El gobierno griego, obedeciendo intrucciones de la troika, cerró ayer de forma sorpresiva y fulminante todos los canales de televisión y emisoras de radio públicas, dejando en la calle a más de 2500 trabajadores. La medida se justifica por el «despilfarro y opacidad» del ente público. Más allá de la contradicción que supone tal justificación, […]
El gobierno griego, obedeciendo intrucciones de la troika, cerró ayer de forma sorpresiva y fulminante todos los canales de televisión y emisoras de radio públicas, dejando en la calle a más de 2500 trabajadores.
La medida se justifica por el «despilfarro y opacidad» del ente público. Más allá de la contradicción que supone tal justificación, lo que está claro es que un cierre fulminante y por medio de antidisturbios, poniendo literaralmente a los trabajadores en la calle es algo absolutamente desproporcionado, inédito en países democráticos y más propio de juntas militares fascistas.
En España, donde la baja calidad y la manipulación partidista de los canales públicos es habitual, es difícil comprender el estupor que este cierre ha provocado en la sociedad griega.
La Radio Televisión Pública Griega goza de un prestigio social enorme en Grecia. Sus tres canales de televisión y seis de radio son un orgullo nacional y un ejemplo de servicio público. La calidad y cantidad de sus emisiones culturales, artísticas, científicas y educativas, es algo difícil de creer para quienes estamos acostumbrados a unos canales públicos (nacional y autonómicos) plagados de telebasura, cotilleos y realitys. El mundo académico y de la cultura al pleno se ha levantado horrorizado en contra de lo que se considera un crimen contra el helenismo y una nueva traición contra la patria.
La verdadera razón del cierre, que no se le oculta a nadie, es la independencia informativa que los profesionales de la radio televisión pública griega han demostrado en los últimos años, poniendo en evidencia una y otra vez las traiciones y crímenes contra el país del gobierno Nea Dimokratía-Pasok. Algo envidiable y que causaba admiración a todos los españoles amigos de Grecia que veíamos (hasta ayer) el canal internacional Griego (ERT SAT).
Nada más anunciarse el cierre una auténtica marea humana se congregó a las puertas de los estudios para defender al ente público. A las 12 de la noche la multitud reunida era de varios miles de personas.
El tratamiento informativo que en el resto de Europa se está dando a la noticia es absolutamente vergonzoso. No sólo se justifica la medida, sino que se oculta la multitudinaria reacción de solidaridad que ha provocado entre la ciudadanía así como entre numerosísimos intelectuales y artistas. Si algo tan impensable hubiera sido llevado a cabo por cualquiera de los gobiernos progresistas de América Latina, la cobertura mediática de las protestas habría sido ininterrumpida, recuérdese la que se montó cuando Hugo Chávez retiró la licencia a un canal pro-golpista -que no cerró, el canal sigue emitiendo-.
BASTA DE CRIPTODICTADURA EN GRECIA Y EN EUROPA
NO A LA TROIKA FASCISTA
SOLIDARIDAD CON LOS TRABAJADORES GRIEGOS
NO PASARÁN
ΔΕΝ ΘΑ ΠΕΡΑΣΕΙ Ο ΦΑΣΙΣΜΟΣ
http://www.youtube.com/watch?
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