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Análisis y carta de cinco miembros del Consejo Político Federal de de Izquierda Unida

Crisis en el gobierno de Prodi

Fuentes: Rebelión

El 17 de febrero más de 100.000 personas se manifestaron en Vicenza, en la región italiana del Veneto, contra la ampliación de la base militar de EE UU. Una parte esencial de la izquierda italiana, que participa en la coalición de centro-izquierdas del Gobierno Prodi, salió para exigir una ruptura clara con la herencia y […]

El 17 de febrero más de 100.000 personas se manifestaron en Vicenza, en la región italiana del Veneto, contra la ampliación de la base militar de EE UU. Una parte esencial de la izquierda italiana, que participa en la coalición de centro-izquierdas del Gobierno Prodi, salió para exigir una ruptura clara con la herencia y los compromisos de la política exterior del Gobierno Berlusconi, que ha mantenido hasta la fecha el ministro de exteriores D´Alema, principal dirigente de la DS, con el apoyo del propio Prodi.

Este renacer del movimiento pacifista italiano contra las bases militares de EE UU – que sirven de plataforma logística para la «guerra contra el terrorismo internacional» en Irak y Afganistán, incluidos los vuelos de la CIA para las «rendiciones» ilegales de prisioneros de guerra- coincide con un agravamiento de la situación militar en Afganistán.

Las tropas italianas y españolas están desplegadas en las regiones occidentales afganas de Herat, Fará y Gor en el contingente ISAF de la OTAN. Desde sus bases realizan operaciones de control territorial para evitar las infiltraciones de grupos Talibanes, que preparan una ofensiva militar en la primavera. Como en España, el movimiento pacifista italiano ha pedido la inmediata retirada de las tropas de ocupación extranjeras en Afganistán.

El papel de la izquierda en el Parlamento

En este contexto de nuevas movilizaciones, el Gobierno Prodi se ve obligado por ley a llevar al Parlamento la aprobación semestral del presupuesto para el despliegue militar italiano en Afganistán. Ya en la anterior ocasión, un grupo de cuatro senadores de la izquierda alternativa había anunciado su oposición a votar a favor del despliegue de las tropas, pero finalmente no habían materializado su oposición para evitar una crisis del Gobierno de centro-izquierda pocos días después de su formación.

Pero ahora, la votación en el Senado tiene como fondo la manifestación de Vicenza y la cuestión es si los senadores de la izquierda alternativa priorizan la expresión institucional del movimiento por la paz, de acuerdo con el programa electoral de Rifondazione Comunista o el PdCI, o por el contrario aceptan la política exterior continuista de D´Alema y Prodi en nombre de la estabilidad del Gobierno y el peligro de una vuelta de la derecha de Berlusconi.

En realidad se trata de un falso dilema. El equilibrio político inestable entre la derecha y la izquierda en Italia depende no de unos votos en el senado, sino de una correlación de fuerzas que girará a la izquierda con el reforzamiento de los movimientos sociales o se erosionará hacia la derecha por los chantajes del aparato del estado.

La prueba de ello es que cuando Turigliato (PRC) y Rossi (PdCI) deciden no votar a favor del mantenimiento de las tropas, quién hace caer al Gobierno Prodi es el voto de los senadores de la derecha pro-atlantista, a través de tres nombres tan característicos como Andreotti, Cossiga y Pininfarina.

Los chantajes institucionales de la derecha

La consecuencia de la crisis es la formación de un nuevo Gobierno Prodi. Pero con una coalición que ha disciplinado a las fuerzas de la izquierda, incluyendo al PRC y al PdCI, en contradicción con su propio programa electoral y abriendo una brecha entre el gobierno de centro-izquierda y los movimientos sociales por la paz. Y con el apoyo imprescindible de al menos cuatro de los siete senadores vitalicios, sin disciplina partidaria de voto, que representan los «poderes fácticos» en la república italiana.

La crisis ha demostrado también la opción de sectores significativos de la gran burguesía italiana y el Vaticano por mantener un gobierno de centro-izquierda «controlado», como vehículo de sus políticas neoliberales y sus compromisos atlantistas, frente una vuelta a la opción Berlusconi, desprestigiada en la UE y en los propios EE UU, sin capacidad de mediación en la creciente polarización política y social italiana.

Frente a este chantaje institucional de la derecha, el problema de la izquierda es como acumula fuerzas para unas elecciones que inevitablemente se anticiparán y en las que debe presentar una opción no solo frente a la derecha de Berlusconi sino también frente al continuismo socio-liberal de Prodi, sin por ello abrir el camino a la derecha. Cualquiera que sea la formula de coalición final que ello adopte, la hegemonía de la izquierda solo puede construirse desde y con los movimientos sociales y no frente a ellos. Por el momento, se expresa en la posición de Turigliatto y Rossi de volver a votar a favor de un nuevo Gobierno Prodi y advertir que volverán a posicionarse en contra del mantenimiento de las tropas italianas en Afganistán dentro de seis meses.

Al Compañero Franco Turigliatto

A los compañeros de Sinistra Critica del PRC

Estimados Compañeros,

Queremos expresaros nuestra solidaridad con la decisión adoptada por el senador del PRC Franco Turigliatto de no votar a favor de la permanencia de las tropas italianas en Afganistán, que resume la política exterior de Prodi-D´Alema de mantener los compromisos del Gobierno Berlusconi en política exterior.

Lo hacemos desde las posiciones de nuestra organización federal, Izquierda Unida, que ha impulsado el movimiento por la retirada de las tropas españolas de Irak y apoyado la decisión de retirarlas del Gobierno Zapatero, rompiendo así con una parte sustancial de los compromisos exteriores del Gobierno Aznar. Izquierda Unida ha defendido asimismo la ruptura completa con esos compromisos, votando en el Congreso de los Diputados de España por la retirada de las tropas españolas en Afganistán. Izquierda Unida ha exigido también la denuncia del actual Acuerdo de Cooperación en materia de defensa con EE UU, que convierten las bases militares de Rota y Morón en una plataforma logística de la guerra en Irak y Afganistán.

El no voto de Turigliatto y Rossi es la expresión de su compromiso con el movimiento por la paz, que se ha vuelto a manifestar en Italia con tanta fuerza el 17 de febrero contra la base militar de Vicenza. En ese sentido, no comprendemos la posición de la dirección del PRC de querer expulsar de sus filas a Turigliatto por defender en definitiva su programa electoral. Más cuando la crisis del Gobierno Prodi, ha sido desencadenada por el voto de Andreotti, Cossiga y Pininfarina -es decir, de la derecha-, en una maniobra política para condicionar y frenar cualquier cambio a la izquierda en la correlación de fuerzas.

Un afectuoso saludo, en nuestra lucha común por la paz,

Francesc Matas Sala
Alfons Bech
Angels Tomas
Gustavo Búster
Carlos Girbau

(Miembros del Consejo Político Federal de Izquierda Unida, Estado Español)