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Entrevista a Olga Fernández Quiroga sobre el affaire Volkswagen (y III)

«Es un fracaso social esa voracidad insaciable que demuestran las empresas y que las lleva a poner la codicia por delante de todo»

Fuentes: El Viejo Topo

Olga Fernández Quiroga @olfequir, en twitter de profesión psicóloga especialista en psicología clínica, activista de la participación ciudadana en general y en salud en particular y editora del blog e-Criterium noticias desde junio de 2009 *** -No le robo más tiempo. Le pido un resumen de lo que hemos estado hablando: ¿cuáles son y cuáles […]

Olga Fernández Quiroga @olfequir, en twitter de profesión psicóloga especialista en psicología clínica, activista de la participación ciudadana en general y en salud en particular y editora del blog e-Criterium noticias desde junio de 2009

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-No le robo más tiempo. Le pido un resumen de lo que hemos estado hablando: ¿cuáles son y cuáles serán las consecuencias para la salud pública de lo que ha sucedido, de lo que está sucediendo tras el caso Volkswagen?

-Muerte y sufrimiento. Contaminación del aire, de los alimentos que comemos, de los utensilios que utilizamos en el día a día. Para nosotros y para el planeta en el que vivimos.

-¿Alguien puede asegurar, con conocimiento de causa, que lo sucedido con Volswagen no ocurre y no va a ocurrir en el caso de otras marcas automovilísticas?

-Exactamente no como en el caso de VW, pero o tras marcas también han tenido sanciones por exceder el límite de las emisiones contaminantes y mentir: Ford, Honda, Kia, que es una filial de Hundai.

A cada nuevo límite que se establezca, buscarán nuevas maneras de saltárselo y volverá a suceder.

Por parte nuestra, por parte de la ciudadanía, tenemos que ser muy claros y no dejarnos llevar por esas calificaciones de fraude industrial.

Sólo un cambio social, una conciencia precisa de que respiramos, comemos y estamos rodeados de artilugios que nos enferman, impedirá que vuelva a ocurrir.

En la industria automovilística o en otra cualquiera

-¿Cree usted que los responsables de lo sucedido se van a salir de rositas?

-En relación con la importancia que tiene el delito cometido para la salud pública, creo que sí.

La culpabilidad de VW está reconocida por ellos mismos. La responsabilidad de todos los agentes implicados no.

Dudo que el Gobierno español o el de la Generalitat de Catalunya, realicen alguna acción para castigar a los culpables y no digo ya para modificar todo aquello que, este caso, demuestra que funciona mal o no funciona.

Como siempre, no hay intención política de intervenir en la regulación de las empresas, en ejercer con rotundidad todos los controles que correspondan y en pensar seriamente en la contaminación como un hecho mortífero para la población y por tanto tomar desde hoy mismo medidas para resolverlo.

Empezar.

Tampoco hay aún conciencia social sobre el problema del medio ambiente y la salud.

Los activistas tenemos un importante trabajo de concienciación, de denuncia y de pedagogía, así que más allá de las sanciones que se impongan lo que a mí me interesa es sacar conclusiones que nos permitan tener una visión completamente distinta de nuestro funcionamiento social.

Si ponen sanciones y todo sigue igual, no servirá de nada.

-¿Las autoridades alemanas sabían algo de lo que estaba sucediendo?

-Sé que hay informes de la propia Comisión Europea, según informa eldiario.es http://www.eldiario.es/economia/Bruselas-anomalos-emisiones-manipulacion-coches_0_434657431.html , que desde el año 2007, ya habían detectado las diferencias entre los test de laboratorio y las emisiones reales en carretera e incluso sobre la existencia de «artilugios que pueden también activar, modular, retrasar o desactivar el sistema de control de emisiones».

Como en este informe  http://ec.europa.eu/clima/policies/transport/vehicles/docs/2011_pems_jrc_62639_en.pdf del año 2011.

Cabe suponer por lo tanto, que los gobiernos de los países miembros también lo sabían.

Insisto en la idea de que cuando se hace una ley, las empresas encuentran la manera de trampearla, rodearla, o infringirla, incluso cuando se trata de un problema de salud pública que también les alcanza a ellos

Las empresas no lo van a solucionar, los estados están en connivencia o chantajeados, así que tendremos que exigirlo nosotros, según nuestros medios y nuestras posibilidades.

-¿La industria puede seguir dando, sabido lo que estamos sabiendo, lecciones de eficacia, de tecnología de punta, de saber hacer, de competencia, de competitvidad, urbi et orbe?

-Tendría que hacerlo, pero lo hace en negativo. En la competitividad, por ejemplo. Son expertos. Competir hasta morir. El problema es que no sólo mueren ellos, quieren que les acompañemos.

Es un fracaso social esa voracidad insaciable que demuestran las empresas y que las lleva a poner la codicia por delante de todo, como decía el ministro alemán.

La eficacia se traduce sólo en conseguir ser líder en el mercado, la tecnología punta puede quedar relegada cuando supone algún incremento del gasto o simplemente amortiza modelos obsoletos y el saber se transforma en saber hacer… dinero. Beneficio rápido y la competencia pierde su polisemia y queda fijada en el significado de competición.

No tenemos que aceptar esas lecciones que nos dan continuamente poniéndose como ejemplo de gestión eficaz en contra de la supuesta ineficacia de lo público.

Y en su modelo, triunfan. Por eso insisten. Son competentes y eficaces cuando logran esos ceros de más a la derecha. Aunque esa competencia se base en el engaño, en saltarse las leyes, en un seguro de impunidad y en un egoísmo suicida que lleva a la destrucción del planeta. Importa el aquí y el ahora.

-¿Quiere añadir algo más?

-Gracias estimado Salvador y gracias a los lectores de rebelion.

Esta entrevista me ha permitido profundizar en el tema. He aprendido con ella y eso es estupendo.

Nosotros, la ciudadanía, podemos detener y hacer retroceder este sistema que intenta envenenar nuestros cuerpos y nuestras mentes. Y lo haremos, como siempre se ha hecho.

Reforzaremos las instituciones públicas, trabajaremos para el bien común, saldremos del aislamiento asociándonos y compartiendo con otros, actuaremos personal y colectivamente en todos aquellos sitios y temas a los que lleguemos.

Y lo conseguiremos. Y así, ganaremos todos. Incluso ellos. Eso es el bien común. Y la generosidad.

Y por si alguien quiere acudir a las fuentes, aquí os dejo los link de la organización que realizó los estudios a raíz de los cuáles actuó la EPA americana The International Council of Clean Transportation . Con dos links a los pdf’s

Pdf de octubre de 2014: Real-world exhaust emissions from modern diesel cars

Pdf de septiembre de 2015: NOx control technologies for Euro VI diesel passenger cars

-Muchas gracias a tu generosidad.


Nota edición. La entrevista esta fechada a principios del mes de noviembre.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.