# Transportes y colegios encabezan la movilización contra la política de Sarkozy. Los sindicatos extienden también los paros a grandes empresas privadas
Nicolas Sarkozy se enfrenta hoy al movimiento huelguístico más amplio desde los paros del otoño del 2007 en protesta por la supresión de los regímenes especiales de jubilación, que consiguió imponer en un pulso victorioso con los sindicatos. Ahora es la gravedad de la crisis económica y la política del presidente francés frente a ella la que moviliza de nuevo a los sindicatos, que paralizarán la mayoría de los servicios públicos en un jueves negro y extenderán los paros a diversas empresas privadas. Con un centenar de manifestaciones, la jornada tiene como lema la defensa del empleo, del poder adquisitivo y de la calidad de los servicios públicos.
Sarkozy afronta el movimiento con resignación, lejos del triunfalismo con que se mofaba de las huelgas hace tan solo unos meses. «Cuando ahora hay una huelga en Francia, nadie lo nota», decía en julio pasado. El lunes, por el contrario, se mostró comprensivo. «Comprendo vuestras dificultades (…) pero debo ver esto con sangre fría, con calma, reflexionar, no decidir en función de lo que sale en los periódicos o de lo que dice el que grita más fuerte», les dijo a unos trabajadores de una empresa de electrónica de Châteauroux y admitió que, «en una democracia, es normal que la gente proteste».
Clima deteriorado
El clima se ha ido deteriorando con el agravamiento de la crisis en Francia, donde ha calado también la idea, como en España, de que el Gobierno se vuelca en dar dinero a los bancos mientras desoye las acuciantes necesidades de familias y empresas, cuando, en realidad, las ayudas al sistema financiero son créditos que el Estado recuperará con intereses. En un país propicio además a los desbordamientos, el poder teme que cualquier chispa desencadene una explosión social de consecuencias imprevisibles.
De momento, la huelga general de hoy afectará a la función pública, la educación, los transportes por ferrocarril y aéreos, el metro, los autobuses urbanos, los hospitales, las oficinas del Tesoro, de impuestos y de la Seguridad Social, las alcaldías, las compañías de gas (GDF) y electricidad (EDF), France Telecom, correos, radiotelevisión pública y justicia.
Trenes con España
La huelga de ferrocarriles, que se inició a las ocho de la tarde de ayer, hará que circule solo un 60% de los TGV y entre un 30% y un 40% de los trenes convencionales y de las líneas de cercanías. Afectará también a las cinco líneas internacionales que enlazan Catalunya con Francia, Italia y Suiza. Tanto ayer como hoy se suprimen los trenes desde Barcelona a París, Zúrich y Milán. Tampoco circulará hoy el Talgo Barcelona-Montpellier y el Talgo Mare Nostrum Cartagena-Montpellier finalizará hoy y mañana su trayecto en Portbou.
Las compañías aéreas han suprimido hoy un 30% de los vuelos en Orly y un 10% en Roissy-Charles de Gaulle. En el sector privado, hay convocadas huelgas en las grandes empresas químicas y metalúrgicas (Renault y PSA Peugeot Citroën, por ejemplo), así como en el comercio, la distribución y la banca.