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Honduras

El invalido parlamento

Fuentes: Rebelión

«No es saludable estar bien adaptado a un sociedad profundamente enferma» Jiddu Krishnamurti. La invisibilidad del fracaso del sistema democrático en Honduras ahora es más visible ante el mundo. La deslegitimación del poder legislativo es más fuerte, puesto que ahora gobierna la fuerza militar dentro del hemiciclo. Durante 33 años los gobernantes de está nación […]

«No es saludable estar bien adaptado a un sociedad profundamente enferma» Jiddu Krishnamurti.

La invisibilidad del fracaso del sistema democrático en Honduras ahora es más visible ante el mundo. La deslegitimación del poder legislativo es más fuerte, puesto que ahora gobierna la fuerza militar dentro del hemiciclo.

Durante 33 años los gobernantes de está nación latinoamericana, hicieron alarde de ir a elecciones para elegir a sus nuevas autoridades y efectuar una fiesta cívica, pero el día 13 de mayo de 2014 se confirmó que esta acción solo ha sido un disfraz de apariencia.

Una aparienciaque ha sido de beneficio para el minúsculo sector que ha monopolizado lo pocoque se produce en Honduras, a través de las manipulaciones políticas y mediáticasque se desarrollan dentro del Congreso Nacional, cuyos diputados siempre hanlegislado para esta minoría, demostrando así, lo invalido de su parlamento.

La protesta realizada el día de ayer, por opositores y ciudadanos en general, es sólo un avance de la convulsión social que se avecina para esta nación centroamericana, que es gobernada por una dictadura político-empresarial y religiosa -militar.

Elementos de convulsión

En los últimos cinco años la era pos-golpe de Estado ha pasado a su etapa represiva dictatorial, en donde la intolerancia de la fuerza militar, no permite la vos de indignación de las grandes mayorías que habitan las Honduras en condiciones indignas de vida.

Prueba de esta intolerancia fue la represión que efectuaron elementos de seguridad del Estado, en las inmediaciones y adentro del edificio del Congreso Nacional de la nación hondureña, cuyo entorno quedo abrigado por la densa capa de gas lacrimógeno que acostumbra a lanzar la Policía militar.

La militarización total de los espacios públicos de Honduras, la criminalización de la pobreza y la juventud a través de campañas mediáticas provistas del más acérrimo odio contra esta población, la invencible crisis económica, el agudo desempleo, las constantes violaciones a los derechos humanos, el asesinato de campesinos y pueblos originarios, la venta abierta de la soberanía de lo que era un país, corrupción, fortalecimiento del crimen organizado y el narcotráfico, debilitamiento del sistema de salud y educación, carencia de medicamentos, son algunos elementos dictatoriales que comienzan a sucumbir la tranquilidad de su gente.

Bandera del hambre

No hay duda. La convulsión social por la paupérrima calidad de vida que mantiene sometido al pueblo de Honduras en la agraviante inseguridad social, y el alto costo de los combustibles, son elementos que adelantan brotes de rebeldía espontáneos, sin ninguna bandera política, más que la provocada por el hambre y el incremento de la desigualdad social.

Las acciones de ayer, dejan sin valor alguno el Congreso Nacional de Honduras. Hechos que por primera vez ocurren en las instalaciones de este hemiciclo, transformado ahora en el epicentro de la disputa entre los oprimidos y los opresores.

Nuevamente el preámbulo del escenario represor de la dictadura comenzó con una masacre de menores de edad, que recién enluto a varias familias en la zona norte hondureña. Luego el mensaje del miedo contra los defensores de derechos humanos, se enfrasco en la tortura contra el defensor de derechos humanos, José Guadalupe Ruelas, culminando con el atentado que sufrió el regidor municipal, Rafael Barahona, a quien se le disparo 10 veces.

Desobediencia

Los caminos de la convivencia social en la nación centroamericana no conducen hacia la paz de su Estado, puesto que el hecho de atacar a civiles desarmados con todo el equipo represor que pone en peligro la vida de un humano, son acciones cavernarias de la más pura dictadura.

Los pasos para recuperar estos caminos sólo pueden ser orientados a través de la búsqueda de la libertad del sometimiento en que se encuentra su pueblo. Porque la «desobediencia es el verdadero fundamento de la libertad. Los obedientes son los esclavos». Henry David Thoreau.

Ronnie Huete S. Corresponsal voluntario de la revista Caros Amigos editada en São Paulo (Brasil) para Centroamérica, de la agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaosenlared, del portal http://desacato.info, editado en Florianópolis (Brasil) y de hondudiario.com.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.