En Portugal, los trabajadores organizados en los sindicatos de la CGTP-IN han intensificado sus acciones y su lucha culminando, el 7 de julio, en una Marcha nacional que confluyó en Lisboa. En las últimas semanas, cientos de asambleas y concentraciones de trabajadores/as, además de más de 60 huelgas, tuvieron lugar en todo el país. Luchas que involucraron a trabajadores/as, tanto del sector público como del privado, de la manufactura de la salud, del comercio minorista, del transporte, de los servicios, de la alimentación, de la restauración, de los hoteles, entre otros, expresando así la creciente demanda de respuestas a sus problemas. Las acciones de lucha actuales exigen el aumento de los salarios y de las pensiones para hacer frente al aumento del coste de la vida.
Se oponen al ataque a los derechos y a la ausencia de respuesta a los problemas crecientes en los servicios públicos, particularmente en el sector de la salud, favoreciendo a los grupos económicos privados.
Tambi´én se oponen a los cambios en la legislación laboral, que mantienen o agravan las disposiciones ya más negativas de la legislación laboral, especialmente:
-el bloqueo a la negociación colectiva;
-la desregulación del tiempo de trabajo;
-el aumento de la precariedad;
-y la limitación de las libertades sindicales a través de mayores restricciones y limitaciones al acceso de los sindicatos a los lugares de trabajo y a la organización de los trabajadores.
En Portugal, más de 500 mil trabajadores/as viven en la pobreza; millones de trabajadores/as jóvenes viven con 625 euros; 2,7 millones de trabajadores/as viven con menos de 1.000 euros al mes; y el 70% de los puestos de trabajo creados en 2022 tienen vínculos con contratos eventuales.
Los trabajadores y trabajadoras no aceptan este modelo y su perpetuación. Este modelo debe ser superado. Por eso muchos miles de trabajadores/as salieron a la calle el 7 de julio, en la manifestación nacional convocada porla CGTP-IN.
Sus propuestas eran las siguientes:
-Por 35 horas de trabajo semanales para todos los trabajadores/as, sin pérdida de salario.
-Por la erradicación de la precariedad.
-Por el refuerzo de los Servicios Públicos y de las obligaciones sociales del Estado.
-Por la promoción de la negociación colectiva con derechos.
-Por un aumento salarial extraordinario, para compensar la mayor inflación.
-Por la subida extraordinaria del Salario Mínimo Interprofesional a 800€.
-Por la subida extraordinaria de las pensiones de jubilación.
-Por la reivindicación de las libertades sindicales.
Estas son las luchas que se suman, solidariamente, a las que se están librando en muchos otros países. Son momentos en los que los trabajadores/as deben reforzar su organización y luchar para construir una política alternativa de izquierda y soberana que pueda responder eficazmente a los problemas de Portugal, a la vía del desarrollo y que mejore sus condiciones de vida.
Es también el momento de luchar por otra Europa de los trabajadores y trabajadoras y los pueblos, por un mundo de paz y justicia social.