamadas telefónicas de sospechosos.
Si pasa esa ley, se dará una golpe casi mortal a las eficiencia de las investigaciones judiciales. Las escuchas sirven para investigar a las organizaciones mafiosas y los delitos cometidos en las estancias secretas del poder. Nos arriesgamos a que la ley penal en Italia sea más desigual.
Berlusconi ve la Justicia como una amenaza. Es una obsesión personal?
No creo que sea sólo un problema de este presidente. Creo que es un problema de la clase dirigente italiana, que a menudo ha tenido problemas con la Justicia y que persigue la impunidad, quiere autoabsolverse por ley.
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