Cuando finalice el largo recuento de votos, el escenario político del norte de Irlanda se encontrará a las puertas de movimientos decisivos, tanto para el futuro de la isla como para el devenir del proceso de paz. Los próximos días se van a suceder los movimientos, sin olvidar que para la próxima semana ya se […]
Cuando finalice el largo recuento de votos, el escenario político del norte de Irlanda se encontrará a las puertas de movimientos decisivos, tanto para el futuro de la isla como para el devenir del proceso de paz.
Los próximos días se van a suceder los movimientos, sin olvidar que para la próxima semana ya se han anunciado conversaciones entre los gobiernos de Dublín y Londres con los representantes de los partidos políticos.
El futuro del DUP y de su líder, Ian Paisley es uno de los ejes sobre los que discurrirán los futuros acontecimientos. Si finalmente este veterano político unionista decide dar el paso y aceptar el gobierno junto al Sinn Féin, la dirección del proceso se encamina por la buena dirección a pesar de los obstáculos que seguirán surgiendo. Los movimientos de este dinosaurio político son evidentes, desde el «siempre no, al puede ser, y ahora hasta el es posible, que puede ser seguido de un definitivo y probable sí». Las tensiones se sucederán, pero la mano de hierro de Paisley se impondrá de nuevo.
Además, no hay que olvidar que de no darse este acuerdo para formar el gobierno, el papel del gobierno de Dublín en los seis condados será mayor, y eso es lo último que desean los intransigentes unionistas.
Para el Sinn Féin los comicios han supuesto un test para comprobar el apoyo popular a su estrategia, sobre todo a raíz de las ultimas decisiones tomadas (policía, disidentes…). Por otro lado, el partido republicano espera confirmar sus buenos resultados anteriores con la vista puesta en las próximas elecciones en los 26 condados (mayo o junio), donde pretende mejorar posiciones, y tal vez alcanzar la llave para posibles coaliciones de gobierno.
La recuperación económica, fundamental para el desarrollo de los 6 condados, la salida definitiva de las tropas británicas (su número actual es el más bajo desde el inicio de esta fase del conflicto) y la superación artificial de la isla siguen, entre otros temas, las pautas marcadas por la estrategia del movimiento republicano.
Los tiempos del veto unionista deben superarse y el DUP debe completar su círculo para que la población irlandesa pueda definitivamente encaminarse hacia un escenario de paz y prosperidad tras tantos años de conflicto. Por ello, tras estas elecciones los actores del tablero irlandés se encuentran nuevamente ante la hora de la verdad.
TXENTE REKONDO.- Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN).