Recomiendo:
0

Las injerencias de Alemania en Latinoamérica

Con guante blanco

Fuentes: German-Foreign-Policy.COM

Traducido por Javier Fdez. Retenaga

Dejando a un lado el enfrentamiento abierto y dando paso a unas relaciones de guante blanco: así es como la Fundación Konrad Adenauer (KAS) pretende conseguir un cambio de gobierno en Venezuela. Esto es lo que se deduce de los informes de una conferencia que esa organización, próxima a la CDU, celebró en Washington a finales de mayo con fundaciones estadounidenses. La KAS continúa de este modo persiguiendo el objetivo de acabar con el régimen de Chávez, ratificado una y otra vez en las urnas. Pero ahora, debido a los constantes fracasos y a la creciente oposición venezolana a las injerencias externas, modifica la táctica. Recientemente, Caracas rechazó con contundencia los reproches de la presidencia alemana de la UE por no haber prolongado la licencia de un canal privado de televisión. Con anterioridad, el canal RCTV había apoyado un golpe de estado. También Ecuador empieza a plantar cara a las injerencias alemanas. El motivo es una intervención diplomática del embajador alemán contra la política del presidente ecuatoriano Rafael Correa, próximo a Chávez. El conflicto amenaza con agudizarse: Correa quiere revisar diversos acuerdos comerciales de su país por si fueran desventajosos para Ecuador, entre ellos un acuerdo con Alemania.

Cambio de gobierno

Las estrategias para impulsar desde el exterior un «cambio democrático de gobierno»[1] en Venezuela fueron el punto central de un coloquio que la Fundación alemana KAS mantuvo a finales de mayo, en Washington, con las dos organizaciones orientadas a la política exterior dependientes de los dos grandes partidos estadounidenses, el Instituto Republicano Internacional (IRI) y el Instituto Democrático Nacional (NRI). En vista de que los intentos de hacer caer el indeseado régimen de Caracas mediante golpes de estado, huelgas generales y referendos no han tenido éxito hasta ahora, la Fundación alemana se esfuerza por hallar nuevos medios para acabar con el régimen de Chávez. Debido a sus alianzas con otros gobiernos latinoamericanos de orientación similar (Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua), la KAS considera conveniente una actuación sistemática, coordinada con Washington.

Estructuras paralelas

Las medidas que se discutieron en el marco de ese coloquio se asemejan a las técnicas de subversión que, bajo el lema «cambio por medio del acercamiento», contribuyeron a la caída de los regímenes socialistas del este de Europa. Así, la Fundación alemana considera aconsejable una «política de guante blanco» hacia el régimen de Chávez; la crítica «a través de un diálogo abierto» deberá respaldar a las fuerzas opositoras y, de ese modo, minar sistemáticamente la autoridad de los actuales dirigentes.[2] Junto a ello, se plantea la creación de «organizaciones y estructuras paralelas en los países latinoamericanos»; una red de ese tipo deberá crearse, desde el exterior, por las organizaciones de avanzada estadounidenses y las fundaciones de partidos políticos alemanes. A fin de lograr el fortalecimiento de las estructuras opositoras al legítimo poder gubernamental, «dentro de las organizaciones» deben «mejorarse (…) los flujos de información y comunicación», propone la KAS. Según dicen, una organización del gobierno estadounidense, la Millenium Challenge Corporation (MCC), podría también ejercer una influencia directa sobre los gobiernos por medio de «estímulos financieros». Tampoco se excluye aquí la cooperación transnacional. Así lo muestran los vínculos entre las organizaciones correspondientes en África: un miembro de la alemana Sociedad para la Cooperación Técnica (GTZ) opera en África como agente fiscal de la MCC.[3]

Soberanía

El cambio de estrategia es la reacción de la KAS a la creciente resistencia de Venezuela y países aliados, a las injerencias de la UE y los EEUU. La Conferencia de Washington coincidió con el punto álgido de la campaña pública lanzada las pasadas semanas con motivo de la no renovación de la licencia de emisión al canal privado de televisión Radio Caracas Televisión (RCTV). El Parlamento europeo criticó, entre otras cosas, una supuesta limitación de la libertad de expresión y de prensa en Venezuela; también la presidencia alemana de la UE hizo declaraciones en ese sentido. RCTV había apoyado el golpe de estado que se produjo la primavera de 2002.[4] Las autoridades venezolanas reaccionaron protestando abiertamente por la intervención europea. Como explicó la embajada venezolana en Berlín, la no renovación de la licencia es una «decisión soberana del Estado venezolano tomada de acuerdo con el derecho vigente y dentro del marco de la política de democratización de los medios de comunicación llevada a cabo desde el año 2000».[5] Las injerencias alemanas no se tolerarán por más tiempo.

En el punto de mira

No es sólo en Venezuela, también en Ecuador crece la oposición a las injerencias germano-europeas. Su presidente, Rafael Correa, al que se considera estrechamente vinculado a Hugo Chávez, tras su victoria electoral en noviembre de 2006 introdujo amplias reformas políticas destinadas a mejorar la situación política, social y económica de la mayoría de la población del país, hasta entonces marginada. Se encontró con la resistencia de la oposición parlamentaria y de las tradicionales élites ecuatorianas, pero también de la UE y EEUU, a cuya influencia estaban abiertos los gobiernos anteriores. Como en conversación con esta redacción nos recuerda Eric Toussaint (Bélgica), Presidente del Comité por la Cancelación de la Deuda del Tercer Mundo, Correa estaba ya en abril de 2005 en el punto de mira de los grandes Estados industrializados occidentales.[6] En su anterior cargo como Ministro de economía de Ecuador decidió emplear una parte de los ingresos del petróleo para incrementar el gasto social del Estado, en lugar de amortizar la deuda externa. Acto seguido, intervinieron en Quito el Banco Mundial y el FMI, pero fue en vano. Como castigo, las instituciones de Bretton Woods suspendieron sus pagos al gobierno ecuatoriano. Esas medidas contra la decisión soberana de Ecuador recibieron el total respaldo de Berlín, al igual que en muchos otros casos, de los que Toussaint, en conversación con german-foreign-policy.com, menciona algunos ejemplos.[7]

Expectativas

El Departamento de exteriores sigue interviniendo en Quito contra Correa. Así, el embajador alemán en la capital ecuatoriana, Bernd Sproedt, en conversación mantenida con el Presidente el 10 de mayo, expresó su «preocupación» por el camino emprendido por el Gobierno. La EU «espera» que en Ecuador se «respeten las ideas y valores comunes», declaró Sproedt[8], en clara ofensa a las medidas reformistas de Correa. Ecuador rechazó de inmediato la injerencia. La ecuatoriana Asamblea Permanente para los Derechos Humanos condenó la intervención germano-europea y recordó que la diplomacia europea nunca expresó su preocupación «ante ex-presidentes de este país corruptos y nada democráticos, como Hamid Mahuad, Abdula Bucaram y Lucio Gutiérrez».[9] Mientras se mantuvieron en el cargo, Ecuador proveyó de materias primas y productos agrarios a los grandes países industrializados occidentales sin restricciones de ningún tipo.

Privilegios

En Berlín eso no se da ya por seguro. Al acercamiento de Ecuador a Venezuela, Cuba y Bolivia, se suman los anuncios del gobierno ecuatoriano de revisar diversos tratados comerciales bilaterales.[10] Esto afecta a la totalidad de los acuerdos de protección de inversiones sellados por los más claudicantes de los gobiernos precedentes; entre ellos, un acuerdo con Alemania firmado en 1965 y ampliado en 1999. El gobierno ecuatoriano quiere ahora verificar si los tratados defienden de manera adecuada los intereses del país. Del mismo modo que en Bolivia, cuyo gobierno se propone igualmente examinar sus acuerdos comerciales, también en Ecuador podrían acabarse los privilegios para las empresas alemanas.

Trasfondo intimidatorio

Mientras que la Fundación Konrad Adenauer (KAS), en vista de la creciente oposición latinoamericana a las injerencias germano-europeas, aconseja una política «de guante blanco», organizaciones que tienen su origen en la Guerra Fría exigen acciones agresivas frente a los Estados díscolos. La Sociedad Internacional para los Derechos Humanos (IGFM), fundada por colaboradores rusos del nacionalsocialismo y que en la lucha de sistemas políticos siempre se ha contado entre las fuerzas más beligerantes, demanda medidas drásticas contra Venezuela, iniciadora de la oposición actual. La UE y el Gobierno federal deberían «intervenir» en Caracas y reservarse «medidas de sanción», exige el IGFM.[11] De este modo, se alza un trasfondo amenazador que da a las medidas de supuesto diálogo propugnadas por KAS la necesaria apariencia de cooperación desinteresada.



[1] The Challenges of Promoting Democracy in Latin America (Los desafíos de la promoción de la democracia en Latinoamérica). Coloquio con representantes del Instituto Republicano Internacional, el Instituto Democrático Nacional y la Fundación Konrad Adenauer; Washington, 24 y 25 de mayo de 2007.

[2] V. nota 1.

[4] Begrenzte Vollmachten (Poderes limitados); taz, 16 de enero de 2007.

[5] La decisión del Parlamento europeo: un ataque a la soberanía de Venezuela; Comunicado de prensa de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en la República Federal de Alemania, 24 de mayo de 2007.

[7] Toussaint informa además de que, nada más producirse el golpe contra el gobierno de Chávez, en abril de 2002, el FMI garantizó su apoyo al gobierno golpista que por breve tiempo se alzó con el poder. Obran informes que involucran también en aquel golpe al partido opositor derechista Primero Justicia, auspiciado por la KAS desde 2001.

[8] Correa desecha preocupación europea por Ecuador; CadenaGlobal.com, 10 de mayo de 2007.

[9] Rechazan injerencia de UE en asuntos internos de Ecuador; Prensa Latina, 14 de mayo de 2007.

[10] Los tratados de inversiones serán revisados; El Comercio, 10 de junio de 2007.

[11] Bolivarische Republik Venezuela: Venezuela Si! – Cubazuela No!; Comunicado de prensa de la Sociedad Internacional para los Derechos Humanos (IGFM), 12 de junio de 2007.


Fuente en alemán: German-Foreign-Policy.COM

Traducción publicada originalmente en http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=3132&lg=es

Traducido del alemán al español por Javier Fdez. Retenaga, miembro de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística (www.tlaxcala.es). Esta traducción es copyleft para uso no comercial: se puede reproducir libremente, a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a los traductores y la fuente.