«Todo fluye, todo cambia» Heráclito La llaqta de Micaela Bastidas está transitando por una situación de crisis del régimen político de forma extraordinaria. Si bien es verdad, las crisis económicas han sido un lugar común en el pasado y al parecer en el 2019, contra todo pronóstico, solo vamos a llegar al 2% de […]
La llaqta de Micaela Bastidas está transitando por una situación de crisis del régimen político de forma extraordinaria. Si bien es verdad, las crisis económicas han sido un lugar común en el pasado y al parecer en el 2019, contra todo pronóstico, solo vamos a llegar al 2% de crecimiento del PBI (producto de una nueva recesión mundial en ciernes), pues, nunca antes en la historia de la República burguesa se hizo público lo que era un secreto a voces: La existencia de una mafia capitalista como el Club de la Construcción, que tiene como actores protagónicos a grupos de poder como Graña y Montero, políticos, jueces y fiscales (según la Contraloría, la corrupción le roba a Perú $3000 millones al año, mientras el INEI señala que hay 43.5% de niñxs con anemia). A la vez, por otro lado, se vive una etapa de convulsión social que tiene una «peculiaridad» en la protesta social de «diez años» contra «Tía María» que con los demás conflictos sociales se retroalimentan. Es en este contexto, que se realizó el Mensaje a la Nación del presidente Martin Vizcarra.
Adelanto de elecciones: El mismo caramelo con una diferente y «popular» envoltura para salir del impasse
Como analizamos en una nota anterior, la tendencia al Cierre del Congreso no se había agotado, y el desarrollo de los acontecimientos nos dio la razón (en verdad, las tendencias a la reacción contrarrevolucionaria y a la rebelión popular están siempre presentes en el desarrollo del movimiento, cambio y contradicción). Es cierto que el mandatario ha planteado en su discurso un Plan Nacional de Infraestructura interesante con una inversión de s/ 100 000 millones (paralizada por Lavajato), entre otras cosas, que pueden sonar a demagogia como el ofrecer SIS para todxs (cuando según Luis Lazo, de Foro Salud, los S/1 500 millones son insuficientes para llegar a los S/8 000 millones que se necesita, y cuando Pedro Francke, escribe que más bien el presupuesto se ha reducido en S/447 millones de soles, de S/2 214 millones en el 2018 a solo S/1 767 millones el 2019 ), menospreciando las demandas populares laborales/económicas y avanzando con las APPs y el «rochozo» aeropuerto Chincheros ; pero la cuestión de fondo es que la propuesta de reforma para Adelantar las Elecciones para julio del 2020, es una decisión desesperada para salir del impasse político que vive el país.
Y es que con un Congreso que lo ridiculizaba al «desnaturalizar» su reforma política (inmunidad parlamentaria, etc.), una economía paralizada, indicadores del INEI de un rebrote de la pobreza, una popularidad en caída (6% según IPSOS), y una protesta social y combativa contra Tía María, que, al desarrollarse a nivel nacional, lo «amenazaba» con convertirse en el epicentro de su derrota, pues, no le quedo más opción que jugar sus cartas y decidirse por la demagogia al ofrecer el mismo «caramelo» pero con una diferente y «popular» envoltura, ya que a la vez que el Cierre del Congreso «sintoniza» con el clamor popular, le mete la «yuca» al mismo pueblo al aprobar el DS 237/2019-EF y la Agenda País de la CONFIEP.
Hay que destacar que durante todo este tiempo de «polarización en las alturas», el Legislativo y Ejecutivo han aprobado leyes como la 27623, 27624 de devolución de impuestos a las grandes transnacionales mineras por S/ 23 000 millones solo desde el 2012 al 2017, mientras que los ingresos al fisco, del 2012 al 2019, se redujeron a solo S/ 2 481 millones (como muestra el cuadro superior).
Por estas razones, el adelanto de elecciones no va a cerrar la crisis política ya que ésta tiene su origen en el sistema de dominación y explotación capitalistas. De llevarse las elecciones el 2020 habrá caras nuevas, nuevos partidos (partido morado) o coaliciones políticas (APP, UPP, RN, «topos», etc.), pero el Congreso como institución responde a la institucionalidad de los poderes fácticos como G y M, que de investigados han pasado a ser colaboradores eficaces. Lo que intenta hacer Vizcarra con esta reforma es, por un lado, distraer al pueblo con la nueva envoltura del caramelo, y por otra, «patear» la crisis para más adelante.
Un mensaje para la CONFIEP
Es así como de tener distante a la CONFIEP (esto y el desarrollo de un nuevo Fujimori incontrolable, le impidió cerrar el Hemiciclo la vez pasada), ahora, la tiene, relativamente, de su lado. » Es una sorpresa que no esperábamos. Esta salida es decorosa porque se van los dos poderes del Estado y se renuevan las autoridades a través de una nueva elección…», sentenció Isabel León (Gestión, 28/07/19).
El Plan «combo» estratégico de Vizcarra: Equilibrios que generan nuevos desequilibrios
El ascenso de Vizcarra al poder político se dio en medio de complejas contradicciones como lavajato y un ascenso de la lucha de clases que tuvo en el indulto a Fujimori su punto de quiebre (que ahora salen con más agudeza a la superficie). Pero una vez en Palacio, el hombre que proviene de la tierra de Mariátegui y fue testigo del desarrollo del Moqueguazo (que derrotó a 1000 y arrodilló a 60 policías bajo la batuta del Gral. ( r ) Jordán), se manejó, por un lado, con una estrategia bonapartizante como el referéndum, «polarización con el Congreso», prisiones preventivas (en vez de juicios sumarios), reformas, etc. con el fin de buscar equilibrios, pero que al final han producido nuevos desequilibrios (CNM y JNJ no funcionan y las preventivas desbordaron teniendo que meter presos a Susana, Toledo, etc.), y por otro, con pies de plomo, para enfrentar los conflictos sociales logrando «bloquear» y descomprimir las protestas con fuertes tendencias a la «rebelión popular» como en Las Bambas, Puno, Loreto, y reivindicativas como las del SUTEP, CGTP, Paro Agrario, etc.
Los nuevos escenarios, el desarrollo del vizcarrismo y las masas
Hay escenarios para todos los gustos. Desde los que señalan que el Parlamento le negará la reforma a Vizcarra obligándolo al Cierre del Congreso estilo Fujimori, hasta los que señalan que primero renunciará él y Mercedes Araoz lo reemplazará (como viene ella declarando y generándole una grieta en el Ejecutivo) o que en su defecto el Congreso tramita el proyecto y se van todos en el 2020 (con trampa para reelegirse algunos congresistas). Pero lo que no se subraya es que Vizcarra ganó la iniciativa a la derecha y a la izquierda. Y que, en el peor de los casos, él se victimiza y se hace cada vez más popular desarrollando una nueva corriente política de centro derecha liberal (equidad de género, paridad, etc.). Es lo que su escritora Rafaela León, llama, «Un poder en construcción». No obstante, lo que se obvia es el factor que hace la historia: Las masas.
¿Hacia un embate con los pueblos del sur?
Hasta ahora, en medio de la ausencia de una dirección mariategista, el vizcarrismo ha logrado imprimirle varias «derrotas coyunturales» a la CGTP (la directiva nacional, más allá de Marchas aisladas, nunca organizó un Plan Unitario de Lucha), Las Bambas (con la intermediación de la Iglesia), Loreto, el SUTEP, articulando una correlación de fuerzas con la embajada yanqui, FF.AA., capital financiero/transnacional, acentuando la tendencia de «reacción democrática burguesa o de normalización del régimen político». Pero si como parece, el Comando de Lucha de Arequipa, organiza un Plan con una huelga indefinida exitosa en toda la región Arequipa a partir del 5 de agosto y una Marcha hacia Lima para los próximos días, pues, el nuevo «caramelo» reaccionario de Vizcarra/CONFIEP, puede convertirse en su contrario desarrollando una rebelión popular en toda la macro sur, después de casi 20 años del Arequipazo y 10 de los demás Azos (Moqueguazo, Tacnazo, Baguazo), que puede dar un salto político planteando la renuncia de Vizcarra.
El presidente tiene varios «frentes de guerra política» abiertas (Lecaros, del poder judicial, el TC, la SNI, y varios «notables» de la sociedad están en contra). Las horas y días que vienen son decisivas. Vizcarra debe estar pensando en cómo desactivar la huelga en Arequipa. Si da un paso atrás y moviliza a las masas por el cierre del Congreso, se bonapartiza más. Si, por el contrario, hay un tambeño muerto producto de la represión, el gobierno cae o da marcha atrás pero muy debilitado, acabando con «la democracia de un dígito» o poniéndole la alfombra a Araoz.
La calle en disputa
El analista De la Puente, escribió varios meses atrás, una nota, preocupado porque «no había una disputa por las calles», pues, bien ahora, las masas van a poner su sello (como la han venido haciendo durante todo este tiempo, pero sectorizadas, aisladas).
Un impase político prolongado planteará tarde o temprano la intervención de los militares.
César Zelada. Director de la revista La Abeja (teoría, análisis y debate).
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