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Entrevista a Basem Tajeldine sobre la cumbre de las Américas

«EEUU debe reconocer la nueva realidad de América Latina»

Fuentes: XINHUA-CRI

La confrontación política entre Estados Unidos y Venezuela, así como la presencia de Cuba en la Cumbre de las Américas que concluyó el sábado en Panamá concentraron la atención de politólogos, comunicadores sociales e internacionalistas de la región. Esto se debe a que existe una «incongruencia en la actitud de Washington al asumir dos posturas […]

La confrontación política entre Estados Unidos y Venezuela, así como la presencia de Cuba en la Cumbre de las Américas que concluyó el sábado en Panamá concentraron la atención de politólogos, comunicadores sociales e internacionalistas de la región.

Esto se debe a que existe una «incongruencia en la actitud de Washington al asumir dos posturas diametralmente opuestas ante dos naciones de la región», aseguró el mismo día a Xinhua el analista venezolano Basem Tajeldine.

Mientras el continente mira con beneplácito la normalización de relaciones entre Washington y La Habana, con igual unanimidad los 33 países de América Latina y el Caribe han levantado sus voces para rechazar la orden ejecutiva firmada por el presidente Barack Obama que define a Venezuela como una «amenaza» para la seguridad de ese país.

El hecho acaparó la atención de los mandatarios en sus discursos y de los más de 2.000 representantes de las organizaciones sociales y movimientos populares que participaron de forma paralela en la Cumbre de los Pueblos.

«Obama se enfrentó hoy a una realidad incuestionable de que estamos ante una nueva realidad en América Latina que él debe atender, reconocer y respetar. Estados Unidos ya no podrá intervenir nunca más en los asuntos internos de las naciones sin enfrentar una respuesta consolidada en bloque por parte de todos los países de la región», aseveró Tajeldine.

A juicio del internacionalista, esa es «la mayor victoria» de la VII Cumbre de las Américas, al presentar el continente una posición unísona y contundente en la defensa de la soberanía, estabilidad, paz y dignidad de sus miembros, de manera especial al exigir la derogación inmediata del decreto de Obama contra Caracas.

«Estados Unidos debe desistir de esa postura imperial que ha caracterizado su política exterior» y reconocer con base en el respeto de las leyes internacionales la autodeterminación de todos los pueblos a decidir su futuro, indicó.

El experto elogió la alocución del presidente venezolano Nicolás Maduro, la cual consideró «consecuente» con los preceptos que históricamente ha exaltado la Revolución Bolivariana en todos los foros y encuentros internacionales.

«Venezuela no ha cedido nunca a presiones internas ni externas que buscan la renuncia o la negociación de sus principios y sus ideales», recordó Tajeldine.

El experto consideró que el llamado al diálogo expresado de manera abierta por Maduro a Obama, es otro factor que causa admiración.

«Maduro lo reiteró (…) el gobierno venezolano no es antiestadounidense, sino antiimperialista, porque se opone a las políticas que diseñan las grandes corporaciones, los monopolios financieros y trasnacionales que dominan la vida política y económica de ese país», insistió. 

La mejor prueba de ello es el programa social de abastecimiento de combustible que desarrolla desde hace varios años la empresa Petroleum Corporation (CITGO), filial de refinación en Estados Unidos de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la cual garantiza petróleo gratuito a las comunidades más pobres de Estados Unidos en invierno.

Tajeldine a su vez se refirió al discurso pronunciado por Obama como un mensaje «cargado de eufemismos», el cual a su vez muestra el «doble rasero que signa la política exterior» de Washington.

En especial sus posturas con relación a la democracia, los derechos humanos, la libertad de expresión y el rescate de la historia como elemento clave para comprender el presente.

«Obama dijo que no quería hablar de historia porque el prontuario de intervenciones contra la región es bien largo y Estados Unidos tiene mucho que esconder y tiene mucho interés en inducir el olvido en los pueblos del continente, por eso trata de confundir con mensajes de prosperidad y pragmatismo», indicó.

Para el analista político venezolano, la Casa Blanca trató de «hacer control de daños», ante la unánime postura de todas las naciones de la región contra las últimas «arremetidas imperiales», como es el caso del decreto contra Venezuela.

Sin embargo, enfatizó Tajeldine, Washington continúa promoviendo las organizaciones no gubernamentales (ONG) como actores políticos internacionales desestabilizadores y factores de perturbación de regímenes progresistas en el mundo.

«Las ONG han recibido históricamente financiamiento de dos institutos muy conocidos de Estados Unidos, la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) que se han encargado de materializar esa política de ‘torcer los brazos’ y chantajear a los gobiernos de la región» que deciden ser libres, apuntó.

A ello se suma la «errónea afirmación» de Obama, quien asegura que los tiempos de la guerra fría llegaron a su fin cuando, según Tajeldine, se aprecia un resurgir de esta política con nuevas categorías pero con el mismo objetivo, mantener la hegemonía mundial que ha perdido a raíz de la hecatombe y el declive del capitalismo.

Ejemplos como la intención de cercar a Rusia a partir del establecimiento de bases militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Eurasia e impedir la expansión de China en los mercados que antes eran exclusivos de Estados Unidos así lo confirman, señaló.

En América latina se han impulsado también acciones encaminadas a ese fin, al llevar adelante guerras de cuarta generación, acciones de desestabilización, conspiraciones mediáticas y promoviendo los llamados «golpes suaves» que denunció la presidenta argentina Cristina Fernández en su intervención, enfatizó el politólogo.

Al respecto Tajeldine certificó que Venezuela ha sido uno de los mayores objetivos de la Casa Blanca en el continente, pues más allá de las acciones directas emprendidas contra Caracas en los últimos años, se incluyen otras estrategias de carácter más sutil.

Tal es el caso de la reciente reunión sostenida por Obama con los jefes de Estado y de gobierno de los países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) efectuada el miércoles y jueves último en Jamaica, donde propuso otorgar 20 millones de dólares de financiamiento para desarrollar proyectos de energía limpia en el área.

Una iniciativa que, de acuerdo con el internacionalista venezolano, responde a una maniobra de Washington para proponer un cambio del modelo energético que lleva adelante el acuerdo de Petrocaribe y restar la «influencia positiva» que tiene Venezuela en la región.

«Sabemos que esa política no surtió efecto porque no creo que ninguna propuesta que venga desde Estados Unidos pudiera competir con el tipo de relaciones beneficiosas para todos y humanistas que ha desarrollado Venezuela con los países del Caribe. Fue una misión fracasada de Obama lo que se vio en las posturas de los países del área», observó.

El presidente Maduro anunció en su discurso que en los 10 años de funcionamiento de Petrocaribe se han invertido más de 3.500 millones de dólares en las naciones parte del acuerdo energético y, gracias a su puesta en marcha, el producto interno bruto (PIB) de sus miembros creció 25 por ciento.

Para Finalizar, Tajeldine comentó a Xinhua que la resistencia, consciencia y unidad de los pueblos del continente han sido las mayores lecciones para Estados Unidos y su élite imperial en esta VII Cumbre.

«No les queda otro camino que aprender a respetar y reconocer que América Latina vive hoy una nueva realidad y defiende de manera cohesionada la soberanía y autodeterminación de sus pueblos», concluyó.

Fuente: http://espanol.cri.cn/782/2015/04/12/1s346315.htm