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Golpe judicial en Rumanía

Fuentes: Rebelión

Rumania es uno de los 27 estados que conforma la Unión Europea y desde 2004 integra la OTAN. El 24 de noviembre se realizaron elecciones para presidente. Triunfó Calin Georgescu, de derecha nacionalista, quien debía competir en segunda vuelta este 8 de diciembre con Elena Lasconi, de derecha conservadora.

Georgescu generó reacciones del establishment europeo al criticar la entrega de armas a Ucrania y sostener una posición hostil a la OTAN. En una Europa en guerra fue demasiado para la democracia rumana.

El Tribunal Constitucional rumano anuló las elecciones y llamó a hacer todo el proceso nuevamente, desde las postulaciones. Alegó injerencia rusa en redes sociales. Se desconocen pruebas concretas al respecto, lo que sí sabemos es que ese relato ya se utilizó en múltiples países, incluyendo un proceso contra Donald Trump en el que tampoco se demostró tal injerencia.

Rumania tiene una extensa frontera con Ucrania y comparte el Danubio, ruta alternativa al Mar Negro para los granos e ingreso a Ucrania, entre otros, de las armas que envía Occidente. Su importancia estratégica en la guerra otanista es evidente.

Apostamos doble contra sencillo que el lector o bien no tenía noticias de este hecho, o bien lo conocía como un lejano asunto en que los tribunales hicieron lo que tenían que hacer. Es que la enorme mayoría de la prensa, de modo monocorde, lo presentó de ese modo. Lejos de esto, constituye un clarísimo golpe de estado mediante el que le robaron las elecciones al candidato ganador. Estados Unidos y Europa demuestran una vez más que la democracia no será un obstáculo a sus intereses geopolíticos. Y se manifiesta, también en esta ocasión, la casi desaparición de la prensa independiente en materia de política internacional. Es muy difícil encontrar medios que no repliquen el guion del Departamento de Estado norteamericano.

Lo que en los años ’70 y ’80 del siglo pasado hicieron mediante los ejércitos ahora lo consiguen con jueces, medios y políticos. En América Latina lo conocemos bien, se ha llamado “lawfare”. Es el sistema que derrocó a Dilma Rousseff, encarceló a Lula da Silva y encumbró a Bolsonaro en Brasil, persigue políticamente a Rafael Correa y mantiene encarcelado a Jorge Glas en Ecuador, hizo un golpe de estado en Bolivia a Evo Morales, hace pasar “las de Caín” a Gustavo Petro en Colombia y proscribe o abre juicios insólitos a Cristina Kirchner en Argentina.

Un gobierno que parece ir superando intentos al respecto es el mexicano de la mano de Andrés Manuel López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum. Está en plena implementación una ambiciosa reforma judicial.

En estos tiempos es necesario aprender a descifrar la manipulación mediática y comprender los nuevos mecanismos con que el imperialismo sigue haciendo lo mismo de siempre: someter países y pueblos.

Quien quiera profundizar sobre lawfare puede pinchar en este link, antes que Milei se dé cuenta y lo borre:

https://www.argentina.gob.ar/derechoshumanos/lawfare-democracia-en-peligro

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.