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Innovador programa contra el cáncer cervical uterino

Enfrentar al peor enemigo de la mujer nicaragüense

Fuentes: Rebelión

Proyecto piloto en América Latina. Uno de los cuatro a nivel mundial

De todos los tipos de tumores registrados por el Ministerio de la Salud de Nicaragua (MINSA), el cáncer cervical uterino es el que más golpea a las mujeres de entre 25 y 64 años, constituyendo la causa principal de deceso. La tasa de mortalidad femenina en Nicaragua -26 por 100 mil habitantes- es la más alta de toda la región centroamericana y se ubica entre las siete más elevadas de América Latina. «Un verdadero flagelo», tal como lo define Vivian Alvarado, una de las coordinadoras del programa que busca prevenir el impacto de ese tipo de cáncer. El mismo es promovido por la Institución PATH, con el apoyo de la Unión Internacional de Lucha contra el Cáncer (UICC) y de la Ayuda Médico para Centroamérica (AMCA), prestigiosa ONG de la Suiza italiana. La iniciativa cuenta con el apoyo activo de las autoridades sanitarias del país, «quienes se han apropiado de este proyecto», enfatiza la doctora Alvarado en esta entrevista exclusiva. Quien subraya que este proyecto se implementa en paralelo a otras tres iniciativas similares (dos en India y una en Uganda, África) que permitirán sacar conclusiones planetarias. 

P: ¿Cómo llegó a participar como co-resposable de un programa de prevención de esta importancia?

R: Me relacioné con la problemática del cáncer en el año 2000 cuando comencé a colaborar con el Instituto Centroamericano de Salud. Eso me permitió conocer la cruda realidad que enfrenta mi país. Trabajé ocho años en prevención del cáncer de cérvix (cuello del útero) y de mama y en enero del 2008 me integré a la organización PATH para trabajar en el proyecto de prevención a partir de la detección del virus del papiloma humano. Utilizando para ello técnicas que son más accesibles para las mujeres y la comunidad. A mi formación médica le integré un master en economía aplicada a la salud. Eso me ayuda a entender mejor la prevención en países en desarrollo, porque analizamos el escenario global de grandes poblaciones con sus costos e impactos.

Además, sigo siendo voluntaria de una red de organizaciones no gubernamentales que trabajan contra los distintos tipos de cáncer.

EL ARMA DE LA PREVENCIÓN

P: ¿En qué consiste el proyecto que acaba de comenzar a aplicarse en Nicaragua en junio pasado?

R : El objetivo general de este programa es construir en un país en vía de desarrollo la capacidad para prevenir el cáncer cervical con opciones de detección disponibles para el sector de salud público.

El Cáncer Cervical es una enfermedad prevenible que afecta a un estimado de 490,000 mujeres cada año en todo el mundo, causando más de 270,000 muertes. Si esta tendencia continúa, para el año 2050 habrá más de un millón de nuevos casos anualmente. Con el agravante, que cerca del 85 por ciento de las mujeres que mueren por este motivo, viven en países en desarrollo. La falta de un programa de detección precoz y de tratamiento efectivo es la principal causa de ese dramático impacto en nuestros países.

En un esfuerzo por encontrar estrategias alternas, la Alianza para la Prevención de Cáncer Cervical (ACCP), de la cual PATH es miembro, identificó un número de métodos para la detección que son efectivos, simples, seguros y de bajo costo. Estas tecnologías avanzadas de tamizaje cervical sugieren que los abordajes bioquímicos pueden ser adaptados para su uso en países en vías de desarrollo como Nicaragua. Concepto que promueve el Proyecto sobre Tecnologías de Tamizaje de Prueba Rápida para la Detección del Virus de Papiloma Humano (START UP por sus siglas en inglés).

El proyecto demostrativo START UP se enfoca en el desarrollo de pruebas bioquímicas simples, rápidas y portátiles. Además de ser aceptables para mujeres y proveedores de servicios de salud, son también seguras, confiables y apropiadas para su uso en contextos de bajos recursos. La prueba rápida consiste en la detección del ADN de Virus del Papiloma Humano (VPH) oncogénicos.

En países en desarrollo, existen varios retos para promover la adopción de la prueba del VPH y maximizar su impacto en la prevención del cáncer cervical. Antes de incorporar la prueba a nivel nacional, el Ministerio de Salud necesita evidencia de que ésta es factible y apropiada para la infraestructura de su sistema de salud así como sus circunstancias geográficas, culturales y económicas.

UN PROGRAMA DESAFIANTE

P: ¿En concreto, cómo se promueve este programa innovador en Nicaragua?

R: Proyectamos reclutar 5000 mujeres que participarán en el proyecto hasta 2012. Es interesante recordar que, paralelamente, se impulsan otros proyectos demostrativos similares, dos en India y uno en Uganda, lo que permitirá sacar conclusiones comparativas importantes a nivel mundial para países en vía de desarrollo sobre la base de 20 mil casos en total.

Las mujeres elegibles son invitadas a las unidades de salud más cercanas a sus domicilios donde se hará el tamizaje en tres municipios: Masaya (Monimbó), La Concepción y Tisma. Se las invitará a participar a través de volantes, anuncios de radio y con altoparlantes.

Además, también se entrenará y educará a voluntarios de la red de promotores de salud acerca del proyecto. Las promotoras y promotores informarán a hombres y mujeres sobre el tamizaje del cáncer cervical y la importancia del mismo. Es esencial nuestra preocupación de adaptar los contenidos y conceptos de todo el programa al lenguaje y la cultura popular. No usaremos con las mujeres nombres científicos y difíciles, sino que se traducirá a la terminología cotidiana.

Para esto es muy importante esta red de promotoras y promotores de salud, que ya existe en el país y que juegan desde años un rol decisivo en la promoción de la salud popular. Esta experiencia histórica muy arraigada en Nicaragua -y en sus autoridades- de promover ampliamente la salud pública ha sido uno de los criterios para designar a nuestro país como escenario de esta iniciativa.

Por otra parte, en el mismo Centro de Salud se presentará un audiovisual televisivo con la información del programa e invitando a participar en la detección.

Las mujeres que participan firmarán junto con las autoridades médicas un protocolo voluntario de acuerdo.

P: ¿Y en que consistirá el proceso de detección?

R: Las pruebas las realizará el personal médico femenino entrenado en un espacio privado en los centros de salud.

La propia paciente tomará una muestra para la prueba CareHPV después de recibir una explicación apropiada. Estas auto-tomas permitirán evaluar si pueden constituir una opción viable en el futuro, pensando en zonas rurales alejadas y en reducir costos. Si la paciente siente temor de hacer la auto-toma, el médico o la médica le pedirán la autorización para realizarle la muestra vaginal.

Así mismo, el personal médico tomará una primera muestra cervical para el examen de CareHPV usando un espéculo vaginal y el aparato de colección de CareHPV proporcionado por la compañía fabricante (Qiagen).

Se tomará una segunda muestra para la prueba de Pap. La tercera forma será la inspección visual con ácido acético realizado por enfermeras o personal médico.

P: ¿Cuánto tiempo se necesitará para comunicar los resultados?

Como los resultados de los exámenes CareHPV y de IVA estarán disponibles en 2 ó 3 horas, se les preguntará a las pacientes si se pueden quedar en el centro de salud a esperarlos. De lo contrario se les pedirá regresar más tarde.

P: ¿Y el paso siguiente?

R: Si los tres exámenes (dos CareHPV y el IVA,) son negativos, la paciente regresará en tres años para el siguiente tamizaje. Las mujeres que tienen resultados positivos en alguno de ellos (salvo el examen Pap que demora hasta un mes) inmediatamente serán sometidas a una colposcopia y biopsia y/o Curetaje Endocervical. Las mujeres cuyo Pap sale positivo serán contactadas por el personal a cargo.

Las pacientes con sospecha de Cáncer o diagnosticado clínicamente y las mujeres con lesiones intraepiteliales demasiado grandes serán referidas al hospital de la zona.

POTENCIALIZAR LAS SINERGIAS

P: Un proyecto realmente desafiante…

R: Muy ambicioso pero profundamente humano y necesario. Queremos contribuir a controlar y confrontar este tipo de cáncer. Pretendemos también buscar y encontrar alternativas futuras con un marcado sentido social. Actualmente las pruebas para diagnosticar el cáncer cervical cuestan en Nicaragua en torno a los 100 dólares. La alternativa de detección rápida del papiloma humano oscilará en los 5 dólares, será rápida y eficaz.

Cuando hablo de futuro me refiero a que luego de la etapa de detección, que se prolongará hasta el 2011, se puedan analizar los hallazgos y se puedan establecer comparaciones. Por otra parte, la propuesta es que la inspección visual sea introducida en todo el país en los planes normales del Ministerio de Salud.

P: Llama la atención en este programa la participación de ONG internacionales, y del gobierno nicaragüense. Implica una estrecha colaboración entre autoridades políticas y sociedad civil…

R: En efecto. La cooperación internacional es básica. Pero ha sido esencial que el Gobierno se haya apropiado de este programa. Y esto es clave ya que lo que se quiere lograr es que este proyecto sea un modelo luego aplicado en todo el país, e incluso en toda la región centroamericana. Por otra parte, la participación activa de la comunidad es una condición, una necesidad y un plus significativo de una propuesta de esta naturaleza.

La hipótesis, adicionalmente, es que cuando concluya esta fase demostrativa, la prueba empleada para la detección pueda ser ofrecida a otros países, no con un objetivo de lucro comercial sino a partir de un profundo convencimiento social, que es la base que motiva todo este proyecto desde su inicio mismo.

UN PROYECTOS CON VARIOS SOPORTES

El programa se integra en las prioridades del Ministerio de Salud de Nicaragua quien suscribió un acuerdo con el mismo.

Tres son las contrapartes de la sociedad civil que participan del Programa.

PATH, organización con una oficina en Managua y con su sede central en Seattle, Washington, Estados Unidos. Implementa diversos programas de salud en países periféricos. En este proyecto se ocupará de la introducción del test FASTHPV, una técnica molecular que permite identificar 14 tipos de HPV, a través de una prueba rápida con un tiempo de espera de menos de 3 horas. El programa busca integrar esta prueba en todo el sistema de salud nacional, asegurando que con una sola visita de una paciente pueda ser detectado el eventual cáncer de cérvix.

La UICC (Unión Internacional contra el Cáncer), ONG líder y de referencia de todas las asociaciones mundiales del sector. En este proyecto se encargará de la formación del personal necesario para el desarrollo de este proyecto

Y AMCA (Associazione di aiuto medico al Centro America), ONG suiza que desde hace más de 20 años trabaja en proyectos de salud en Nicaragua. Entre ellos en el programa oncológico del Hospital pediátrico La Mascota y en el reparto de neonatología del Hospital Bertha Calderón de Managua. En este proyecto AMCA se ocupará de mejorar el reparto de oncología de dicho hospital y de la formación del personal clínico y comunitario involucrado (SFi).

* En colaboración con el Boletín Suizo del Cáncer

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.