La noche del domingo 9, François Hollande quería empezar a reconquistar a la opinión pública, pero su agenda de recuperación para 2014 es una política para la patronal y los banqueros. Nos recuerda la fábula del molinero, su hijo y el burro (sobre el fracaso de quien quiere contentar a todos ndt). Pretende conjugar flexibilidad […]
La noche del domingo 9, François Hollande quería empezar a reconquistar a la opinión pública, pero su agenda de recuperación para 2014 es una política para la patronal y los banqueros. Nos recuerda la fábula del molinero, su hijo y el burro (sobre el fracaso de quien quiere contentar a todos ndt). Pretende conjugar flexibilidad para los patronos y protección para los asalariados, pero en realidad anuncia nuevas desreglamentaciones del trabajo, aún más precariedad… Tiene la cara dura de presentar la bajada de las cotizaciones sociales y su probable transferencia al CSG [impuesto francés que participa en la financiación de la seguridad social], como una medida de justicia cuando son nuestros salarios los que son amputados y nuestra protección social la que es puesta en cuestión. Sobre los planes sociales, Hollande no ha dicho nada, no tenía nada que decir a los asalariados de PSA (empresa fabricante de automóviles Peugeot-Citroen cuyos trabajadores están en lucha contra un plan de despidos ndt). Además, Hollande tiene el cinismo de demandar a las organizaciones sindicales negociar la puesta en marcha de una política exclusivamente al servicio de la patronal. ¡La austeridad no se negocia!
Para que el estado pueda continuar entregando más de 50 millardos por año a los bancos y a los ricos por medio de la deuda pública, Hollande agrava la política de austeridad de Sarkozy y reivindica la reducción del déficit presupuestario por 30 millardos: 10 millardos de reducción de los gastos públicos, es la prosecución de la destrucción de empleo en la función pública. En cuanto a los 10 millardos de aumento de los ingresos fiscales, llama a los más acomodados a dar prueba de «patriotismo» y se permite incluso decir que el 75% para las rentas superiores a un millón es simbólico… ¡lo que no es simbólico en cambio es la congelación del baremo de los impuestos!
Hollande no se ha atrevido a hablar del tratado de austeridad, del pacto presupuestario preparado por Merkel y Sarkozy que someterá a votación del Parlamento a comienzos de octubre.
Sobre la marcha, asume también la prosecución de las centrales nucleares, del discurso y de la política de seguridad, de las expulsiones de roms (gitanos)…
Para quienes dudaban aún, las dudas deben olvidarse, frente a este gobierno no tendremos más que lo que impongamos. En la onda de las movilizaciones inmediatas contra el TSCG (el pacto presupuestario europeo) el 30 de septiembre y contra los planes de despidos los días 29 de septiembre y 9 de octubre, de la cita antinuclear del 13 de octubre, de las movilizaciones en solidaridad con los sin papeles… el NPA llama a construir una oposición de izquierdas unitaria, una oposición obrera y popular, única capaz de impedir a la derecha y la extrema derecha beneficiarse de la desesperación que no dejará de provocar esta política.
9/09/2012
http://www.npa2009.org/content/hollande-dimanche-soir-pas-d‘espoir
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR