Entre los últimos hechos de la guerra que sostiene la humanidad frente a la crueldad imperialista, se observa la intensificación de la campaña mediática contra el pueblo y gobierno de la República Bolivariana de Venezuela efectuada por los Estados Unidos y demás gobiernos lacayos, difunden la idea de una supuesta «crisis humanitaria» al interior de […]
Entre los últimos hechos de la guerra que sostiene la humanidad frente a la crueldad imperialista, se observa la intensificación de la campaña mediática contra el pueblo y gobierno de la República Bolivariana de Venezuela efectuada por los Estados Unidos y demás gobiernos lacayos, difunden la idea de una supuesta «crisis humanitaria» al interior de la sociedad venezolana como pretexto para influir en el ánimo de otros gobiernos en el mundo y recibir su apoyo, justificando delante de la sociedad internacional la intervención militar y el Golpe de Estado que vienen pretendiendo realizar desde tiempo atrás, esa supuesta crisis conllevaría a la necesidad de organizar por parte del exterior «ayuda humanitaria» (envío de alimentos, medicinas y demás productos), queriendo mostrar como una «acción solidaria y democrática» lo que en realidad es un mecanismo de injerencia e intromisión en el país latinoamericano, esa «ayuda humanitaria» es la vieja trampa del caballo de Troya que permitiría a los Estados Unidos penetrar la resistencia del pueblo venezolano que está defendiendo su soberanía y autodeterminación.
La realidad histórica tiene muestras puntuales de que las acciones de los Estados Unidos nunca han estado dirigidas a prestar ayuda humanitaria a ningún país, su constante injerencia e intervención a lo largo del orbe únicamente responde a sus intereses económicos y políticos, llevando consigo dependencia, sumisión y depredación a las naciones, véanse los resultados de sus últimas guerras en el medio oriente ¿realmente mejoró la vida de la población en Irak y Afganistán luego de su intervención? ¿puede alguien argumentar con verdad que esos países alcanzaron armonía y desarrollo gracias a la injerencia e invasión norteamericana? Las respuestas son claras, el incremento del hambre, la violencia, la dependencia y la inestabilidad política son el resultado. La destrucción de pueblos y culturas, el saqueo de la riqueza natural y la sobre-explotación de la población son los botones de muestra de una constante amenaza a la vida en el planeta. La actual crisis que enfrenta la humanidad es el resultado de la existencia del imperialismo, nos enfrentamos al hecho de que para sobrevivir la humanidad tiene que superar todo tipo de dominación, hegemonía y explotación. El respeto a la soberanía de las naciones y a la vida humana es un imperativo para el bienestar mundial.
En América Latina hay muchos ejemplos del cinismo del gobierno de Estados Unidos, habla de llevar «ayuda humanitaria» a Venezuela pero deja morirse de hambre en la frontera de su territorio a cientos de miles de inmigrantes que llegan hasta ahí buscando un poco de esperanza, encarcelan a niños inmigrantes separándolos de sus padres y llevándolos incluso a la muerte, generan crisis económicas en los países centroamericanos como el caso de Honduras y cuyo éxodo migrante hemos podido constatar en los meses recientes, éxodo provocado por la política implantada desde Washington a raíz del Golpe de Estado de 2009 que efectuaron sobre el gobierno de Manuel Zelaya. Estados Unidos viola sistemáticamente todos los tratados internacionales referentes al respeto entre naciones, niega o desconoce los acuerdos sobre el medio ambiente cuyo cumplimiento ayuda a evitar más tragedias ecologías y desde luego sus efectos sobre la vida humana, llevan a otras partes de mundo la palabra «libertad» pero no la conjugan en hechos reales, cierran los ojos ante la permanente condición de hambruna que se vive en países africanos donde literalmente miles de personas mueren de hambre y quienes sobreviven lo hacen en condiciones extremas e insalubres. Las dictaduras que registra Latinoamérica en su historia iniciaron con el pretexto de la liberación de países con gobiernos contrarios a los intereses imperialistas, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, República Dominica y otros, han padecido la bota militar de lo que llaman «ayuda humanitaria» y democracia.
Sí hoy hay una agudización de necesidades económicas en Venezuela es por el bloqueo que le han impuesto, igual que lo han hecho con Cuba desde décadas atrás, y sin embargo, los pueblos dignos de Simón Bolívar y José Martí res isten y persisten en esas duras condiciones consientes de que son agredidos, sabedores de que el sacrificio que realizan es para defender a su patria, su riqueza natural y a la humanidad misma. La guerra mediática e ideológica contra los pueblos del mundo tiene que ser enfrentada por todos los medios posibles, debatiendo cada una de las mentiras y difamaciones, mostrando los avances de los gobiernos progresistas y de los movimientos sociales, poniendo por encima de todo la defensa de la humanidad ante la barbarie de la sinrazón imperial.
Cristóbal León Campos es integrante del Colectivo Disyuntivas
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.