El premier Brian Cowen explicó que durante cuatro años su país deberá reducir en 20 mil millones de dólares el déficit presupuestario. Los fondos que reciba serán utilizados para la reestructuración del sector bancario.
El gobierno irlandés se inclinó anoche hacia lo inevitable y confirmó que solicitará decenas de miles de millones de dólares a las instituciones internacionales para rescatar a su agobiada economía y fortalecer a los bancos. Finalmente abandonó los días de andarse con rodeos -caracterizados por la oposición como una simulación inútil-, en los que repetía que no necesitaba ningún paquete de ayuda del Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea (UE) y el Banco Central de Europa. El pedido ya fue formalmente presentado ante esos cuerpos.
El primer ministro de Irlanda, Brian Cowen, confirmó ayer que el paquete de rescate de la UE para su país fue aprobado por las autoridades de la Eurozona. Lo que fue confirmado por los ministros de Finanzas del Viejo Continente. El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, también adelantó que su organismo estaba listo para sumarse al salvataje financiero.
El premier dijo que todavía continúan las negociaciones en torno del monto del préstamo de las entidades internacionales, que se estima que rondará entre los 109 y los 123 mil millones de dólares. Además, el jefe de gobierno irlandés explicó que aún no está determinada la duración del préstamo, aunque generalmente el período se ubica por encima de los tres años. El diario británico Sunday Times publicó ayer que el paquete de rescate será superior al de Grecia y que Atenas recibirá durante los tres próximos años para evitar que su deuda entre en default.
«No debemos subestimar el tamaño de nuestros problemas económicos», dijo Cowen en un discurso dirigido a la ciudadanía irlandesa. El premier planteó que los fondos que se reciban serán utilizados para la reestructuración del sector bancario y para el saneamiento presupuestario. Asimismo, el gobernante explicó que Dublín acordó un plan de cuatro años que prevé reducir en 20 mil millones de dólares el déficit presupuestario, mediante recortes fiscales y aumentos impositivos. En su exposición, Cowen agradeció la solidaridad de sus pares de la Eurozona pero hizo especial mención a la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el premier británico, David Cameron.
Los ministros irlandeses son categóricos a la hora de decir que el impuesto a las corporaciones no debe ser modificado, ya que es considerado como la piedra angular de la antigua prosperidad irlandesa. El gravamen ha sido una «línea roja» durante las negociaciones debido al éxito que suscitó al atraer en los recientes años a montones de compañías extranjeras. Por su parte, el ministro de Finanzas, Brian Lenihan, dijo que debería revisarse el salario mínimo, ya que en los últimos tiempos se disparó más allá de la tasa de la inflación. Esas precisiones se conocieron después de que el gabinete irlandés se reuniera para discutir medidas de austeridad.
El partido Fianna Fail (Soldados del Destino), que encabeza el gobierno irlandés, atraviesa problemas políticos y económicos. Sus dificultades son tan profundas que Cowen pasó todo el sábado en la extensa Donegal (norte), haciendo campaña proselitista en vez de dedicarse a la economía del país.
Un vocero de la oposición afirmó con desdén: «Cowen pensó que podía esconderse en una isla, lejos de la furia del pueblo irlandés». Su partido va atrás en los sondeos de opinión y su mayoría parlamentaria es endeble. Una encuesta local situó al izquierdista Sinn Fein (Nosotros Mismos) por encima de la fuerza oficialista. Las elecciones parciales se realizarán el próximo jueves. Casi todos los comentaristas dicen que el partido parece condenado electoralmente, dado que no hay ningún prospecto de un desarrollo positivo en el horizonte que modifique su fortuna.
Frente a la especulación generalizada de que se podría reducir el salario mínimo al igual que los gastos en bienestar social, el dirigente gremial Jack O’Connor lanzó una advertencia a la élite. «Quieren reestructurar la arquitectura social de Irlanda, que es uno de los países más desiguales del mundo, para imponer una nueva forma y más brutal del capitalismo salvaje. De acuerdo con su prédica, el derroche de los ricos sólo puede ser redimido con la crucifixión de los pobres.» Los sindicatos llamaron a una manifestación en Dublín para el próximo sábado 27 contra el recorte.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-157315-2010-11-22.html