La crisis financiera europea, tantas veces dada por muerta, ha resurgido para cobrarse una nueva pieza, el grupo bancario y asegurador holandés SNS Reaal. Con 200 años de historia a sus espaldas, desde la mañana del viernes está en manos del Estado holandés. Escarmentado por el alto coste de la crisis financiera en el 2008, […]
La crisis financiera europea, tantas veces dada por muerta, ha resurgido para cobrarse una nueva pieza, el grupo bancario y asegurador holandés SNS Reaal. Con 200 años de historia a sus espaldas, desde la mañana del viernes está en manos del Estado holandés.
Escarmentado por el alto coste de la crisis financiera en el 2008, el Gobierno adoptó ayer un enfoque mucho más radical para resolver los problemas de esta entidad, que se encontraba «al borde de la quiebra» como consecuencia de las pérdidas sufridas por su alta exposición al sector inmobiliario, ha explicado Jeroen Dijsselboem, ministro de Finanzas.
Después de que a las seis de la tarde del jueves expirara el ultimátum fijado por el Banco de Holanda sin que SNS Reaal pudiera aportar alguna solución a través de fondos privados, la nacionalización de la entidad «era inevitable«, explicó. Surgida de la fusión de una red de cajas de ahorros y una compañía aseguradora en 1997, la institución financiera es la cuarta institución financiera del país en volumen de negocio y tiene naturaleza sistémica. Dejarla caer habría puesto en peligro la estabilidad financiera del país, argumenta el Gobierno.
La operación se llevará a cabo mediante una inyección de capital de 3.700 millones de euros, a la que se añaden 5.000 millones en forma de garantías y 1.100 millones en préstamos. La factura total se eleva a 10.000 millones. Para aligerar el coste del rescate para el erario público, por primera vez se ha decidido no compensar a los propietarios de deuda junior, es decir, accionistas y titulares de obligaciones subordinadas (en España se hizo con las preferentes). «También habrían perdido toda la inversión en caso de quiebra», argumentó Dijsselbloem, partidario de que la UE soga en mismo camino (el llamado ‘bail in’ o autorrescate bancario).
Otra novedad de la operación es que el resto de bancos holandeses también participarán en el saneamiento de SNS Reaal mediante el pago de un impuesto extraordinario con el que se recaudará 1.000 millones de euros. El Gobierno pretende sanear el banco para luego venderlo, aislando sus activos tóxicos. De momento, la operación podría obligar al gobierno holandés -una coalición de liberales y laboristas- a aprobar nuevos ajustes para cumplir con el objetivo de rebajar al 3% su déficit público este año. Aunque los problemas vienen de atrás, la nacionalización del grupo bancario y asegurador empaña el estreno de Dijsselbloem como presidente del Eurogrupo.
SNS Reaal, con sede social en Utrecht, funciona bajo varias marcas comerciales en la venta de productos bancarios y aseguradores. Salió a bolsa en el 2006 y, con el capital obtenido, se embarcó en la que resultaría ser su operación más ruinosa: la compra de la división inmobiliaria de ABN Amro. «Ahora no volveríamos a autorizar la operación», ha admitido el director de supervisión del Banco de Holanda, Jan Sijbrand, ya que elevó enormemente la exposición del banco a un solo sector, el inmobiliario, que en Holanda entró en crisis en el 2008. El precio de la vivienda acumula una caída del 16% y todavía no ha tocado fondo, admiten fuentes del Ministerio de Economía holandés. Las inversiones de ABN Amro en EEUU y España no hicieron sino empeorar las cosas.
SNS Reaal estaba bajo vigilancia reforzada del supervisor holandés desde mediados del 2011 pero las pérdidas inmobiliarias se habían hecho ya insoportables e imposibles de compensar con las actividades bancarias y aseguradoras. No había habido una fuga de depósitos en toda regla pero la salida de capital se había acentuado en los últimos meses ha admitido el supervisor holandés, subrayando que SNS Reaal es «un caso único». «Ningún otro banco holandés tiene una cartera inmobiliaria tan problemática como SNS Reaal», asegura Sijbrand. La duda deriva de la situación de este sector y los problemas de liquidez que soportan los bancos holandeses como consecuencia de su peculiar modelo hipotecario. El Gobierno ha entablado contactos con bancos extranjeros para aumentar la competencia en el sector hipotecario holandés.
¿Se recuperará el dinero? «Esa es la intención, desde luego, pero nunca se puede garantizar totalmente», ha admitido con franqueza Dijsselbloem, argumentando que la liquidación de la entidad habría resultado más onerosa para las arcas públicas. Holanda movilizó 40.000 millones de euros en el 2008 para rescatar a ING, ABN Amro y SNS Reaal y, por ahora, sólo el primero ha devuelto el préstamo al Estado, con los correspondientes intereses. ABN Amro sigue nacionalizado y SNS Reaal, acaba de serlo, dando por perdidos de momento los 750 millones de euros que se le inyectó entonces. Así, dos de los cuatro mayores bancos del país quedan así en manos públicas. Holanda, que ostenta la máxima calificación crediticia, hará frente a la operación con sus propios recursos.