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¿El fin del sueño socialdemócrata en Suecia?

Fuentes: nuso.org

La socialdemocracia sueca se encuentra en un momento de repliegue. Pese a que ha logrado, con dificultades, mantener el poder en las elecciones de fines de 2018, en alianza con partidos de centro, el modelo de Estado de Bienestar igualitario ha venido retrocediendo, se ha afianzado la contrarreforma económica, las desigualdades se han incrementado y […]

La socialdemocracia sueca se encuentra en un momento de repliegue. Pese a que ha logrado, con dificultades, mantener el poder en las elecciones de fines de 2018, en alianza con partidos de centro, el modelo de Estado de Bienestar igualitario ha venido retrocediendo, se ha afianzado la contrarreforma económica, las desigualdades se han incrementado y la extrema derecha nacionalista y xenófoba ha capitalizado parte del descontento social. Con todo, la izquierda sigue siendo una fuerza significativa, aunque necesitada de nueva energía, ideas novedosas y una renovada dosis de radicalismo en sus venas.

Las elecciones celebradas el 9 de septiembre de 2018 se saldaron con el peor resultado obtenido por los socialdemócratas suecos desde que en 1911 se introdujera el sufragio masculino cuasi universal. Entonces, el partido recibió 28,5% de los votos; esta vez, consiguió 28,3%. Se perdió todo un siglo de avance electoral. Aun así, la cúpula del partido saludó el resultado como una semivictoria y el líder partidario, Stefan Löfven -un respetable hombre de familia de mediana edad-, se fue de fiesta (con su esposa) hasta bien entrada la noche. Las ambiciones de los socialdemócratas suecos se han vuelto bastante modestas. Históricamente, el Partido Socialdemócrata de los Trabajadores (Socialdemokratiska Arbetareparti, sap ) fue, con creces, el más exitoso de los partidos socialdemócratas y laboristas del mundo. Durante más de medio siglo, entre 1932 y 1988, obtuvo en todas las elecciones más de 40% de los votos, en un sistema caracterizado por la representación proporcional, las circunscripciones de varios escaños y múltiples partidos. Ningún otro partido sueco ha superado desde la Primera Guerra Mundial 30%. Todavía en 1994, el sap obtuvo más de 45%. Gobernó el país sin interrupciones desde 1932 hasta 1976, excepto durante el gobierno de las «vacaciones de verano» de 1936, y nuevamente en 1982-1991, 1994-2006, 2014-2018 y hasta la actualidad.

La socialdemocracia llegó a Suecia a través de Alemania y Dinamarca, y los camaradas daneses sirvieron de modelo original para la primera generación de reformadores suecos. Pero desde mediados de la década de 1930, los suecos fueron universalmente reconocidos como los maestros de su clase. Entre 1932 y 1976, los socialdemócratas fueron eminentemente exitosos como impulsores de la reforma social desde el gobierno: cautos, graduales, bien preparados. Podían apuntar al pleno empleo, una economía próspera y abierta que fuese competitiva en los mercados mundiales, un generoso Estado de Bienestar y una sociedad igualitaria, que en 1980 tenía las tasas de desigualdad por renta y por género más bajas del mundo. La propuesta planteada por los sindicatos liderados por el sap de crear «fondos de inversión de los asalariados» en 1976 fue quizá la medida de mayor alcance hacia una economía socialista jamás avanzada por los socialdemócratas convencionaleshttps://nuso.org/articulo/el-fin-del-sueno-socialdemocrata-en-suecia/