La Unión Europea implementa un nuevo sistema de gestión de fronteras endureciendo los controles migratorios con alta tecnología. Las grandes compañías armamentistas y de defensa ya cosechan los frutos de esta nueva política Frontex, el organismo responsable de las fronteras externas del bloque, confirmó que otorgó fondos a grandes fabricantes de armas y equipos de […]
La Unión Europea implementa un nuevo sistema de gestión de fronteras endureciendo los controles migratorios con alta tecnología. Las grandes compañías armamentistas y de defensa ya cosechan los frutos de esta nueva política
Frontex, el organismo responsable de las fronteras externas del bloque, confirmó que otorgó fondos a grandes fabricantes de armas y equipos de seguridad para que hicieran demostraciones de sus dispositivos. Las agencias de seguridad nacionales participaron en estas muestras como posibles clientes.
«En el caso de las compañías Lockheed Martin, FAST Protect AG, L-3 Communications, FLIR Systems, SCOTTY Group Austria, Diamond Airborne Sensing e Inmarsat, el reembolso fue de 30.000 euros» (más de 39.000 dólares), señala la respuesta por correo enviada por Frontex.
Las compañías participaron en demostraciones de aviones no tripulados en Aktio, Grecia, en octubre de 2011, y 13 de ellas (Israel Aerospace Industries, Lockheed Martin, FAST Protect AG, L-3 Communications, FLIR Systems, SCOTTY Group Austria, Diamond Airborne Sensing, Inmarsat, Thales, AeroVision, AeroVironment, Altus, BlueBird) mostraron sus soluciones tecnológicas de vigilancia marítima.
«Los pagos a las compañías para cubrir los gastos en que incurrieron por participar en la demostración de Aktio varían de 10.000 a 198.000 de euros» (entre 13.000 y 259.000 dólares), indicó Frontex.
La estadounidense Lockheed Martin, la francesa Thales y la israelí IAI están entre las grandes compañías de la industria armamentista y de seguridad.
Frontex organizó por lo menos otras cinco presentaciones de tecnología de vigilancia aérea y terrestre, tres en Finlandia, una en Francia y otra en Alexadroupolis, Grecia, en octubre de 2012.
Todas las demostraciones forman parte de la preparación para el lanzamiento de Eurosur, el Sistema Europeo de Vigilancia de Fronteras Exteriores, que apunta a mejorar la cooperación entre las agencias de seguridad de los países del bloque y promover la vigilancia de Frontex, con un énfasis especial en el mar Mediterráneo y el norte de África para controlar la inmigración.
Los planes de vigilancia pretenden utilizar aviones no tripulados para identificar barcos con personas que pretendan cruzar el Mediterráneo con destino a Europa.
Eurosur es uno de los principales instrumentos del nuevo régimen de control fronterizo, junto con «Smart Borders» (Fronteras Inteligentes), que pondrá en marcha un Sistema de Entrada- Salida (EES, por sus siglas en inglés) para identificar a quienes permanezcan más allá del plazo de vigencia de su visa.
También implementará el Programa Viajeros Registrados (RTP, por sus siglas en inglés) para permitir que las personas previamente evaluadas crucen la frontera más rápido.
El sistema se basará en el uso de información biométrica y en una gran base de datos personales.
El paquete legislativo que creó Eurosur fue aprobado a mediados de noviembre de 2012 por el comité de libertades civiles del Parlamento Europeo, y se prevé que pronto reciba la luz verde definitiva de todo el órgano, así como del Consejo Europeo, órgano intergubernamental del bloque.
Mientras, Eurosur avanza lejos de la mirada del público.
La demostración de equipos disponibles es una medida significativa en la firme construcción de un nuevo sistema de gestión de fronteras de la UE. Entre 2014 y 2020, los estados miembro serán alentados a comprar los dispositivos con apoyo del bloque.
La Comisión Europea estima que la creación de Eurosur podría ascender a 338 millones de euros (casi 443 millones de dólares). Pero Borderline (línea fronteriza), el estudio sobre el nuevo sistema publicado por la Fundación Heinrich Boll, sostiene que los costos pueden «fácilmente» ascender a 874 millones de euros (1.145 millones de dólres), dato que rechaza la Comisión.
La implementación de la iniciativa Fronteras Inteligentes se estima que ascenderá a 400 millones de euros (524 millones de dólares), según la Comisión, más otros 190 millones de euros (248 millones) al año de costos operativos.
Según el estudio Borderline, «pese a la ausencia de un proyecto de ley o hasta de un acuerdo de principios sobre la implementación de fronteras inteligentes en la UE, la Comisión ya destinó 1.100 millones de euros (1.441 millones de dólares) al desarrollo del sistema EES y RTP del Fondo de Seguridad Interna de la UE» (2014- 2020).
El Fondo de Seguridad Interna se convertirá en un nuevo componente del próximo presupuesto del bloque (2014-2020), en reemplazo del existente Fondo de Fronteras Externas.
Según una propuesta de la Comisión, el Fondo Interno ascenderá a 4.648 millones de euros (6.648 millones de dólres) al año, y entre sus prioridades estratégicas se encuentra «financiar la creación del EES y del RTP así como la introducción y la operativa de Eurosur, en especial a través de la compra de equipos, infraestructura y sistemas de seguridad por los estados miembro».
También «promoverá el potencial operativo de Frontex al invitar a los miembros de la UE a destinar recursos adicionales en el marco de sus programas para equipos especializados, que podrán estar a disposición del organismo para sus operaciones conjuntas», añade.
A principios de diciembre, el Parlamento Europeo dio luz verde al Fondo de Seguridad Interna. Ahora solo hace falta la aprobación del Consejo Europeo para que se vuelva operativo. Se prevé que los estados miembro tomarán la decisión final sobre el presupuesto de la UE en febrero de 2013.
«La política de seguridad en la frontera va en la dirección errónea», dijo la europarlamentaria del Partido Verde Ska Keller.
«En este contexto de profundas medidas de austeridad y de recortes presupuestarios, es increíble que la UE gaste millones de euros en ‘fronteras inteligentes’, aviones no tripulados y otras tecnologías de vigilancia», añadió.
«Es un vergüenza mayor que quienes se beneficien de Eurosur sean las grandes compañías de defensa europeas», subrayó.