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Blair será el presidente británico que gana las elecciones con el total de votos más bajo jamás registrado

Fuentes: Agencias/Rebelión

Tony Blair se convirtió en el primer ministro laborista que logra tres mandatos consecutivos, pero los resultados de las elecciones del pasado jueves lo mostraron debilitado políticamente, a causa del desgaste sufrido por su decisión de invadir Irak. Estos resultados fueron más pobres que los pronosticados durante la campaña aunque el laborismo conserva una mayoría […]

Tony Blair se convirtió en el primer ministro laborista que logra tres mandatos consecutivos, pero los resultados de las elecciones del pasado jueves lo mostraron debilitado políticamente, a causa del desgaste sufrido por su decisión de invadir Irak.

Estos resultados fueron más pobres que los pronosticados durante la campaña aunque el laborismo conserva una mayoría absoluta. Los laboristas lograron el mínimo de 324 escaños necesarios para permanecer en el gobierno, del total de 646.

Sin embargo, las proyecciones de la BBC indican que recibirían un total de 356 escaños, frente a los 412 que ganaron en 2001.

En el sistema político británico, el líder del partido que obtiene más escaños se convierte en primer ministro.

A las 11:00 hora local (10:00 GMT), Tony Blair fue a visitar a la reina Isabel II al Palacio de Buckingham, donde la monarca cumplió con la tradición de pedirle la integración de un nuevo gobierno.

Poco después, Blair regresó a su oficina del número 10 de Downing Street, donde señaló que su nuevo mandato se enfocará en una economía fuerte, salud, educación, control a la inmigación y la inseguridad.

«Escuché y aprendí. Y tengo una buena idea de lo que los británicos quieren de este gobierno en el tercer período. Y les quiero decir que, yo, nosotros, el gobierno, se enfocarán en las prioridades que la gente nos impuso», señaló.

Escaños

De los 646 escaños en el Parlamento, 628 ya fueron contados.

Los laboristas obtuvieron hasta el momento un total de 355 mientras que los conservadores alcanzan los 197.

Los liberal-demócratas alcanzan los 62 y los grupos restantes llegan a 14.

La proporción de los votos laboristas se redujo considerablemente con respecto a las elecciones pasadas.

Se calcula que el Partido Laborista consiguió el 36,2% del total de votos, el Conservador, de Michael Howard, el 33,2% y el Liberal-Demócrata, de Charles Kennedy, el 22,6%.

En este sentido, el Nuevo Laborismo de Tony Blair también marcó otro récord: haber ganado con el total de votos más bajo jamás registrado.

Los conservadores ganaron varios escaños clave – especialmente en Londres – pero su proporción de los votos no ha aumentado significativamente.

Los liberal-demócratas, que hicieron campaña en contra de la guerra en Irak, consiguieron reducir los votos laboristas y también lograron varias importantes victorias.

El tema de la guerra

Blair, que es primer ministro desde 1997, logró su escaño al triunfar sobre sus opositores en el distrito de Sedgefield, noreste de Inglaterra.

Allí, el premier señaló que parecía que el pueblo británico quería un gobierno laborista con una mayoría reducida y reconoció que la guerra de Irak había sido causante de divisiones.

«Sé que Irak es un tema que ha provocado divisiones en el país, pero espero que ahora podamos estar unidos y mirar hacia el futuro», dijo el líder laborista, que este viernes cumple 52 años.

Mientras tanto, su ministro de Economía, Gordon Brown, también fue reelecto en su distrito de Kircaldy, en Escocia.

Según algunos comentaristas, la reducción en la mayoría parlamentaria de los laboristas podría adelantar un traspaso de poder de Blair a Brown.

En todo caso, Blair se convierte -precisamente en el día de su cumpleaños 52- en el segundo premier británico que consigue tres victorias consecutivas, después de la conservadora Margaret Thatcher.

La mayoría de las personalidades británicas de primer plano fueron elegidas o reelegidas en sus circunscripciones, sin grandes dificultades, entre ellas el popular Gordon Brown, ministro de Finanzas; David Blunkett, ministro de Interior hasta diciembre de 2004, cuando debió renunciar por un escándalo sentimental; Jack Straw, ministro de Relaciones Exteriores, y Robin Cook, ex ministro de Relaciones Exteriores, opuesto a la invasión de Irak.

Aunque Blair es el primer laborista que logra tres mandatos, convirtiéndose así en el segundo primer ministro en la historia británica en lograrlo, junto a la Dama de Hierro Margaret Thatcher, el ambiente que reinaba en el cuartel general laborista la noche del jueves no era precisamente festivo.

Hacia las diez de la noche, una pareja de viejos militantes se acercó a la sede central del Labour en Birdcage Walk, a unos pasos del Parlamento de Westminster. Un responsable les abrió la verja, para explicarles: «No, no hay fiesta. Ustedes saben, los resultados no son buenos». Todas las ventanas, cubiertas de los carteles rojos y amarillos de los laboristas, estaban iluminadas, pero no se oía ruido alguno.

«Nuestra mayoría se ha reducido mucho y esto tiene que ver con la arrogancia del gobierno», se lamentó la activista Mary Foley. Blair «ha cometido un grave error, principalmente sobre Irak. Se daba aires presidenciales», argumentó Graeme Henderson, vicepresidente de un sindicato, quien sin embargo agregó que «sigue siendo mejor que su rival, Michael Howard. Tras conocerse los primeros sondeos a boca de urna, el ministro de Finanzas, Gordon Brown, prometió que el gobierno laborista iba a «escuchar» y «aprender».

El artífice de la política económica desde 1997, tema que fue el caballito de batalla de la campaña laborista y por el cual el laborismo salió victorioso según analistas, es señalado como el probable sucesor de Blair al puesto de primer ministro.

También anoche, el ministro británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw, estimó que si el Partido Laborista obtenía una ventaja 60 escaños, le bastaba para «trabajar».

El próximo gobierno podrá vivir «tranquilamente» con una mayoría reducida en la Cámara de los Comunes, coincidió Clare Short, ferviente opositora a la guerra en Irak, que dimitió de su cargo de titular de Desarrollo Internacional tras la invasión.

Pero «todo el mundo está de acuerdo en un punto: habríamos obtenido un mejor resultado con otro jefe», concluyó Short.

Incluso algunos analistas consideraron que los resultados constituyen una «inmensa victoria» para un partido que ha estado ocho años en el gobierno, durante los cuales sufrió un severo desgaste por el tema Irak.

Cuando Thatcher se convirtió en primera ministra, en 1979, su Partido Conservador sólo logró una mayoría de 43 diputados.

Precisamente, del lado conservador el ex ministro de Defensa, Michael Portillo, consideró que los resultados «convierten hoy a Tony Blair en un gran ganador, al nivel de Margaret Thatcher».

Otros analistas, sin embargo, advierten que los resultados podrían afectar el alcance de la autoridad para este tercer mandato, y esto aceleraría la llegada al poder de Brown, que a nivel extraoficial se preveía a la mitad del tercer mandato.

Histórico rival de Blair dentro del laborismo, Brown es considerado el arquitecto del sostenido crecimiento de 3.1 por ciento de la economía, y es percibido por los británicos como un hombre brillante, austero, y honesto, mientras que el actual primer ministro es visto como un hombre que mintió para justificar la invasión a Irak en marzo de 2003.

Los británicos han optado por dar al Partido Laborista un «tercer mandato histórico», pero con «una mayoría reducida», dijo Blair la madrugada de este viernes.