«Sabés una cosa pueblo, es el mundo al revés, en el estrado tendrías que estar vos y nosotros aplaudiendo (…) esta batalla la dieron ustedes» Pepe Mujica, 29 de noviembre de 2009. En las elecciones uruguayas del 29 de noviembre José «Pepe» Mujica -senador, ex ministro y ex combatiente y fundador del Movimiento de Liberación […]
«Sabés una cosa pueblo, es el mundo al revés, en el estrado tendrías que estar vos y nosotros aplaudiendo (…) esta batalla la dieron ustedes» Pepe Mujica, 29 de noviembre de 2009.
En las elecciones uruguayas del 29 de noviembre José «Pepe» Mujica -senador, ex ministro y ex combatiente y fundador del Movimiento de Liberación Tupamaros-,ha sido elegido Presidente y esto le permite al Frente Amplio (FA) continuar asumiendo la responsabilidad política de gobierno.
El FA, fundado en 1971 como resultado de años de lucha de diversas fuerzas de izquierda y de los movimientos sociales en resistencia, gana primero el gobierno de Montevideo y posteriormente las elecciones presidenciales con el médico Tabaré Vázquez en el 2004. La llegada al gobierno del FA se constituyó hecho histórico sin precedentes. Puso fin al bipartidismo de colorados y blancos, que había gobernado por siempre el Uruguay, llegando por primera vez la izquierda a gobernar el país.
Este proceso ha estado lleno de expectativas y esperanzas, y al tiempo acompañado también de decepciones y desencuentros. Logros importantes se anota el gobierno frenteamplista: en el campo de los derechos sociales y laborales, en aspectos sobre el tema de la equidad de genero (las mujeres y los hombres), igualmente en el reconocimiento, respeto y visibilidad por los derechos de los LGBT y en general por la defensa de las minorías.
Muy polémicas y negativas han significado, por otro lado, decisiones del presidente Tabaré Váquez como la de vetar la despenalización del aborto, afectando en el Uruguay los movimientos sociales de género o medidas del gobierno como por ejemplo: la de cumplir con los términos del Fondo Monetario Internacional frente a la deuda externa, generando un traspié político. Esta última situación es compleja para un país bastante vulnerable en lo regional y en lo internacional.
El éxito en las urnas del FA representa un buen momento para mantener la esperanza desde la izquierda. El Frente Amplio ha significado un ejemplo de organización política y social en una sociedad con conflictos y crisis. Su originalidad consiste en su doble naturaleza, el de ser Alianza, pero al mismo tiempo tener carácter de movimiento y sobre todo la manera de manejar las divergencias, consensuando y enriqueciendo dialéticamente las contradicciones.
Como alianza , parafraseando a Pepe Mujica, el Frente Amplio es un colectivo estable formado por otros colectivos menores, también estables.
Los otros partidos uruguayos (igualmente que en Colombia los partidos liberal, conservador y el uribismo) son también coaliciones pero no de organizaciones permanentes y estructuradas, sino de maquinarias electorales. El Frente es un instrumento político policromático de izquierda en el que siguen confluyendo fuerzas como- el Partido Socialista, el Partido Comunista, el Movimiento de Participación Popular, la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad, Alianza Progresista, Asamblea Uruguaya, la Vertiente Artiguista, el Nuevo Espacio, la Corriente Popular, la Corriente de Izquierda, la Liga Federal Frenteamplista, el Partido por la Victoria del Pueblo, el Partido Obrero Revolucionario (Trotskista-Posadista) y el Movimiento de Integración Alternativo entre otras muchas organizaciones.
Las alianzas entre los partidos tradicionales son de intereses individuales: Lacalle, Larrañaga, Vidalín, Gallinal, Lara, Javier García, etc., para el caso del Uruguay. El mismo modelo se repite en Colombia dentro de los partidos del establecimiento: Lleras, López, Santos, Pastranas, etc.
El Frente Amplio es una experiencia con una alta vocación de unidad. Con un alto grado de capacidad para solventar las discrepancias y conflictos desde un punto de vista constructivo, canalizando políticamente las contradicciones y respetando los marcos mínimos. -Dentro de este instrumento político se encuentran las diferentes corirentes ideologías con origines distintos en el campo democrático, que van desde la izquierda marxista, pasando por las expresiones socialdemocráticas y las posturas del liberalismo democrático hasta llegar al cristianismo social de sectores provenientes de las comunidades eclesiásticas de base y militares patriotas.
El otro sustento de este ejemplo de unidad en la diversidad, que es el Frente Amplio, está en la naturaleza de ser movimiento. Los movimientos políticos y sociales son expresión de la lucha por el espacio político y reivindicativo. El movimiento lo encarnan las organizaciones de base, que son el garante de la unidad. Las instancias directivas del FA, por ejemplo, surgen tanto del acuerdo paritario entre los partidos como también de la elección directa en las bases. Eso explica por qué sectores caracterizados de izquierda como el MPP (Movimiento de Participación Popular) de origen tupamaro o el PCU (los comunistas) entre otros, logran avances importantes dentro del FP, mientras sectores moderados de centro como el Partido Socialista pierden cierta incidencia, ya que se han concentrado en el parlamentarismo exclusivamente alejándose de los movimientos sociales y populares. El desarrollo de este proceso de consolidación unitaria permite un sentido nuevo de la pertenencia, la militancia se está definiendo como frenteamplista en el momento de las identidades.
Esta doble naturaleza de alianza y movimiento está generando el triunfo político de la izquierda y crea las condiciones para la profundización de los cambios sociales necesarios en el Uruguay.
Los polistas, como organización naciente, tenemos el deber de cuidar la unidad para que sea grande y fructifera; pero para ello, necesitamos una dosis de esa filigrana que se llama Frente Amplio.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.