El Gobierno de Kiev ha lanzado una operación «antiterrorista» para intentar frenar el avance de los manifestantes armados que piden la celebración de un referéndum de autodetermina- ción. Hasta ahora, las fuerzas ucranianas no han tenido ningún éxito. La jornada de ayer dejó al menos dos muertos por disparos.
El domingo por la mañana, el ministro del interior ucraniano Arsen Avakov anunció el comienzo de una «operación antiterrorista» para liberar los edificios gubernamentales de la ciudad de Slovyansk en la región de Donetsk. Para ello, se iban a utilizar fuerzas especiales de la Policía apoyadas por blindados y helicópteros. La operación terminó al poco de empezar. Al intentar penetrar en la ciudad las fuerzas especiales ucranianas se encontraron con barricadas en su perímetro.
En ese momento se produjo la primera víctima, un oficial ucraniano del SBU (agencia estatal de seguridad ucraniana), aunque todavía no está claro quién fue el autor de los disparos. Para seguir avanzando se solicitó el apoyo de los blindados, pero estos se negaron a moverse si no quedaba claro quién sería responsable de la acción en caso de víctimas entre la población local. Viendo los antecedentes de cómo las autoridades ucranianas han responsabilizado a las fuerzas del orden de las víctimas civiles, ahora nadie quiere actuar sin recibir órdenes por escrito.
Por eso, en Slovyansk, la comisaría de Policía y la oficina del SBU siguen en poder de los manifestantes armados. Estos aprovechan cada hora que pasa paralevantar más y más barricadas por toda la ciudad. La jornada coincidió con la celebración del Domingo de Ramos de los cristianos ortodoxos, por lo que había mucha gente en las calles a pesar de la lluvia caída durante gran parte del día.
Ya por la tarde se registró una nueva víctima mortal en Slovyansk, y al menos dos personas resultaron heridas, al ser tiroteado por desconocidos el coche en el que viajaban. La acción no ha sido reivindicada por nadie, ni por los manifestantes, ni por las fuerzas ucranianas. Fuentes locales señalaban que podría tratarse de un ajuste de cuentas entre delincuentes locales aprovechando la ausencia de fuerzas de seguridad operativas dentro de la ciudad y de la gran cantidad de armas que circulan tras el asalto a la comisaría.
Nueva ofensiva
A la vista de que el asalto se mantenía y de que los manifestantes seguían tomando edificios oficiales en otras ciudades como Mariupol o el intento de toma del Ayuntamiento de Járkov, Kiev decidió pasar a la ofensiva con una operación «antiterrorista» a gran escala. El presidente interino, Oleksandr Turchinov, tras la reunión del consejo de seguridad nacional ucraniano calificó los hechos de agresión rusa y dio un plazo de horas para abandonar los edificios ocupados, en caso contrario las fuerzas del seguridad lanzarán hoy una ofensiva en todo el este del país, con apoyo del Ejército.
Una decisión polémica, ya que según la Constitución ucraniana el Ejército no puede ser utilizado en el interior del país contra su población. Pero queda la duda de si las fuerzas policiales existentes junto a la recién creada Guardia Nacional, compuesta por activistas del Maidán de Kiev, podrían avanzar sin el apoyo de los militares. Por ello, si los soldados se niegan a cumplir una órdenes a priori anticonstitucionales, es poco probable que a la ofensiva del Gobierno ucraniano pueda tener éxito, tal y como se demostró durante la jornada de ayer.
Diferencias con Crimea
Moscú no para de recibir acusaciones de estar detrás de lo que está ocurriendo en el este de Ucrania, sobre todo en la región de Donetsk. Kiev responsabiliza una y otra vez a Rusia de provocar un escenario similar al de Crimea. Sin embargo, eso está lejos de ser una realidad.
Las razones son varias. La primera y más importante es la composición étnica de los territorios. En Crimea. la población étnica rusa era mayoritaria, mientras que en el este de Ucrania la que es mayoritaria es la población ucraniana que utiliza el ruso como su lengua principal. Además, la justificación empleada en Crimea sobre su pertenencia histórica a Rusia no es válida en el este.
A ello hay que sumar el factor geográfico. Crimea es un territorio fácilmente aislable al ser una península con un corredor de tierra muy estrecho que le comunica con la parte continental de Ucrania. No ocurre lo mismo con la región oriental ucraniana.
Por último, hay que tener en cuenta que en Crimea 20.000 soldados rusos, cuya presencia era legítima gracias a acuerdos internacionales. Ellos fueron el núcleo de la fuerza que se utilizó para bloquear a las fuerzas ucranianas en la península y mantener el orden. En Ucrania, no hay presencia legal de soldados rusos. Su aparición podría considerarse una acto de guerra.