Cuando en los dias previos se pensaba, proponía, estudiaba, analizaba, trabajaba en los preparativos de cara a la Denuncia Masiva el 15 de octubre de 20011, a 15 días de la prescripción de los delitos cometidos por la dictadura cívico-militar (ver nota en rebelion.org del 10 de octubre [1]) no se sabía a ciencia cierta […]
Cuando en los dias previos se pensaba, proponía, estudiaba, analizaba, trabajaba en los preparativos de cara a la Denuncia Masiva el 15 de octubre de 20011, a 15 días de la prescripción de los delitos cometidos por la dictadura cívico-militar (ver nota en rebelion.org del 10 de octubre [1]) no se sabía a ciencia cierta el grado de convocatoria que tendría el evento.
Una sola cosa estaba clara: eran muchos mas los delitos cometidos entre 1973 y 1985 a manos de la dictadura y en los años previos, de intensa actividad represiva sobre estudiantes, trabajadores y el pueblo todo, que los que efectivamente se habían denunciado y mucho menos aún por los que la Justicia uruguaya se había expedido.
Con un resultado altamente positivo, evaluado tanto por los participantes/denunciantes como por quienes organizaron y promovieron la acción, culminó la jornada con al menos 128 casos denunciados que nunca antes habían sido presentados ni por las propias víctimas ni familiares y menos aún por ciudadanos comunes (pese a que todos estábamos al tanto de infinidad de casos; algunos de notoria publicidad y conocidos por muchos.
En la jornada se encontraron denunciantes que jamás habían llevado a la Justicia su situación personal (tortura, prisión, robo, acoso, etc) con familiares (hijos en su mayoría) de ex-presos, muertos a causa de la tortura o desaparecidos.
Sin embargo entiendo que lo mas destacable fue que la inmensa mayoría de los participantes fueran jóvenes menores de 25 años. Ninguno de ellos sufrió en carne propia ni tan siquiera en la de sus familiares directos ninguno de los delitos de lesa humanidad cometidos por la dictadura en el Uruguay. Jóvenes nacidos cuando la dictadura era «cosa pasada» y vientos de democracia soplaban sobre el Uruguay y el resto de Latinoamérica.
Motivo de otro análisis sería preguntarse que cosa hizo que tanto víctimas como familiares no hubiesen hecho denuncias antes (fundamentalmente en los años inmediatamente subsiguientes al retorno de la Democracia). Teorías hay muchas: temor, desconocimiento de la importancia de denunciar, grandes heridas tanto físicas como psíquicas y emocionales de víctimas y familiares. No creo que tenga mayor sentido analizarlo en este momento.
Algo si es real: no hay heridas, delitos cometidos por quienes tomaron el poder y por lo tanto en nombre del Estado, que se cierren por decreto, ley, plebiscito o cualquier tipo de «salida legal». Lo demuestran, por ejemplo, los actuales jucios en Alemania a los genocidas que aún viven para poder ser llevados ante la Justicia.
La sociedad uruguaya toda debe reconciliarse con su pasado, hacer Justicia, investigar y saber la verdad de los hechos acontecidos en dictadura para poder seguir mirando adelante; la derecha uruguaya se empecina desde la salida de la dictadura en intentar «convencernos», con la complicidad de los medios masivos de comunicación (detentados aún por la derecha), de que quienes creemos y exigimos Justicia tenemos «ojos en la nuca», que «solamente miramos al pasado» o que hay que «dejar el pasado atrás y mirar hacia el futuro».
Solamente podremos mirar hacia el futuro cuando se cierren capítulos abiertos de nuestra historia; solamente cuando en el Uruguay haya Verdad y Justicia con Juicio y Castigo a los Culpables, podremos continuar mirando hacia adelante.
Mientras tanto insistiremos en saber la Verdad y que se haga Justicia porque aunque se pretenda lo contrario los delitos de lesa humanidad no prescriben.
A continuación el comunicado emitido a la prensa al cierre de la actividad.
Comunicado de Prensa
Finalizada la jornada, los organizadores/as evaluamos la misma como muy positiva. Ejercimos nuestro derecho ciudadano a denunciar y solicitar al Estado la investigación y eventual sanción a los responsables de crímenes de lesa humanidad.
En el día de hoy se presentaron ante las comisarías 128 casos que no habían sido previamente denunciados.
La jornada se concentró en el local central de la FEUU [Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay]. Las comisarías que recepcionaron [las denuncias] fueron: 1°, 2°, 3°, 4°, 5°, 6°, 10°, 11°, 12°, 13°, 19°, 24°, ciudad de Las Piedras, Solymar y Salinas.
Varios lugares del interior se sumarán a la propuesta, por lo que el número de denuncias irá creciendo en los próximos días.
Se continuará denunciando, ya que en el día de hoy, hubo inconvenientes con algunas comisarías que no estaban preparadas para recibirlas.
La dificultad mayor ocurrió en la comisaría de Ciudad del Plata (San José) donde el juez penal de turno, según los efectivos policiales, habría dado la órden de no recepcionar las denuncias que algunos ciudadanos querían presentar.
En otros casos simplemente hubo demoras que se resolvieron sin mayor inconveniente. Resolver estos obstáculos hacen al acceso y amparo que cada persona requiere ante el padecimiento de un delito. Tanto los de ayer como los de hoy.
Es de destacar, que se acercaron personas que nunca habían denunciado sus casos de tortura, prisión, desapariciones de familiares y otros delitos de lesa humanidad.
Esta acción busca ser un quiebre en el silencio al que durante décadas hemos sido sometidos como sociedad. Nuestra expectativa, más allá de esta acción puntual, que sin lugar a dudas en sí misma es de gran relevancia, es aportar a la plena vigencia de los valores participativos en una sociedad democrática.
Atentamente,
Organizadores Jornada de denuncia masiva de delitos de Lesa Humanidad.
(1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=137205
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