INTRODUCCIÓN. El Gobierno de Vizcarra sufre el desprestigio por el desorden, la corrupción y la incompetencia, pero aun mas el conjunto de las instituciones estatales gestionadas por una organización criminal política ampliada -el fujiaprismo voraz y pragmático- que controla el Congreso, favorecidos por un gran fraude. Este Congreso se sigue deslegitimando ante la sociedad, llegando […]
El Gobierno de Vizcarra sufre el desprestigio por el desorden, la corrupción y la incompetencia, pero aun mas el conjunto de las instituciones estatales gestionadas por una organización criminal política ampliada -el fujiaprismo voraz y pragmático- que controla el Congreso, favorecidos por un gran fraude. Este Congreso se sigue deslegitimando ante la sociedad, llegando a perder totalmente la confianza y hasta la posibilidad de interlocución y relación con cada vez más amplios y muy disimiles sectores sociales, cosechando un rechazo del 80%. El ejecutivo cohesionado entre el mando y la obediencia y un poder judicial dividido en al menos dos tendencias, una corrupta y la otra sin la fuerza suficiente para encarcelar a los corruptos. El pueblo esta harto de espectáculos políticos que les resultan ajenos, pero que sin embargo, consideran que deben optar por el menos malo, y eso por que los medios crean dos antagonistas que en realidad estan umbilicalmente familiarizados y sus diferencias son temporales y de táctica. Entre acuerdos y desacuerdos en las altas esferas, entre oscuros pactos y desencuentros tacticos entre los mas y los menos corruptos esta el pueblo aturdido, buscando una salida en un caudillo que tambien se lo niegan, pues en eso si concuerdan en aplastar la resistencia al despojo. Ocurre que no queremos pensar con autonomía, no intentamos tener una interpretación critica y forjar una conciencia soberana y por ello es aun más preocupante la actitud de muchos devenidos críticos, entregados a la búsqueda de opciones de cambio efectivo por canales institucionales ya pervertidos.
El contexto coyuntural donde se dan estos hechos son los últimos 29 años del ciclo neoliberal que estuvieron marcados por un prolongado proceso de crisis política en incierto desarrollo: ninguno de los ex presidentes elegidos logró librarse de acusaciones, los partidos políticos perdieron credibilidad y legitimidad, y lo mismo ocurrió con los poderes y las instituciones estatales: el gobierno, el parlamento, el sistema judicial, la policía, las fuerzas armadas; incluso la Iglesia y la prensa se encuentran en los puntos más bajos de aceptación. En fin, crisis de legitimidad, de hegemonía, crisis de gobernanza, crisis del reégimen político y crisis del representacionismo liberal. Todo ello enmarcado en una enorme crisis civilizatora del capitalismo.
Y aquí vale la pena distinguir entre crisis de gobernanza y de gobernabilidad. La gobernanza es una categoría neoliberal que se refiere a la «introducción legitima» de los empresarios, del poder económico en la política, y creemos que vive una crisis cuando se destapa esta relación como corrupta, cuando este poder semioculto se visibiliza con nombres y apellidos (Benavides, Graña, Rodriguez Banda, Larrea, etc) como organización criminal: la Confiep. Pero hay otro aspecto mas político y es que la gobernanza es una categoría que une la economía y la política que habia separado ambos elementos por el liberalismo como un gran aporte. Mientras que en la perspectiva de la gobernabilidad, el problema y su solución emana desde las capacidades del gobierno, con cierta independencia de la sociedad. Esta incluye hegemonía y legitimidad que estan cuestionadas, pero en la medida en que estas dependen y mucho de medios controlados por el poder, aunque ambas relaciones y sus acepciones indican que existe una crissis en proceso, se mantiene la capacidad de gobernar, no obstante que la ejerce de modo esquizofrenico para mantener la confusión, como cuando Vizcarra dice que no se puede imponer la mineria a sangre y fuego y al mismo tiempo envia a polivias y soldados a reprimir a la resistencia al despojo, un conflicto en las alaturas que no termina en una real ingobernabilidad. Sigamos analizando.
El perú esta atrapado en una confusión creada en las alturas -como ya dijimos- por las diferencias políticas entre dos tendencias de derecha respecto a como ejercer la dominación, se debate: si Vizcarra debe irse de inmediato y dejar a Araoz en la Presidencia o si debe cerrar el Congreso y convocar a elecciones. En otras palabras han transformado la lucha popular por «que se vayan todos» y contra el despojo, en otra que busca obligar a la ciudadanía a escoger entre Araoz y Vizcarra. Esta diferencia surge de otra contradicción entre la imposición por la fuerza de la recolonización y saqueo minero (Benavides de la Confiep) o hacer lo mismo a traves de la negociación politica, la policia y la compra de voluntades (Vizcarra). Olaechea y Araoz, obedecen al jefe Benavides de la Confiep y quieren imponer a sangre y fuego el despojo minero en Tía María y en el país con el apoyo politico del fujiaprismo en el Congreso y el poder judicial, mientras que Vizcarra y Del Solar tambien buscan lo mismo solo que optan por la represión blanda, donde puede ser aceptable que haya heridos y presos pero no muertos, quiere terminar su tiempo presidencial cuidando su aprista «apellido». Los medios mermeleros, asalariados por la Confiep, exigen elegir entre estas opciones y otros, mercenarios de Vizcarra, optan timidamente por el cierre del congreso . Ante este dilema lo que corresponde al pueblo es persistir en que se vayan todos, aunque por partes, me explico. Creo que para las fuerzas democraticas lo urgente es llevar la crisis de gobernabilidad y del régimen a sus límites para un cambio de goberno, abrogación de la Constitución y transformacion de las instituciones y para conseguilo persistir en cerrar el congreso ya, por que es corrupto y mercenario, por que el proceso a la corrupción debe seguir y no perdonar a nadie, embestir contra un parlamento que ahora sirve a la Confiep y mañana no sabemos a que delincuentes, por que pretende dejar desprotegidos a jueces y fiscales honestos, por su defensa de la inmunidad y la impunidad y por que principalmente hacen todo esto ante el temor a que la lucha contra la corrupcion finalmente tambien acabe con partidos, sectores institucionales y otros sujetos que forman parte del sistema de la corrupción o sea, todo el sistema de dominación. Mientras, deberían continuar las luchas regionales contra el saqueo, contra tanta agresión ambiental y social, por una nueva constituyente y pugnar por la organización nacional de las luchas. Cerrado el Congreso, no hay que cejar en la lucha contra el sistema corrupto de politicos y empresarios, diseñemos un proyecto basico de pais anticolonial, soberano, autodeterminado, desde abajo y preparemonos para las elecciones y disputar en ese terreno de la dominación el poder político.
Por otra parte, no nos perdamos en el camino, no nos dejemos engañar por la manipulación mediatica que nos lleva de la mano a escoger entre lo menos malo y lo mas malo. Que nos quede claro que no se trata de quien es mas o menos democraticos, pues se trata tan solo de dos caminos al infierno. Definamos un tercer camino, que es el de la izquierda congresal y sus dos tendencias y otra izquierda de viejos partidos contaminados por la ambigüedad, compromisos oscuros y que camina tras las opciones de la derecha. Pero hay otra izquierda, que esta enraizada en los pueblos, que no se corrompe facilmente aunque puede ser victima del clientelismo y las dádivas y a ella nos dirigimos. Pues creemos que debemos tener la autonomia suficiente como ciudadanos democraticos para buscar otro camino, nuestro, del pueblo, al margen de partidos (de derecha o izquierda), estrategias construidas o de fragiles lideres que los estan encerrando o dejando encarcelados uno a uno: Cerrón, Aduviri, Antauro, Caceres Llica?, sin abandonar su defensa en las calles, definamos nuestro proyecto que desde abajo es garantia de éxito como lo hemos visto en el magisterio, en las Bambas, en Cajamarca, en el Moqueguazo, en Tia Maria, etc. solo que ahora uniendo las luchas a nivel regional y nacional, muy organizados y con delegados sustituibles, reemplazables, si no acatan lo que se decida abajo. Solo destruyendo el corrupto sistema judicial impediremos la criminalización y judicialización de la politica. Seamos firmes y agresivos en la defensa de nuestros territorias y riquezas, contra el despojo, por que son nuestras, no de los extractivistas y rentistas de la Confiep o de los politcos convertidos en lumpen empresarios.
Esta compleja coyuntura, esta situación es vista como crisis política, estamos de acuerdo pero vista como proceso y es lo revisaremos mas a fondo en la proxima entrega.
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