Porque le dijo que no a la Camorra, la mafia napolitana, Angelo Vassallo, alcalde ecologista de Pollica, localidad costera de la provincia de Salerno, en el sur de Italia, fue acribillado anteanoche por una brutal ráfaga de disparos. El asesinato, que causó gran conmoción en la península, ocurrió poco antes de las 23, al estilo […]
Porque le dijo que no a la Camorra, la mafia napolitana, Angelo Vassallo, alcalde ecologista de Pollica, localidad costera de la provincia de Salerno, en el sur de Italia, fue acribillado anteanoche por una brutal ráfaga de disparos.
El asesinato, que causó gran conmoción en la península, ocurrió poco antes de las 23, al estilo típicamente mafioso. El funcionario volvía a su casa en su auto, cuando fue bloqueado por otro que viajaba en dirección contraria. Entonces, según se reconstruyó, dos personas se acercaron a su ventanilla y le dispararon nueve tiros, que hicieron blanco en el corazón, la cabeza y la garganta del alcalde, de 57 años y padre de dos hijos.
«Se trata de una emboscada de tipo camorrístico, una ejecución despiadada», dijo ante los micrófonos de Sky Tg24 Alfredo Greco, fiscal de Vallo della Lucania. «En los últimos tiempos estaba preocupado. No mataron solamente a un hombre, sino una esperanza para el Cilento (como se llama esa zona de Italia). Vassallo era un símbolo de legalidad», agregó.
«Mi querido amigo Angelo fue asesinado por un no de más. Un no pronunciado a gente que no admite respuestas negativas. Un no en la cara de la Camorra; no tengo dudas», afirmó el fiscal adjunto de Torre Annunziata, Raffaele Marino, que recordó que la mafia napolitana -la más fuerte de Italia y entre las más poderosas del mundo-, intentó infiltrarse en actividades de la zona.
Vassallo, del Partido Democrático (PD), era conocido por sus batallas por el respeto del medio ambiente, algo que le había hecho ganar a la localidad costera que dirigía varias «banderas azules», es decir, el reconocimiento de que sus aguas están limpias. Además de haber impuesto el sistema de recolección de basura diferenciada, en enero pasado había firmado una ordenanza que preveía una multa de hasta 1000 euros para quien fuera sorprendido tirando cenizas o colillas. Por esto, todo apunta a que detrás de su asesinato esté la denominada «ecomafia», es decir, las organizaciones criminales ligadas a la Camorra, que lucran con negocios ilegales relacionados con el ambiente.