
La partida se aprobó en el Consejo de Ministros del pasado 16 de abril, pero sin hacer referencia al destino final del armamento. La explicación oficial apuntaba a «incrementar la reserva estratégica disponible». Desde Sumar acusan a su socio de Gobierno de «falta de lealtad» y estudian fórmulas para que estos temas pasen por el Parlamento.