La alianza de derecha del presidente de Francia, Emmanuel Macron, perdió la mayoría absoluta en el Parlamento, ante el progreso del frente de izquierdas y el auge espectacular de la extrema derecha en las elecciones legislativas. No solo Macron pierde la mayoría absoluta de 289 escaños sino que el izquierdista Jean-Luc Mélenchon no logra su objetivo de ser primer ministro , mientras la ultra Marine Le Pen cosecha un resultado histórico.
En unos comicios que han registrado una abstención récord del 54% (49 millones de franceses) se verifica una situación totalmente inesperada, inédita: la derrota del partido presidencial es total y no aparece ninguna mayoría. El partido ultraderechista Agrupación Nacional, en tercera posición, es uno de los principales ganadores, al superar con creces los ocho diputados de 2017 y lograr formar grupo parlamentario propio por primera vez desde 1986.
.La bofetada, tituló el diario Libération junto a una imagen del mandatario liberal, que deberá buscar nuevos aliados en el Parlamento para poder sacar adelante su programa reformista, como el retraso de la edad de jubilación de 62 a 65 años. La primera ministra Élisabeth Borne consideró un riesgo para el país estos resultados y prometió buscar una mayoría de acción. No hay alternativa a esta unión para garantizar la estabilidad
La alianza ¡Juntos! (Ensemble) de Macron obtendría entre 230 y 245 escaños en la Asamblea (cámara baja), la Nueva Unión Popular Ecológica y Sociales (Nupes, izquierda) entre 150 y 160 y la Agrupación Nacional (extrema derecha), saltará de sus actuales ocho parlamentarios a 90. El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, calificó el resultado de golpe democrático.
La nueva legislatura puede volverse un quebradero de cabeza para el oficialismo, acostumbrado a la aplanadora. Para alcanzar la mayoría absoluta, el partido Los Republicanos (derecha) y sus aliados UDI (67 a 71 escaños) podrían volverse claves para Macron. El presidente de Los Republicanos, Christian Jacob, aseguró que se quedarán en la oposición, al descartar un pacto de gobierno.
La izquierda planteó los comicios como una tercera vuelta de la presidencial, al considerar que los franceses religieron a Macron el 24 de abril para impedir la llegada al poder de su rival ultraderechista Marine Le Pen, y no por sus ideas.
Nupes, el bloque de Mélenchon, se convertiría en la principal fuerza opositora, con entre 149 y 190 diputados, un logro que ha sido celebrado por sus miembros Aunque el mandatario pierde su mayoría absoluta, el primer frente de izquierdas en 25 años –izquierda radical, ecologistas, comunistas y socialistas– quedó lejos de su objetivo de ganar e imponer a Mélenchon como primer ministro.
Mélenchon, quien acusó al oficialismo de haber reforzado a la extrema derecha, aseguró que «todas las posibilidades» están sobre la mesa y que no tiene previsto renunciar a la ambición de dirigir el gobierno. Su discurso en la noche electoral fue triunfalista pese a quedar lejos de lo que le otorgaban los sondeos y de poder formar el gobierno que él mismo pensaba encabezar como nuevo primer ministro.
La izquierda cosechó cinco veces más votos que en las legislativas de 2017, lo cual llevó a Mélenchon, a decir “es una situación totalmente inesperada, inédita, ¡la derrota del partido presidencial es total y ni siquiera hay una mayoría!». También fueron los mejores resultados de la historia de la ultraderecha francesa en unas legislativas.
Mientras, Le Pen comentó que “Encarnaremos una oposición firme, sin connivencia, responsable, respetuosa de las instituciones”. Desde su bastión en Hénin-Beaumont (norte), donde revalidó su escaño., la líder ultraderechista también dijo que su primer objetivo como tercera fuerza política en la Asamblea será de hacer de Macron un «presidente minoritario».
El macronismo se encuentra hoy apretado entre una extrema derecha que, con una estimación de 90 escaños, puede formar su propio grupo parlamentario (32 diputados como ocurrió entre 1986 y 1988), interponer mociones de censura (56 diputados) y dirigirse al Consejo Constitucional para impugnar proyectos de ley (60 diputados); y una alianza de izquierda (145, 155 escaños previstos) entre Francia Insumisa, ecologistas, socialistas y comunistas que puede ejercer un fuerte contrapeso al poder presidencial.
En cinco años de presidencia cruzados por la crisis de los chalecos amarillos (2018-2019), las huelgas y manifestaciones contra la reforma del sistema de jubilaciones (2019) y la pandemia (2020-2021) Macron y su poco sólida República en Marcha se vieron absorbidos por una dinámica negativa que va a fragilizar el segundo mandato naciente.
En realidad, el macronismo fue devorado por su propia narrativa: hace cinco años, en 2017, dijo que “la izquierda y la derecha no existen más. Aquí está el extremo centro”. En 2022 la hiper realidad le dice: “aquí estamos para controlarte”.
Isabella Arria, Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)