Conclusiones tras las últimas medidas anunciadas por el presidente del BCE, Mario Draghi: 1) Los dirigentes del BCE parecen no ver todavía que si los bancos no dan crédito no es porque les falte dinero o porque lo dediquen a invertir en deuda pública, sino porque en el actual contexto de recesión económica (en el que hay […]
Conclusiones tras las últimas medidas anunciadas por el presidente del BCE, Mario Draghi:
1) Los dirigentes del BCE parecen no ver todavía que si los bancos no dan crédito no es porque les falte dinero o porque lo dediquen a invertir en deuda pública, sino porque en el actual contexto de recesión económica (en el que hay cierres de empresas, despidos y reducciones salariales) no confían en que el dinero que pudieran prestar sea devuelto. ¿Quién prestaría dinero a una empresa altamente endeudada y cuyas ventas y beneficios están estancados? ¿Quién prestaría dinero a un trabajador que puede perder su empleo o ver su salario drásticamente reducido? Los bancos no son tontos.
2) Por lo tanto, la reducción del tipo de interés al 0,15% (que busca que los bancos obtengan dinero barato para prestarlo luego) en absoluto servirá para que los bancos den crédito a familias y empresas. Lo único para lo que servirá es para abaratar las vigentes hipotecas con tipos de interés variable (asociadas al Euribor).
3) La penalización del 0,1% en los depósitos que tienen los bancos privados en el BCE no logrará que los bancos saquen el dinero de ahí para prestarlo. En todo caso servirá para que saquen el dinero y lo inviertan en otros negocios más seguros que el de prestar a familias y empresas en un contexto de recesión. Estos negocios pueden ser la adquisición de deuda pública, la compra de acciones, la compra de algunos derivados financieros, etc.
4) La inyección de 400.000 millones de euros condicionada a que no se concedan hipotecas y no se compre deuda pública toda vez que tiene el respaldo del BCE es una medida novedosa, cuyo efecto no me atrevo a predecir. Podría ser que sí animara a los bancos a conceder algunos préstamos a las pequeñas y medianas empresas, aunque tengo mis dudas. En cualquier caso, incluso aunque así fuese, esto no sería sino una huida hacia adelante. ¡La solución al problema actual de sobreendeudamiento de las familias y empresas no puede ser aumentar esa deuda con más préstamos! A corto plazo podría servir para estabilizar la situación pero se estaría trasladando el problema al futuro. La solución sólo puede venir de una reestructuración de las deudas empresariales y familiares (y del Estado) y de una distribución de la renta que evite que estos agentes económicos tengan que recurrir tanto al endeudamiento para realizar sus actividades.
Fuente: http://www.lamarea.com/2014/06/06/cuatro-conclusiones-tras-las-medidas-anunciadas-por-draghi/