Centenares de manifestantes antibélicos lo recibieron con huevazos (al estilo occidental) y zapatazos (al estilo islámico). La policía irlandesa arrestó a cuatro personas.
Las memorias de Tony Blair apuntan a best-seller mundial, pero el ex primer ministro no las lleva todas consigo. A su llegada a una librería céntrica de Dublín, para la primera firma de ejemplares desde que el libro salió a la venta el miércoles, centenares de manifestantes antibélicos lo recibieron con huevazos (al estilo occidental) y zapatazos (al estilo islámico). En medio de un impresionante dispositivo de seguridad, la policía irlandesa arrestó a cuatro personas.
El ex primer ministro ingresó y partió de la librería Eason con esa sonrisa amplia marca registrada que ha dado varias veces vuelta al mundo. En el interior de la librería firmó unos 300 ejemplares, mientras afuera seguían los gritos de «vergüenza» y las pancartas que pedían su enjuiciamiento por crímenes de guerra. Ni siquiera todos los presuntos admiradores eran tales. Entre ellos se encontraba Kate O’Sullivan, de 24 años, que luego de comprar el libro se dirigió al ex primer ministro y le dijo «Vengo acá a hacer un arresto ciudadano por los crímenes que usted ha cometido». Según relató a la prensa irlandesa, no bien lo dijo fue rodeada por agentes de seguridad que la detuvieron durante unos 20 minutos y luego la dejaron partir con una advertencia. Según le dijo al Irish Times, Blair no le respondió, pero parecía «irritado y molesto».
No era fácil llegar hasta el ex primer ministro. Los clientes de la librería tenían que pasar medidas de seguridad similares a las de un aeropuerto. En una suerte de guardarropa tenían que dejar bolsas y celulares y en la librería llevaban una pulsera identificatoria. Otro militante pacifista, Niall Farrell, consiguió sortear el primer cordón de seguridad, pero fue reconocido más adelante y echado del lugar. Farrell encontró en el hecho una metáfora perfecta del mundo actual. «Me reconocieron como pacifista y hoy en día los pacifistas estamos bajo vigilancia. Es el mundo en que vivimos. Los pacifistas son un peligro, los asesinos pueden andar libres, aunque rodeados de guardias de seguridad», dijo Farrell.
A pesar de estos incidentes, el director de la librería Eason, Conor Whelan, dijo que todo el evento había salido a la perfección. Desde el punto de vista comercial no le falta razón. Las memorias de Blair se han convertido en uno de los grandes eventos editoriales del año. En la cadena de librerías más importante del Reino Unido, Waterstone, es la autobiografía más vendida en sus primeros días, se encuentra primera en la lista de Amazon del Reino Unido y en los primeros puestos de Estados Unidos y Canadá, aunque no ha tenido el mismo éxito más allá del mundo anglosajón. El ex primer ministro se comprometió a donar todas las ganancias del libro a un centro de rehabilitación para soldados, la Royal British Legion, pero ni este gesto ni su confesión de tristeza y desasosiego por los caídos han conseguido eclipsar la nube que cubre sus diez años de gobierno y que, para esa posteridad que siempre lo ha preocupado tanto, será el momento definitorio de su vida política: la guerra de Irak.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-152632-2010-09-05.html