
Activistas y medios de comunicación suelen referirse a Yemen como “el peor desastre humanitario del mundo provocado por el hombre”, una cantinela que predomina en la cobertura informativa sobre el país desde 2014.
Activistas y medios de comunicación suelen referirse a Yemen como “el peor desastre humanitario del mundo provocado por el hombre”, una cantinela que predomina en la cobertura informativa sobre el país desde 2014.
Israel y Hamás han concluido su “guerra” de 11 días, pero este conflicto ha transformado el panorama político incluso antes de que cesaran los disparos. El enfrentamiento entre Israel y Palestina ha dejado de centrarse exclusivamente en Gaza y se ha trasladado a múltiples frentes –Jerusalén, Cisjordania y el propio Israel– y un recrudecimiento en cualquiera de ellos podría empezar una nueva ronda de violencia.
Al igual que en las oleadas de indignación que estallaron en octubre de 2015 y julio de 2017, la última acción popular en Jerusalén representa la política de resistencia en su forma más elocuente. Las combativas acciones colectivas en Jerusalén han desencadenado e inspirado en toda Palestina un levantamiento embrionario cuyo objeto es abordar las causas de la fragmentación palestina y unificar la voluntad política y los medios de lucha contra al colonialismo de asentamiento y el apartheid israelíes.