Unos 60 integrantes de las organizaciones internacionales Amigos de la Tierra y Global Community Monitor llegaron esta semana al condado irlandés de Mayo, situado en el noroeste del país, para investigar las denuncias que han realizado varios activistas que se oponen al proyecto gasífero «Corrib» en la zona. Ese proyecto pertenece a la empresa estadounidense […]
Unos 60 integrantes de las organizaciones internacionales Amigos de la Tierra y Global Community Monitor llegaron esta semana al condado irlandés de Mayo, situado en el noroeste del país, para investigar las denuncias que han realizado varios activistas que se oponen al proyecto gasífero «Corrib» en la zona.
Ese proyecto pertenece a la empresa estadounidense Shell. Amigos de la Tierra Internacional, de carácter ambientalista, y Global Community Monitor, dedicada a la defensa del medio ambiente y de los derechos humanos, realizaron el martes una audiencia pública en la localidad de Glenamoy (Mayo) para tratar la violencia policíaca contra los opositores a Corrib.
Los activistas, que llegaron desde Reino Unido, Sudáfrica, Holanda, Estados Unidos y Bélgica, entre otros países, pretenden estudiar el accionar de la policía contra quienes rechazan el proyecto gasífero, pero también la actitud del gobierno irlandés y de la propia Shell.
El campo de gas natural de Corrib está situado a unos 80 kilómetros de la localidad de Erris Head en Mayo, en la zona de la costa noroeste de Irlanda, y se trata de un yacimiento marítimo ubicado a más de 350 metros de profundidad, en el Océano Atlántico. Fue descubierto en 1996 y es el primer hallazgo de gas natural comercializable en el país desde 1973.
El proyecto de Shell ha despertado gran oposición en la zona porque implica la construcción de un gasoducto que empezaría bajo aguas del Atlántico y continuaría tierra adentro, donde además el gas sería procesado, lo que implica la construcción de una refinería en la región de Bellanaboy. Sumado a esto, el proyecto se ubica en una zona densamente poblada.
La localidad de Rossport está muy cerca, varias casas se ubican a menos de 200 metros del lugar por el que pasaría el gasoducto, de acuerdo a lo planificado por Shell. En junio de 2005 la justicia irlandesa determinó el encarcelamiento de cinco habitantes de Rossport opositores al proyecto por sus manifestaciones, lo que generó movilizaciones a nivel nacional en apoyo a los prisioneros, que tres meses después fueron liberados.
En los últimos días han habido masivas manifestaciones en la zona de Rossport en solidaridad con la población local, y los activistas piden que se cambie la ruta del gasoducto y la zona de establecimiento de la refinería. Los opositores piden que Shell «se vaya al mar» y que sea allí donde realice el refinado del gas, entre otras cosas.
La delegación de Amigos de la Tierra Internacional y Global Community Monitor pretende escuchar a manifestantes que sostienen que han sido heridos o amenazados en las movilizaciones contra el proyecto, luego que se reanudaran las obras de construcción a fines de 2006.
Esta investigación independiente podría inclusive terminar, según afirman los ambientalistas, en la presentación de casos legales ante comisiones y cortes de derechos humanos internacionales.
Los activistas reunirán la mayor cantidad de información posible de diversos sectores sociales de Mayo y testimonios de los manifestantes heridos y amenazados, para publicar y enviar a autoridades de la Unión Europea y a varias comisiones internacionales de derechos humanos.