Mario Hernandez (MH): Escuchábamos «Zorba, el griego» de Mikis Theodorakis, una vieja canción que nos introduce al tema que estaremos abordando hoy en este programa al que por fin le hemos encontrado un nombre después de más de tres meses de emisión, finalmente lo llamaremos «La gran aldea» a raíz de su temática centrada en […]
Mario Hernandez (MH): Escuchábamos «Zorba, el griego» de Mikis Theodorakis, una vieja canción que nos introduce al tema que estaremos abordando hoy en este programa al que por fin le hemos encontrado un nombre después de más de tres meses de emisión, finalmente lo llamaremos «La gran aldea» a raíz de su temática centrada en temas políticos internacionales y precisamente en esta nueva edición estaremos hablando de Grecia donde se ha producido una renovación de sus autoridades políticas a partir del triunfo el pasado 25 de enero del partido político Syriza que podríamos definir como de centroizquierda con un programa de medidas sociales, políticas y económicas que cuestionan las políticas de ajuste implementadas en Europa, particularmente en los países del sur: España, Portugal y Grecia.
Cuando hablamos de ajuste nos referimos en el caso de Grecia a una situación muy similar a la que vivimos los argentinos en 2001-2 para tratar de hacer una comparación. Les recomiendo la lectura del libro que hemos publicado el año pasado Europa: la hora de las alternativas del periodista español Antonio Cuesta Marín, corresponsal de Prensa Latina en Grecia, con quien precisamente estaremos comunicados en breves minutos desde la ciudad de Atenas para dialogar sobre qué significa para el pueblo griego y qué cambia con el triunfo de Syriza.
El pasado 13 de enero, Alexis Tsipras, el Primer Ministro electo, envió una carta abierta a los ciudadanos alemanes publicada en Handelsblatt, un importante periódico de finanzas alemán, titulada «Lo que nunca les dijeron sobre Grecia». No haremos la lectura completa, pero sí de su parte final que ilustra la situación a la que se está enfrentando el nuevo gobierno griego:
«Seré franco: la deuda griega es insostenible actualmente y nunca será devuelta, especialmente cuando Grecia está siendo sometida a una constante asfixia fiscal. La insistencia en estas políticas sin salida, y en la negación de la simple aritmética, le cuesta al contribuyente alemán muchísimo, mientras, al mismo tiempo, condena a una orgullosa nación europea a la indignidad permanente. Y lo que es peor: a este ritmo, más pronto que tarde, los alemanes irán contra los griegos, los griegos contra los alemanes y, de manera poco sorprendente, el ideal europeo sufrirá fallas catastróficas.
Alemania, y en particular los esforzados trabajadores alemanes no tienen nada que temer de la victoria de SYRIZA. Nuestro objetivo no es enfrentarnos a nuestros socios. No es asegurar préstamos más grandes o, equivalentemente, mayores déficits. Nuestro objetivo es, más bien, la estabilización del país, presupuestos equilibrados y, por supuesto, dejar de exprimir a los contribuyentes griegos en el marco de un préstamo que es, simplemente, impagable. Estamos comprometidos a terminar con la lógica de «extender y fingir», pero no contra los ciudadanos alemanes, sino desde una visión de ventajas mutuas para todos los europeos.
Estimados lectores, entiendo que tras su «demanda» de que nuestro gobierno cumpla con todas las «obligaciones contractuales», se esconde el miedo de que si ustedes nos dejan a los griegos un poco de espacio para recuperarnos, volvamos a las viejas y malas costumbres. Reconozco y respeto esta preocupación. Sin embargo, déjenme decirles que no fue SYRIZA la que incubó la cleptocracia que hoy finge suspirar por «reformas», siempre y cuando dichas «reformas» no afecten sus mal habidos privilegios. Estamos preparados y deseamos introducir reformas profundas, para las que buscamos el mandato de los electores, naturalmente en colaboración con nuestros socios europeos.
Nuestro objetivo es crear un New Deal europeo (un Nuevo Trato, se refiere a la política implementada en EE. UU. hacia mediados de la década del ’30 que enfrentó una profunda desocupación y recesión como consecuencia de la crisis de 1929), dentro del cual nuestro pueblo pueda respirar, crear y vivir en dignidad.
Una gran oportunidad para Europa está a punto de nacer en Grecia el 25 de enero. Una oportunidad que Europa no puede permitirse perder».
¿Quién es Alexis Tsipras, el Primer Ministro electo y líder de Syriza?
Es ingeniero, de 40 años. A mediados de los años 80 se incorporó a las Juventudes del Partido Comunista. Tuvo militancia en la escuela secundaria y luego en la Universidad. Allí, en 1995, llegó a ser miembro del Consejo Central de la Unión Nacional de Estudiantes de Grecia. En 1999, tras alejarse del PC oficial, fue elegido secretario de la Juventud de Synaspismos, una coalición que nucleaba a los ex comunistas. En ese cargo estuvo hasta el tercer congreso de la organización en marzo de 2003. Un año más tarde fue elegido miembro de Comité Central. En 2006, Syriza, la alianza con los partidos más pequeños de la izquierda local, propuso a Tsipras -que entonces solo tenía 30 años- como candidato a la alcaldía de Atenas para las elecciones municipales. La candidatura fue bien recibida, especialmente por los votantes más jóvenes, y formaron el trampolín del partido para las elecciones generales griegas de 2007, donde Syriza conseguiría su primer bloque en el Parlamento, con 14 escaños. Tsipras fue un duro detractor de los ajustes encabezados por la Troika del FMI, el Banco Central Europeo y la Unión Europea. Sus posiciones duras contra el ajuste realizado por los socialistas y la derecha le dieron autoridad y generaron expectativa. Apoyado en su carisma y su buena oratoria, en las anteriores elecciones la izquierda griega sacó el 16% y el 26% respectivamente, sumando y preparando el reciente triunfo.
Hay que hacer la aclaración que el 36% del electorado que conquista Syriza en la última elección fue sobre la base de una abstención del 35% de los ciudadanos en condiciones de votar, por lo tanto, estamos hablando de un 22% de los electores. Entonces, podríamos decir que Syriza representa cerca de ¼ de la ciudadanía en condiciones de votar.
Ya tenemos en línea a Antonio Cuesta Marín desde la ciudad de Atenas. Buenas tardes, Antonio.
Antonio Cuesta Marín (ACM): Aquí estamos comenzando la noche con concentraciones en el centro de Atenas y en otras ciudades.
MH: ¿Por qué motivo?
ACM: En estos momentos está a punto de comenzar una reunión importante para el futuro de Grecia de los Ministros de Finanzas de la zona euro. A esta reunión se llega con muchas amenazas contra el gobierno griego, ultimátums de que tiene que cumplir con lo que acordó el gobierno anterior sino ajustarse a lo que pueda venir si cae en bancarrota.
Mientras tanto, la población ha querido mostrar su apoyo a la firmeza del gobierno a la hora de decir que ya no quiere más medidas de austeridad y que pretende llevar a cabo un plan donde las reformas conduzcan al desarrollo social y económico del país. La gente también ha querido manifestarse en las calles en apoyo de su gobierno y la firmeza que tiene.
Los sondeos de opinión que han sido constantes durante todos estos días han dado unos porcentajes altísimos de respaldo a la gestión gubernamental en los pocos días que lleva al frente del país con resultados del 75/80% de apoyo popular.
MH: Me resulta sorprendente porque hace un par de semanas comentábamos con Guillermo Almeyra, analista internacional de La Jornada de México, la importancia de ganar apoyo ya que por el 35% de abstención, Syriza representaba solo el 22% del electorado. Ahora, ese apoyo se ha ampliado a un 80% y quiero agregar un hecho inusual, inédito, que una manifestación de miles de personas haya recibido a un Ministro de Finanzas, como en el caso de Yanis Varufakis, a su regreso de una gira europea.
ACM: Desde que este gobierno ha llegado al poder, o mejor dicho al gobierno, como ellos mismos se encargan de aclarar, se han dado gestos simbólicos y reales hacia la población, de plantear claramente cuáles son las prioridades, la gente que más está sufriendo ahora, a quienes les han cortado la electricidad en sus viviendas, que no tienen acceso a la sanidad médica o ningún tipo de ingreso como buen número de desempleados, ha quedado claro que son las prioridades del gobierno y eso ha generado una ola de ilusión y esperanza, porque en Europa estamos acostumbrados a que los partidos políticos digan una cosa, pero cuando llegan al gobierno hagan otra, o en cuanto ven la mínima dificultad para realizar sus políticas, hagan exactamente lo contrario.
En este caso no solo se trata de ilusión sino también de admiración por las figuras que componen el Ejecutivo, como es el caso del Ministro de Finanzas, Varufakis, que tiene seguidores como si fuera una estrella de la música, que les gusta como viste o el hecho que vaya en moto y no en un coche oficial blindado y con escolta.
Naturalmente, ha sido un vuelco hacia todos los niveles la apertura que ha significado un gobierno como el de Alexis Tsipras en Grecia.
MH: ¿Cuándo hablamos de la crisis griega que qué estamos hablando? ¿Cuáles serían los índices que explican el sufrimiento de la población? Antes de comunicarnos les comentaba a los oyentes que la podríamos comparar con nuestro 2001-2 que fue la imagen que me dejó la lectura de tu libro Solidaridad y autogestión en Grecia, que hemos publicado en Argentina con el título de Europa: la hora de las alternativas, aunque estamos pensando el cruzarle una bandita con el título original.
ACM: Tendríamos que hablar de muchas Grecias porque la situación no es igual en las ciudades que en las zonas rurales donde la incidencia del desempleo puede ser mayor, pero las posibilidades que tiene una familia de alimentación o gastos que no soporta como el transporte, pueden ser un alivio.
Tenés la zona de Atica, que sería como Buenos Aires, con la capital y el entorno urbano, que congrega aproximadamente el 40% de la población. Es la zona más poblada y con características urbanas.
Después está la zona de las islas que concentra el turismo que facilita ingresos que no hay en otras partes del país.
Atica cuenta con alrededor de un 30% de desempleo, varios millones de personas, alrededor de un 40% sin acceso a la sanidad pública porque en Grecia cuando alguien quedaba sin empleo tenía un seguro por seis meses mientras recibía una pequeña pensión de desempleo, pero a partir de ese momento, junto a su familia, quedaba fuera de cualquier cobertura sanitaria. No tener ingresos, también incide en quedarse sin electricidad en la vivienda. Ahora llevamos un par de días de bastante frío con una fuerte nevada y me imagino lo duro que es para mucha gente el invierno en esas condiciones.
MH: Estos datos que estás dando sobre la crisis social no cuentan para el Banco Central Europeo (BCE) que, por el contrario, dejó de aceptar los bonos griegos como garantía por financiamiento en una decisión que coloca sobre el Banco Central de Grecia la carga de financiar a sus prestamistas y que la aísla, a menos que alcance un nuevo acuerdo de reformas económicas, es decir, que la denominada Troika, el BCE, el FMI, sintetizando, el gobierno alemán, reclaman una profundización del ajuste.
ACM: El único interés de la Troika, con Alemania a la cabeza, es seguir profundizando en Europa las llamadas reformas neoliberales que llevan a la pauperización de toda la sociedad o de la mayor parte de ella. A una eliminación de prácticamente todos los derechos sociales y laborales y todo eso se intenta vender como la única forma para conseguir salir de la crisis, cuando lo que ha ocurrido durante 5 años, desde mayo de 2010, cuando empezaron las medidas de austeridad, ha sido lo contrario. La deuda griega aumentó, el desempleo se disparó, un montón de índices sociales han caído como el aumento de la mortalidad infantil, por ejemplo. Por donde se vea ha sido una catástrofe humanitaria.
La única explicación es que hay muchos acreedores, muchos inversores que hacen negocios con el sufrimiento del pueblo griego y el esfuerzo tremendo que ha hecho el gobierno hasta ahora por seguir pagando y estar al día con los intereses, pero que es una deuda insostenible lo dice todo el mundo, no solo el gobierno actual, incluso economistas neoliberales, agencias de inversión y medios especializados en finanzas. Lo que ocurre es que si Grecia se endeuda más y más y más, hay gente que a costa de ese sufrimiento y sacrificio, sacan más y más y más beneficios.
Entonces el actual gobierno dice: «esto hay que pararlo porque no tiene ningún sentido, no lleva a ningún lado y hay que reestructurar la deuda. Nosotros no queremos dejar de pagarla, pero no podemos hacer inviable la existencia de una población y un país».
MH: Me voy a permitir adoptar la posición del Financial Times, uno de los diarios más «prestigiosos» del capitalismo mundial. Unos de sus editorialistas, Martin Wolf, dice que sin embargo, discrepando con tu comentario anterior, «se ha hecho poco» y afirma: «hasta ahora el resultado de la crisis en Grecia fue máxima austeridad y mínima reforma, el ajuste fiscal fue doloroso pero no ha cambiado el clientelismo político y la corrupción, es el peor de los mundos. El pueblo griego sufrió en vano. Son más pobres pero no surgió una Grecia más productiva. Con el gobierno de Syriza parece más probable una salida de Grecia del euro que un nuevo acuerdo productivo.»
ACM: Yo creo que tiene razón en el tema de la corrupción en el régimen bipartidista que se estableció después de la Dictadura de los Coroneles en 1974. Durante 40 años hubo dos partidos: Nueva Democracia y el PASOK, que se repartieron el poder y muchos miles de millones de dracmas en un principio y euros después, como forma de corrupción. Con ese dinero no solo se pagaban sobornos y corrupciones, sino que se contrataban a miles de personas, sobre todo en períodos electorales, a cambio de conseguir sus votos. Las redes clientelares, sobre todo en las zonas rurales, estaban muy extendidas y el PASOK las amplió dentro de la administración del Estado y los sindicatos, donde colocaban a familiares y amigos.
Eso es cierto, incluso la corrupción por los niveles más bajos de la administración ha funcionado y los gobiernos anteriores no se interesaron en erradicarla porque de eso vivían electoralmente. Medidas que afectaban a las clases más bajas y populares, y que no molestaban ni inquietaban a su verdadero apoyo que eran las clases elevadas, los grandes medios de comunicación y las grandes empresas del país. No se ha hecho nada para reformar la estructura hacia un Estado más democrático y transparente en su funcionamiento y honesto en su gestión.
Precisamente, cuando el nuevo Primer Ministro habla de reformas está haciéndolo de las que no se llevaron a cabo en 40 años y tienen que ver con una mayor participación de la gente, que haya una mayor transparencia y eficacia en los servicios públicos, que no se derroche el dinero en cosas absolutamente innecesarias o en lujos para la clase política o dirigente. Ese tipo de reformas se tienen que llevar a cabo lógicamente, pero también las otras que afectan a las grandes partidas presupuestarias. Se puede elegir cortar los salarios de los funcionarios públicos o de la partida sanitaria o hacerlo de grandes infraestructuras o nuevos aeropuertos o cualquier otra que no son prioritarias en estos momentos de crisis.
Este es un poco el planteamiento que está haciendo el nuevo gobierno, no solo recortar lo que es producto de la corrupción y la mala gestión de los bienes públicos, sino también la grandísima evasión fiscal por parte de las grandes fortunas y la gente que más dinero tiene, que han estado prácticamente exentos y los dejaban bastante tranquilos si no pagaban y han estado sacando dinero del país sin ningún tipo de control.
En estos días, al salir cifras concretas, se estimaban en 3.500 personas, las que habían defraudado en los dos últimos años más de 7.000 millones de euros.
Al final es una cuestión de prioridades, de dónde ponés el acento, dónde recortás y de dónde obtenés más ingresos.
Las medidas irán en un primer momento a detener la catástrofe humanitaria
MH: ¿Cuáles son las primeras medidas que propone el gobierno de Alexis Tsipras?
ACM: Oficialmente el gobierno empezó esta madrugada porque la moción de investidura empezó el fin de semana y finalizó la noche pasada con la votación final de Alexis Tsipras y su equipo de gobierno.
Hasta ahora las medidas habían sido anunciadas pero no se habían llevado a cabo porque tenían que ser refrendadas por el Parlamento. A partir de ahora se irán presentando, pero a nivel interno, básicamente, al margen de la negociación que empieza hoy en la Cumbre del Eurogrupo, en un primer momento van a ir a detener la catástrofe humanitaria.
En ese sentido ya se han dado las pautas que regirán un tramo mensual gratuito para el suministro a 300.000 familias que carecen de electricidad, un mínimo de kilovatios para que cualquier familia pueda vivir, 3.500 funcionarios públicos que habían sido despedidos arbitrariamente serán readmitidos, la posibilidad que en un breve plazo se aumente el salario mínimo y la actualización de una ley derogada sobre los convenios colectivos y la negociación colectiva entre sindicatos, gobierno y empresarios.
Esas serían las primeras medidas junto a la paralización del programa de privatizaciones de empresas públicas.
MH: El Primer Ministro griego ha reclamado que Alemania debe a Grecia U$S 200.000 millones por daños ocasionados durante la ocupación nazi. Al respecto, ¿se ha hecho algún planteo formal?
ACM: Ayer el Ministro de Relaciones Exteriores griego estaba en Berlín y cuando quiso sacar el tema a su homólogo alemán, éste lo cortó diciendo que la demanda griega no tenía fundamento. No sé exactamente cuál es el camino legal o formal para hacer efectiva esa reclamación, pero el gobierno griego está convencido de seguir adelante no solo por justicia para las víctimas y para el país que no recibió ningún tipo de compensación, ni siquiera por unos préstamos que el Banco de Grecia otorgó al gobierno nazi de Berlín durante la ocupación. No solo por dignidad sino porque se trata de una partida de dinero importantísima por la situación en la que se encuentra el país.
La única excusa argumentada por Alemania son dos tratados que no hacen ninguna referencia a la cancelación final. Creo y confío en que el gobierno griego seguirá adelante con este reclamo porque lo asiste la justicia y el derecho a recibir la compensación que le corresponde.
Por primera vez en décadas en Europa se intenta hacer una política a favor de las mayorías
MH: ¿Qué repercusión tuvo el triunfo de Syriza en tu país, España, donde una formación política similar, Podemos, en los últimos días se ha transformado en la segunda fuerza electoral?
ACM: Probablemente la situación tiene que cambiar porque depende de cómo evolucionen en el futuro cercano las cosas en Grecia. Ahora mismo no está nada claro. Por encima de las diferencias con sus socios europeos, el problema político es más complicado para la UE que para Grecia, porque mientras el gobierno griego cuenta con el apoyo mayoritario de la población, en Europa, ya hay voces que alertan si fueran incapaces de llegar a algún tipo de acuerdo y fueran inflexibles obligando a Grecia a salir del euro.
Una actitud de intransigencia e intolerancia en una Unión que se supone entre países iguales, demostrando que la democracia no sirve para nada y lo que deciden los ciudadanos de un país puede ser impedido por los países más fuertes, sería un golpe muy serio para la UE como garante de ningún tipo de democracia o en todo caso de una muy restrictiva y represora.
Además está la situación que fuera de la UE, Grecia tiene aliados que podrían inquietar aún más como Rusia. Hoy estuvo el Ministro de Relaciones Exteriores, está prevista una visita del Ministro de Defensa y para el 9 de mayo el Primer Ministro se entrevistaría con Putin en Moscú. Grecia y Rusia han manifestado que en caso de haber dificultades de financiamiento con sus amigos europeos, Rusia estaría dispuesta a estudiar la posibilidad de prestar dinero a Grecia.
Yo no creo que los europeos con el conflicto abierto en Ucrania debieran descuidar la situación que se podría abrir con un país como Grecia y las relaciones históricas que ha tenido con Rusia fundamentalmente por razones que tienen que ver con la Iglesia Ortodoxa y culturales o empujar hacia afuera de la UE a un socio comunitario, me parece políticamente un dislate.
MH: Te insisto con mi pregunta anterior. ¿Cómo impacta en España el triunfo de Syriza?
ACM: Se me pasó. Desde luego ha tenido una influencia muy impactante y ha dado uno de los últimos empujones que ha recibido Podemos. Si la situación se desarrolla más o menos favorablemente en Grecia, tendrá mucho más apoyo y contará con un respaldo y legitimidad mucho más importante.
Por eso es también un factor de riesgo para la UE tratar de evitar que la propuesta de Syriza no salga bien del todo o en absoluto, para evitar el contagio a otros países. Concretamente, todo el mundo tiene puestos los ojos en España porque claramente el Partido Popular va cayendo producto de su pésima gestión y los casos de corrupción, pero también es importante que en Grecia haya una evolución positiva, al menos popular.
Lo que dicen los grandes medios ya lo sabemos, son capaces de sostener que los bancos van a cerrar o fabricar un «corralito» como pasó en Argentina, aunque no tengan argumentos. Creo que a los pueblos no se los puede engañar cuando por primera vez en décadas se intenta hacer en Europa una política a favor de las mayorías.
O estás a favor o en contra. La situación se radicaliza en ese sentido, si estás a favor de los oligarcas que gobernaron durante los siete años que dura la crisis en Grecia, viviendo bien y sin problemas. Aquí hay barrios donde parece que vivieras en otro país, donde no parece que haya ningún tipo de crisis y otros más castigados donde se ve su impacto en los comercios, en las calles y en todas partes.
Confío que si mínimamente se van solucionando las cuestiones más acuciantes eso tendría su reflejo en España donde la situación no es tan dramática, pero sí muy mala para la mayoría de la población que también ha sufrido recortes muy duros. Partidos políticos como Podemos o cualquier otro partido de izquierda que se plantee aplicar políticas similares a las de Syriza tendrá sin dudas un reflejo positivo en las urnas.
MH: Te dejo el cierre para que desarrolles algún aspecto que no te haya consultado o creas importante.
ACM: Una cuestión que pasa de lado por la urgencia del momento y lo vivido en los últimos días es que se olvida el trabajo de fondo que es lo que cuento en mi libro: en casi todos los barrios y localidades hay asambleas locales y todo tipo de organizaciones sociales que han sido fundamentales a lo largo de estos años para dar ayuda humanitaria, comedores sociales, clínicas médicas para gente que se quedó sin sanidad, una red enorme de todo tipo de asistencia cultural, social, económica, de intercambio de bienes y servicios que muchas veces pasan desapercibidas, pero que llevan tiempo trabajando y han contado a la hora que Syriza esté donde se encuentra.
Ese trabajo es importante que continúe y se visibilice que el gobierno que hay en Grecia no solo es de un partido político, de su élite que ganó las elecciones, sino el resultado de cientos de miles de personas que desde la base han llevado propuestas, han empujado a los líderes, manifestando, apoyando las reivindicaciones de trabajadores en lucha, etc.
Ha sido tan importante lo que se ha dado hasta ahora como también que en estos momentos, que van a ser muy duros para el gobierno, siga existiendo un tejido social que apoye, defienda y también proponga nuevas vías y caminos, o cuando parezcan bloqueados, también alternativas.
MH: Muy adecuada esta aclaración porque FM 99.7 Che Barracas es una radio comunitaria y en el edificio donde funciona también lo hacen varias cooperativas populares, un comedor comunitario, un bachillerato popular, etc., y es justamente de lo que estás hablando para cerrar tu participación. Te quiero despedir con un tema de Paco Ibáñez, que creo sabrás apreciar, «A galopar». ¡A ver si se cumple!
ACM: Espero que sí. Muchas gracias y un abrazo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.