El cimarronismo de barrio adentro o de la ruralidad montuna entiende que en estos tiempos malos no sirve la indiferencia electoral.
Categoría: Ecuador

Thea Riofrancos, parte del colectivo editorial de Jacobin América Latina, propone en su último libro una serie de ejes para desandar las intricadas polarizaciones de la izquierda ecuatoriana y reponer los debates en un plano plenamente anticapitalista.
En la contienda electoral del Ecuador hay un aspirante a dignatario que saca sarpullido a las élites y al empresariado del Ecuador y de Latinoamérica. Su nombre es Andrés Arauz, tiene 36 años, es el candidato apadrinado por Rafael Correa y pasó a la segunda vuelta presidencial que se celebrará el 11 de abril.
Aunque los movimientos antipatriarcales y anticoloniales han desplegado sus alas en las últimas décadas, los resultados en la cultura política hegemónica aún son muy débiles. Los medios de comunicación no hegemónicos y las izquierdas siguen reflejando, en sus coberturas y discursos, la enorme dificultad para trascender las formas más tradicionales de dominación.

¿Cómo entender el rompecabezas de las elecciones en Ecuador?
A propósito de la primera vuelta presidencial en Ecuador, en donde el candidato correista, Andrés Arauz, sacara un poco más del 32% de los votos, mientras que los otros dos candidatos que le siguen, Yaku Pérez, y Guillermo Lasso, se encuentran en un empate técnico, se ha abierto una discusión política muy interesante en aquel país.
Están tan desesperados por frenar el triunfo del binomio Arauz-Rabascall, que no les importaría convulsionar el país si tienen que dejar fuera de la contienda al binomio correísta y poner a disputar en segunda vuelta solo a los compadres Lasso y Pérez.

Que Yaku Pérez, indígena cañari, que pasó su infancia en el huasipungo de una hacienda, que sabe lo que es pobreza extrema, que ha sufrido persecuciones políticas, encierros arbitrarios, y que haya logrado convertirse en un político e intelectual dispuesto a responsabilizarse por el destino de todos los ecuatorianos desde los más altos ideales, es realmente digno de alabanza.
Muchas incógnitas por resolver en un convulso escenario ecuatoriano que no solo se juega su propio futuro sino el de la integración regional latinoamericana.

El resultado de la primera vuelta de las presidenciales pusieron de nuevo en el primer plano al movimiento indígena ecuatoriano y a Yaku Pérez, quien disputa voto a voto con el banquero Guillermo Lasso el paso a la segunda vuelta. Los clivajes en el interior de Pachakutik, una suerte de brazo político-electoral del movimiento indígena, no son sencillos y no se pueden reducir a «clasistas» vs. «etnicistas». Al mismo tiempo, los enfrentamientos con el gobierno de Rafael Correa explican parte de sus posicionamientos y sus divisiones internas.