
La maldita hemeroteca se ha convertido en una nueva versión de las sentencias populares “por la boca muere el pez”, “donde dije digo, digo Diego”, “ande yo caliente, ríase la gente”, “dame pan y llámame tonto” entre otras. Es la hemeroteca la que ahora sirve para desmontar a tantos hipócritas, impostores, arteros, judas, oportunistas, pancistas, etc. que han encontrado en la política el lugar propicio para medrar y vivir de ella. Toni Cantó, también conocido como el Willy Fo de la política, es un indigno representante de esa clase de políticos.