Confía en ingresar 50.000 millones (el 17% del PIB) con la colocación de bienes inmuebles y empresas públicas
Grecia, o mejor dicho, la UE, han fiado buena parte del rescate a una sola carta con la que creen que el plan de ajuste hará la soñada escalera de color. El éxito del plan de privatizaciones, con el que se aspira recaudar 50.000 millones de euros, es la pieza central del puzzle, ya que ayudaría a reducir en parte la deuda del Estado, sin causar, a priori, un impacto directo tan visible y doloroso en la población como otros recortes.
Sin embargo, la opinión más extendida entre los economistas es que la cifra de recaudación del plan es «optimista». Grecia es un propietario que pone a la venta su casa no por deseo, ni por aprovecharse del buen momento del mercado, sino porque está acuciada por las deudas y al borde de que su prestamista, la troika formada por la UE, el BCE y el FMI, la desahucie de su casa del euro. Como todo vendedor en apuros, el Estado griego puede terminar desprendiéndose de sus pertenencias por debajo de su valor real. Pero le ha dicho Bruselas no hay otro remedio.
«Los bloqueos técnicos y políticos y las condiciones de mercado están lejos de ser atractivas», resumía en un reciente informe el thinktank Oxford Economics. «En mejores condiciones, entre 1998 y 2003 [cuando se realizó el anterior plan de privatizaciones], sólo se consiguió recaudar la mitad de lo que se espera ahora con respecto al porcentaje del PIB» , completa el informe. Si se cumple la meta del paquete privatizador se pondría a la venta, en cinco años, el 17% del PIB heleno.
El mercado está en su valor más bajo y eso perjudicará el precio de los bienes
A las prisas del Estado, malas consejeras, se unen las malas perspectivas económicas del país, que estará en recesión, al menos, un par de años más, lo que pone en duda el atractivo de la venta de empresas relacionadas con el consumo como las loterías o las carreras de caballos. El investigador del IESE Business School Gonzalo Gómez reconoce que esta perspectiva influirá, así como las perentoria necesidad del Estado por vender, pero cree que las propuestas serán lo «suficientemente golosas» como para suavizar las adversidades. Y previsiblemente, están convencidos los expertos, se dará la paradoja de que quienes se comerán buena parte del caramelo serán los mismos que ahora les obligan a venderlo, especialmente alemanes y franceses.
En los cálculos del Gobierno sólo se contempla conseguir un 40% del plan vendiendo las mejores joyas empresariales del país, como correos, los aeropuertos, las operadoras de ferrocarril, el gas, la electricidad o las refinerías de crudo. El resto (alrededor de 30.000 millones) se conseguirán mediante la venta de tierras, inmuebles y carreteras estatales. Esta parte de la operación se retrasará hasta 2014 o 2015, cuando se espera que la economía griega comience a repuntar, para lograr maximizar la venta. Pero también se ha retrasado por una razón mucho más prosaica: el Estado tiene que hacer un listado para saber exactamente lo que tiene y darle un precio, porque, en un país donde no existía el catastro hasta hace un par de años, la propiedad sigue siendo un elemento muy difuso.
La oposición de los sindicatos también disminuirá el precio de las pujas
La venta de sus posesiones ha desatado sentimientos encontrados entre los griegos. El Estado posee más de medio millar de pequeñas islas que tratará de vender. La idea ha hecho llevarse a muchos ciudadanos las manos a la cabeza , frente a otros que, más pragmáticos, recuerdan que las grandes familias, como los Onassis, tienen ya islotes que compraron en una oleada privatizadora que la dictadura acometió en los sesenta.
Con todo, poner valor a terrenos, como la vasta extensión que ocupaba el aeropuerto de Atenas en el centro de la ciudad (que la UE espera se venda por al menos 5.000 millones) o el complejo olímpico construido para los juegos de 2004, ahora completamente abandonado, es una tarea ardua.
El director de análisis económico de la IE Business School, Rafael Pampillón, relativiza la oportunidad del momento elegido. «Quién sabe si dentro de unos años la economía no estará aún peor». Para este experto en privatizaciones, el valor añadido de la operación viene por la apertura del mercado y la posibilidad de que el ciudadano consiga mejores precios, al haber más competencia. Pero no todos los economistas tienen esta visión . Para Alberto Montero, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga, lo que se produce es una pérdida de control sobre servicios esenciales a la ciudadanía que le terminan perjudicando. «Se va a dar el mismo proceso que en América Latina en los ochenta. Les obligaron a privatizar masivamente y, al final, muchos países han vuelto a nacionalizar algunas de estas empresas».
El Estado no sabe a ciencia cierta qué le pertenece y tiene que hacer un listado
De la misma opinión es el profesor de Política Económica de la Universidad de Chipre Leonidas Vatikiotis, que percibe claramente el paralelismo con la situación de América Latina hace tres décadas. Además, Vatikiotis recuerda que la Bolsa está en mínimos, por lo que las tasaciones de las empresas que ya cotizan serán bajísimas. «Al final, lo que quiere el resto de los países de la UE es entrar a comprar barato en Grecia», concluye.
Estas son las principales desinversiones planteadas:
Banca
Dos bloques
El Estado aún tiene un alto porcentaje del Hellenic Postbank, que facilita préstamos a los ciudadanos griegos. La cesión de su 34% se hará en el último trimestre de este mismo año. Además, también tiene aún un 77% de ATEbank, una entidad agrícola que el mercado valora en 570 millones. En principio, el Estado se desprenderá del 25% en el primer trimestre de 2012. También se deshará de unas participaciones residuales en Alpha Bank y en el Banco de Grecia.
Ferrocarril
Empresa en pérdidas
El Estado tiene un 49% de OSE, la empresa de ferrocarril, que dicen pierde 1.000 millones de euros al año y tiene una deuda próxima a los 10.000 millones de euros. El Ejecutivo cerrará rutas para hacer más atractiva la venta.
Energía
Las mejores piezas
Los países de la UE quieren comprar barato en Grecia, asegura un experto
Las mejores piezas de la desinversión pública son las relacionadas con los suministros. La operadora de gas DEPA tiene varios pretendientes, entre ellos la rusa Gazprom, la argelina Socar, la italiana Edison y el grupo local Mytilineos. En principio el Estado se quedará con el 30%, la mitad de lo que posee. También se pone a la venta la mitad de la participación en la operadora de gas, Desfa. La eléctrica DEI se colocará en el tercer trimestre de 2012, aunque el Estado conservará una importante porción. Venderá el 17% y tiene un 51%. Las refinerías y gasolineras de Hellenic Petroleum, una de las empresas más rentables del país, serán otro caramelo. La compañía fue incluida en el lote en el último momento. Ahora adjudica el 35% de la empresa, que tiene un valor de mercado superior a los 2.000 millones. Aunque las más seguras por ingresos a futuro, las energéticas, son también las más problemáticas, ya que sus sindicatos, de los más fuertes en el país, han avanzado ya que plantarán cara a la privatización.
Aeropuertos
A Bolsa
El Estado tiene un 55% del aeropuerto de Atenas, que pertenece en otro 40% a Hochtief, de ACS. La parte pública puede salir a Bolsa. También se deshará de participaciones de los puertos del Pireo y Tesalónica, por los que ha mostrado interés la china Cosco.
Aguas
La gestión en las urbes
La privatización de las aguas de Atenas o Tesalónica también se presenta como uno de los platos fuertes del programa. Con todo, sólo venderá paquetes accionariales.
Loterias
Gigantes en Europa
Las quinielas, las apuestas de caballos y la lotería pasarán en parte a manos privadas. La casa de apuestas OPAP es una de las más grandes de Europa y valorada en 5.000 millones.