
En Occidente conocemos el hambre como un simple rugido del estómago entre comidas. En Gaza, sin embargo, se ha transformado en un arma de destrucción estratégica: lenta, sistemática y letal.
En Occidente conocemos el hambre como un simple rugido del estómago entre comidas. En Gaza, sin embargo, se ha transformado en un arma de destrucción estratégica: lenta, sistemática y letal.
La creciente reacción contra la guerra de Gaza está alimentando boicots, tanto abiertos como silenciosos, a la investigación científica israelí. Las subvenciones se agotan, los correos electrónicos quedan sin respuesta y las colaboraciones, que antes eran regulares, se están desmoronando. «La única manera de lidiar con el boicot es detener la guerra… y las atrocidades que hemos estado perpetrando en Gaza».
A pesar de una histórica solidaridad con la causa palestina forjada en las luchas anticoloniales, los Estados africanos luchan para hacer frente a la influencia israelí. El embajador de Palestina en Costa de Marfil, Abdal Karim Ewaida, analiza estas relaciones y celebra lo que define como el despertar del compromiso africano a favor de su país.
Tras cometer durante casi dos años el mayor genocidio del siglo XXI contra el pueblo palestino, ahora el régimen sionista israelí pretende, con el apoyo y beneplácito total de Estados Unidos, anexarse por completo la Franja de Gaza y desplazar a sus pobladores hacia otras naciones del área.
Mientras varios países occidentales se preparan para reconocer al Estado de Palestina, Israel tiene previsto impedir, a muy corto plazo, que este Estado se materialice.
El (re)nacimiento del judaísmo no sionista se produce mediante la reactualización del legado libertario judío encarnado en una mística de redención y utopía, donde el deseo de cambiar el mundo a menudo ha asumido el carácter del romanticismo revolucionario.