
Lejos de haber alcanzado el muy pronosticado peak oil, para los próximos años se estima que se extraerán cantidades récord de combustibles fósiles, cuyo carbono terminará pronto en la atmósfera, con consecuencias críticas. La guerra en Europa y el lobby petrolero han empeorado la situación, que hoy se manifiesta, además, en una brutal espiral inflacionaria. En la estrategia de las potencias y en las cuentas del almacén, el petróleo ocupa un rol cada vez mayor.