La Misión de Observación de los Derechos Humanos, Caravana por el Respeto a la Vida y Dignidad del Pueblo Panameño, que partió de Chiapas, México, a Panamá, el pasado 28 de julio, recorriendo todos los países de Centroamérica donde se desarrollaron reuniones con los movimientos sociales y acciones de Solidaridad, llegó a Changuinola el pasado […]
La Misión de Observación de los Derechos Humanos, Caravana por el Respeto a la Vida y Dignidad del Pueblo Panameño, que partió de Chiapas, México, a Panamá, el pasado 28 de julio, recorriendo todos los países de Centroamérica donde se desarrollaron reuniones con los movimientos sociales y acciones de Solidaridad, llegó a Changuinola el pasado 13 de agosto. Durante 5 días los participantes de la Caravana, con el apoyo de miembros de FRENADESO Bocas del Toro y Panamá, realizaron visitas a varias fincas en Changuinola, conocieron de los lugares donde se escenificaron los trágicos sucesos y desarrollaron entrevistas a 204 personas afectadas directamente por la represión desatada por la Policía Nacional.
Algunas de estas entrevistas fueron filmadas, cada persona fue fotografiada, así como también las placas tomadas en los hospitales que dan cuentan de las heridas de perdigones. Cada entrevistado llenó una ficha con sus datos personales y un breve testimonio de su participación en los hechos y cómo se vieron afectados.
Esta información se sigue ampliando con nuevos datos y entrevistas puesto que un equipo de trabajo continúa esta labor en Bocas del Toro.
Se concluirá con un informe y un video documental que apoyará las denuncias que se presentarán en distintos tribunales internacionales y organismos de derechos humanos de Panamá, acerca de los atropellos y abusos de que fue víctima el pueblo bocatoreño.
Hoy sólo adelantamos lo siguiente:
Un Pueblo Indignado
Encontramos una población profundamente indignada por lo que consideran una represión salvaje e indiscriminada, sumamente adolorida por los insultos recibidos de las autoridades, con un gran sentimiento de repudio a los gobernantes y con una firme determinación de continuar la lucha hasta la derogación de la Ley 30 o Ley Chorizo, como es conocida popularmente.
La inmensa mayoría de las víctimas entrevistadas viven en condiciones de extrema pobreza, muchos están desempleados y algunos de los que se encontraban laborando no lo han podido hacer desde el inicio de los sucesos, por lo que les ha sido imposible llevar el sustento a sus hogares. Algunos de los heridos, principalmente los ciegos, les preocupa su futuro y el de sus seres queridos.
Los niños no escaparon del abuso policial
Se entrevistaron a niños que muestran heridas de perdigones en distintas partes del cuerpo, principalmente en la cabeza lo que les produce dolores permanentes. En algunas fincas señalaron que los niños mayores de 10 años eran detenidos por considerarlos sospechosos de participar en las protestas. Existen pruebas en video de estas denuncias.
En un hogar en Finca 12, donde viven 11 niños, se nos informó de la muerte de uno de ellos por problemas respiratorios causados por los gases lacrimógenos lanzados masivamente en áreas residenciales. Otros padecen problemas de este tipo luego de los hechos, pero no han recibido asistencia médica.
Los ancianos también sufrieron
Existen personas de la tercera edad víctimas de la represión. Tuvimos el testimonio de una señora quien luego de salir de su casa por no soportar los gases lacrimógenos lanzados fue herida con perdigones.
Un señor de 62 años que pidióº a la Policía que no dispararan contra las casas donde habían niños y ancianos, recibió un disparo de perdigones en su cuerpo.
Allanamientos de hogares
En varias fincas se denunció que la policía ingresaba a los hogares sin orden de allanamiento, se obligaba a las personas a desnudarse en busca de heridas de perdigones en su cuerpo con el propósito de detenerlos.
El caso de Valentín Palacio
A nuestra llegada a Changuinola fuimos recibidos por la angustiada familia de Valentín Palacio, el indígena desaparecido desde el inicio de los incidentes en Bocas del Toro. Su padre nos narró su preocupación por no conocer el paradero de su hijo, expresaron que la última vez que salió de su casa fue para unirse a las protestas contra la Ley 30 (Ley Chorizo), que estaba sin empleo, no tenía dinero, y nunca se había alejado de su hogar por tanto tiempo sin comunicarlo antes, su madre se encuentra en delicado estado de salud y Valentín Palacio tiene 4 hijos. Sus familiares nunca se enteraron del supuesto empleo de Valentín Palacio en un aserradero en Almirante, cuando él se ha dedicado siempre a la actividad bananera.
Una vez conocida la noticia de su aparición, el hecho causó satisfacción entre sus familiares y amigos, pero también mucha incredulidad acerca de la versión sobre su aparición.
En los casi 40 días en los que estuvo desaparecido, la presencia de Valentín Palacio en los centros hospitalarios de Changuinola y Almirante le fue negada a los familiares y amigos que lo buscaban. Nadie pudo corroborar que en estos hospitales estuvo recluida por una semana una persona en estado inconsciente con el nombre de Valentín Palacio o de nombre desconocido, tal como lo afirmaron las autoridades.
La herida en la oreja que, según fuentes oficiales, recibió Valentín Palacio de sujetos que lo asaltaron o que intentaron secuestrarlo, ya la tenía al punto de que ésta era una de las señas que proporcionaron sus familiares para que pudiera ser reconocido.
Al momento de partir de Changuinola, más de 48 horas después de su aparición en ciudad de Panamá junto al Director de la Policía Nacional, todavía los familiares de Valentín Palacio no habían podido verlo ni tampoco habían tenido comunicación con él.
Sobre la Comisión Investigadora nombrada por el Gobierno
Nuestra presencia en Changuinola coincidió con la llegada de la Comisión Investigadora nombrada por el Gobierno para conocer lo sucedido en Bocas del Toro.
A este respecto podemos señalar que existe una gran desconfianza en la población acerca de la imparcialidad de esta Comisión. Existe la impresión de que dicha Comisión busca proteger al Gobierno y a la Policía Nacional por los desmanes cometidos. El pueblo en general se niega a aportar información a esta delegación.
Las preguntas que se formulan parecen tener el propósito de culpar de los hechos a organizaciones sindicales y populares. Esto se desprenden del tipo de preguntas que se formulan: ¿Recibieron financiamiento de alguna organización durante las protestas? ¿Estaban los indígenas borrachos? ¿Por qué no fue incendiado el local del SUNTRACS si estaba tan cerca del Global Bank? ¿Conoce usted la Ley 30? ¿Les entregaron machetes? ¿Quién les dio las armas?
Tuvimos un encuentro con esta Comisión y llegamos a percibir falta de metodología, ausencia de claridad en sus objetivos y el propósito de algunos de ellos de encubrir la responsabilidad real del Gobierno y la Policía en la brutal represión.
Se engaña a la población acerca de las secuelas de las heridas recibidas
Constatamos una gran confusión y poca conocimiento acerca del impacto que para la salud tienen las heridas de perdigones recibidas por los manifestantes.
Muchos no han podido extraer las decenas de perdigones que mantienen en su cuerpo. No han recibido atención médica satisfactoria, en ocasiones ni siquiera son examinados. Se afirma que algunos médicos le expresan que el plomo que tienen en su cuerpo producto de los perdigones recibidos no les afecta su salud.
Conocimos del caso de una persona que logró que se le extrayeran los perdigones gracias a que fue atendido en un Hospital de Costa Rica.
Muchos de los heridos no participaban de las protestas
Existen numerosos casos de personas que recibieron heridas y no participaron de las manifestaciones. Entre ellos un joven de 17 años que dormía cuando a su casa entraron los gases lacrimógenos. Al salir en busca de ayuda, recibió disparo de perdigones.
Es el caso también de varios empresarios que intentando cerrar sus establecimientos en medio de la represión fueron atacados por la policía recibiendo en sus rostros disparos de perdigones.
Las familias de los mártires
Logramos un encuentro con los familiares de los dos muertos reconocidos por el Gobierno, Antonio Smith y Virgilio Castillo.
En ambos casos se trata de familias en condiciones de extrema pobreza. Antonio Smith deja a nueves hijos y su esposa, mientras que Virgilio Castillo deja a 4 hijos y su esposa.
Las viudas denuncian que, en medio de tantas necesidades, no han recibido la ayuda que se les prometió por parte de las autoridades. Temen cómo será su futuro para ellas y los niños sin la presencia de sus compañeros. Los niños sufren mucho la ausencia de sus padres.
Incluso, se ha pretendido condicionar la ayuda por parte del Gobierno. Por ejemplo, la viuda de Virgilio Castillo nos relató que en el funeral de su esposo una representante del Ministerio de la Presidencia le expresó que la ayudarían con los gastos del funeral, siempre y cuando el cadáver de su esposo no fuera entregado a sus compañeros el día que el pueblo de Bocas del Toro le dio el último adiós. La viuda no aceptó esta condición.
Varios testimonios recabados, junto a fotografías, nos indican que Virgilio Castillo fue herido de perdigones; mientras yacía en el suelo fue pateado por la Policía y se le propinó un disparo a quemarropa.
Todavía con vida, se le trasladó en un vehículo de la Policía Nacional, junto a otros detenidos. Primero, los detenidos fueron conducidos a prisión y luego Castillo fue llevado al Hospital donde muere por la crueldad de la agresión de la que fue víctima.
El voluntario de la Cruz Roja
A nuestro centro de trabajo en Changuinola se apersonó un voluntario de la Cruz Roja, con 21 años de experiencia, quien nos brindó su testimonio.
Narró de cómo se atacaba de forma salvaje al pueblo, cómo se le intimidaba y aterrorizaba.
Cansado de tanta brutalidad policial, ante los medios de comunicación, pidió a los jefes policiales cesar la represión.
Una vez se retiraron los periodistas, el voluntario fue detenido y recibió en su pecho la patada de un capitán de la policía quien además lo amenazó de muerte. Nos entregó copias de videos y fotografías.
El número real de muertos y heridos
De SITRAIBANA recibimos un listado de 655 heridos, con sus respectivos nombres. Por propias investigaciones logramos entrevistar a 204, 194 hombres y 10 mujeres.
Muchas de los heridos no han asistido a los centros de salud por temor a ser detenidos.
En cada visita a las comunidades, luego de despejarse las dudas de que éramos una comisión de Gobierno, iban apareciendo uno a uno los heridos y las víctimas hasta llegar a juntarse decenas de personas con el propósito de hacernos llegar sus testimonios.
En su mayoría son indígenas, personas muy pobres, pero con un alto grado de dignidad y seguridad del porqué están luchando.
Recibimos informaciones por confirmar de que los muertos son mucho más que los 2 reconocidos oficialmente.
Determinar la cifra real de muertos y heridos debe ser la labor de una Comisión Investigadora, una Comisión de la Verdad, realmente independiente e imparcial, con la participación de observadores internacionales y expertos en la materia.
Nuestra labor, que todavía no concluye, es aproximarnos a esta Verdad, que los crímenes cometidos no queden impunes y que se brinde indemnización y Justicia para todas las víctimas.
Nuestro interés es que estos crímenes de lesa humanidad no vuelvan a ocurrir.
Una vez concluida nuestra misión, sus resultados serán presentados al pueblo de Bocas del Toro, a las organizaciones populares panameñas, a los organismos de derechos humanos y a los medios de comunicación social.
Panamá, 20 de agosto de 2010.
CARAVANA INTERNACIONAL POR EL RESPETO A LA VIDA Y DIGNIDAD DEL PUEBLO PANAMEÑO