El SPD tiene un nuevo lider que quiere desmarcarse de sus socios cristianodemocratas de Gobierno pero manteniendo la gran Coalicion. En la oposicion, dos comites «separatistas» de la formacion WASG ponen en peligro la fusion con el socialista Linkspartei. Fuerza de la renovación» era el lema del congreso extraordinario en el que el Partido Socialdemócrata […]
El SPD tiene un nuevo lider que quiere desmarcarse de sus socios cristianodemocratas de Gobierno pero manteniendo la gran Coalicion. En la oposicion, dos comites «separatistas» de la formacion WASG ponen en peligro la fusion con el socialista Linkspartei.
Fuerza de la renovación» era el lema del congreso extraordinario en el que el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) eligió a su nuevo presidente. Kurt Beck recibió el 95% de los votos, 4,4 puntos menos que su antecesor en el cargo, Matthias Platzeck. El ministro-presidente de Brandenburgo anunció su retirada después de sólo cinco meses por razones de salud. Dado que Beck acababa de ganar por mayoría absoluta en las elecciones regionales de Renania del Palatinado, al SPD no le quedó otra alternativa ya que el partido se ha quedado sin personajes carismáticos. Hijo de albañil, Beck llegó a ser ministropresidente de su estado federal, Land, en 1994. Su carrera ha sido sólida y sin escándalo alguno. Antes de ser un intelectual o pensador estratégico se considera como un hombre del pueblo. El SPD espera que Beck pueda sacar a la formación de su crisis, que culminó en las elecciones perdidas en 2005. Tras la formación del bipartito con los democristianos, el SPD no ha podido subir puntos en las encuestas. que le sitúan en el 28%, más de 10 puntos por debajo de la CDU de la canciller Angela Merkel. Según los estrategas socialdemócratas Beck debe ser el rival de Merkel en los comicios nacionales, en 2009. Para ello, el nuevo presidente exigió de su formación que se convierta en «un partido popular de la izquierda» y que no debería permitir la existencia de un partido democrático a su izquierda. Callejón sin salida Han sido los «barones» de la Unión cristianodemócrata (CDU) los que han levantado la voz para recordar a la canciller Merkel que son ellos quienes determinan el rumbo del partido y que también determinados proyectos políticos dependen de ellos. El ministro-presidente de Baja Sajonia y posible sucesor de Merkel tanto al frente del partido como del gobierno Christian Wulff advirtió: «La Unión no debe entregar su identidad en la Gran Coalición.» Su homólogo del País de Sarre y correligionario Peter Müller coincidió en que «no podemos ceder ante los socialdemócratas en todos los sectores simbólicamente cargados.» Su compañero de Renania del Norte Westfalia, Jürgen Rüttgers, añadió que «ahí dónde seanecesario levantaré la voz reclamando correcciones.» Los tres hacen referencia tanto al denominado «impuesto de los ricos» como al cambio constitucional que otorgaría competencias policiales a las Fuerzas Armadas. El impuesto es un deseo que el SPD quiere realizar para recuperar su imagen de partido «social». Ante las declaraciones de los «barones», el jefe de su grupo parlamentario en Berlín, Peter Struck, instó a la canciller Merkel que garantice la realización del pacto de coalición. Futbol y soldados Las fisuras entre CDU/CSU y SPD se están haciendo más patentes pero aún falta tiempo hasta que se pueda hablar de rupturas. Rotas sí están las relaciones entre los comites regionales del WASG en Berlín y Mecklenburgo-Antepomerania y su Ejecutiva nacional. Esta última ha destituido a sendas directivas porque han querido presentándose como competidores políticos al Linkspartei en las elecciones regionales de ambos estados. Con esta decisión los dos comites han puesto en peligro la fusión del WASG con el Linkspartei. Los presidentes destituidos no han aceptado la decisión de la ejecutiva nacional. El comite regional de Berlín ha convocado una reunión de sus militantes. En el caso de que confirmasen el rumbo actual se desencadenaría una serie de enfrentamientos judiciales a diferentes niveles que frenaría tanto la fusión como también el trabajo político. –