La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, reunida en Canadá, alcanzó un acuerdo de 30.000 millones de dólares para ampliar al 30% las áreas naturales protegidas. Sin embargo, la solución enfocada en la financiarización no avanza en un cambio socioproductivo y continúa marginando a pueblos originarios y comunidades campesinas en el cuidado de la vida y el alimento.