Desde hace más de 6 meses, y pese a la resolución de reinstalación emitida por las autoridades laborales, la empresa LIDO SA mantiene a 11 directivos sindicales en un estado de despido de hecho, impidiéndoles ingresar a la planta de producción, dejándolos sin salario y exponiéndolos a la penuria. El caso de los dirigentes cesados […]
Desde hace más de 6 meses, y pese a la resolución de reinstalación emitida por las autoridades laborales, la empresa LIDO SA mantiene a 11 directivos sindicales en un estado de despido de hecho, impidiéndoles ingresar a la planta de producción, dejándolos sin salario y exponiéndolos a la penuria.
El caso de los dirigentes cesados y de la violación al fuero sindical se está ventilando en los cinco juzgados de lo Laboral de San Salvador. Hasta el momento, la estrategia dilatoria de la patronal y la complacencia de ciertos jueces hizo que no prosperara.
«Nos encontramos en una situación muy difícil. Sin embargo, vamos a continuar exigiendo que se nos haga justicia y vamos a introducir nuevas demandas», dijo a La Rel Atilio Jaimes Pérez, secretario general del Sindicato de Empresa LIDO SA (SELSA).
Entre septiembre de 2013 y febrero de 2014, el SELSA, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentos (SITIPA) y su seccional por empresa LIDO SA convocaron sus respectivas asambleas generales, las cuales confirmaron en sus cargos a las autoridades salientes.
Esta decisión estratégica permitió a los abogados de los 11 dirigentes -8 del SELSA y 3 del SITIPA- presentar nuevas demandas en los tribunales, con el fin de lograr su reinstalación y el pago de los salarios caídos.
Además, con la ayuda de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), se interpuso un recurso de amparo por la violación del derecho constitucional a la libre sindicación, así como de los Convenios 87 y 98 de la OIT.
El jueves pasado, 6 de febrero, trabajadores y trabajadoras del SELSA y SITIPA se hicieron presentes ante la Fiscalía General de la Republica de El Salvador, para interponer una denuncia de carácter penal en contra de la Sociedad LIDO SA de CV, cuyo representante legal es el industrial Manuel Roberto Molina Martínez, por discriminación laboral y coacción al ejercicio de libertad sindical y del derecho a huelga.
«LIDO SA no solamente se está ensañando contra nosotros, sino que continúa contratando a trabajadores con otra razón social y presionando a nuestros afiliados para que renuncien o se desafilien. Su objetivo es aniquilarnos», explicó Jaimes Pérez.
Hasta el momento, LIDO SA ha rehusado negociar un nuevo Convenio Colectivo, ha hostigado y aislado a los afiliados al Sindicato masificando la tercerización, ha interpuesto una demanda en los juzgados pidiendo la suspensión o disolución del SELSA y ha presentado decenas de demandas de resolución de contratos individuales de trabajo.
Atentado contra la vida
Cándida Luz Flores Ramírez, secretaria general del SITIPA, Daysi Lilian Navas, secretaria de Cultura, y Rosa Lila Umaña, secretaria general de la seccional del SITIPA por empresa LIDO SA, explicaron las graves afectaciones derivadas de la estrategia antisindical de la patronal.
«Como trabajadoras y como mujeres estamos sufriendo la actitud vergonzosa de la empresa, que nos ha quitado el derecho al trabajo, a la salud y a una vida digna. Soy madre soltera de dos hijos y ya no puedo garantizar su educación, ni pagar los servicios básicos. Estoy endeudada y la situación se hace cada día más difícil. Lo que nos está haciendo la empresa es una vergüenza», dijo Cándida Luz, reafirmando su convicción de continuar con la lucha.
Jaimes Pérez, a su vez, tuvo que retirar a sus hijos de la universidad y, en más de una ocasión, su familia sufrió el corte del suministro de agua y de energía eléctrica.
«Mi esposa tiene un trabajo informal y estamos sobreviviendo en medio de muchas dificultades. Sin embargo, estamos convencidos de que no podemos abandonar esta lucha. Hacerlo equivaldría a renunciar a nuestro derecho al trabajo y a la libertad sindical», dijo el secretario general del SELSA.
Alfredo Osorio, secretario general de la Federación Sindical de Trabajadores Salvadoreños del Sector Alimentos, Bebidas, Hoteles, Restaurantes y Agroindustria (FESTSSABHRA), aseguró que el hecho de pertenecer a un sindicato convierte al trabajador en un enemigo de las patronales del sector privado.
«Eso ya no es posible. Necesitamos una reforma profunda y estructural de la legislación laboral, porque ya está desfasada, deficiente y no acorde con la situación actual», concluyó Osorio.
Fuente original: http://nicaraguaymasespanol.