«Hoy hablan de los tipos de interés, mañana dirán que llueven ranas, después será el invierno nuclear, luego la llegada de los tanques del ejército soviético y, entre estos dos, dirán que los venezolanos nos han invadido». El izquierdista Jean-Luc Mélenchon (republicano y ecologista) respondió con humor a las críticas feroces de la derecha y […]
«Hoy hablan de los tipos de interés, mañana dirán que llueven ranas, después será el invierno nuclear, luego la llegada de los tanques del ejército soviético y, entre estos dos, dirán que los venezolanos nos han invadido». El izquierdista Jean-Luc Mélenchon (republicano y ecologista) respondió con humor a las críticas feroces de la derecha y la extrema derecha francesas del último mitin en Lille.
Maximilien (Robespierre), Ilitch (Lenin), Hugo Chávez, Fidel Castro… Los conservadores franceses han rescatado a todos sus fantasmas de la historia para atacar al candidato de la «Francia Insumisa». Tras haber experimentado una espectacular remontada en los sondeos, Mélenchon se ha erigido en el centro de las críticas de sus principales rivales en la cursa al Elíseo: Marine Le Pen (ultranacionalista), Emmanuel Macron (centrista y business friendly) y François Fillon (derecha republicana).
Según los últimos estudios de opinión, Mélenchon obtendría un 18,5% de los votos (hace menos de un mes se situaba en torno al 10%). De esta forma, estaría casi empatado con Fillon (20%) y cerca de alcanzar a Le Pen (22,5%) y Macron (23,5%).
Un tercio del electorado asegura no saber a quién votará. Ante este escenario tan incierto, la dinámica creciente de Mélenchon inquieta. «Mélenchon: el delirante proyecto del Chávez francés«. «Mélenchon, el nuevo riesgo francés«. Así titularon este miércoles el diario conservador Le Figaro y el rotativo económico Les Echos respectivamente. Después de haber elogiado su talento como orador y su coherencia ideológica, la prensa francesa ha cambiado el tono ante su incipiente remontada.
«A Mélenchon no le falta labia ni talento, pero es penoso ver como un hombre con un programa tan demagógico puede despertar tanta simpatía«, aseguró Le Figaro en un editorial completamente caricatural.
Los otros candidatos también critican ahora a Mélenchon, después de haberlo ignorado durante buena parte de la campaña. La ultranacionalista Le Pen le acusa de ser un «inmigracionista absoluto», por haber defendido una acogida digna de los refugiados.
El derechista Fillon dedicó una parte de su discurso en Marsella en atacar «el programa comunista» del candidato de la «Francia Insumisa». El miedo a la izquierda parece ser el último recurso que le queda al candidato de la derecha republicana para movilizar a un electorado consternado por el Penelope Gate, el escándalo de los supuestos empleos ficticios como asistentes parlamentarios de la mujer y los hijos de Fillon.
El último candidato en incorporarse a la campaña del miedo en contra de Mélenchon ha sido Macron. «El revolucionario comunista era senador socialista cuando yo aún estaba en el instituto», le ha reprochado, criticando así la larga trayectoria política de Mélenchon, que fue elegido senador en 1986. El líder de En Marche! (¡En Marcha!) ve cómo el republicano le disputa el voto de los tradicionales votantes del Partido Socialista, decepcionados por el quinquenio de François Hollande y la decadente trayectoria del candidato de su formación Benoît Hamon (9%).
Hollande rompe su silencio ante la «moda Mélenchon»
Hollande rompió, de hecho, esta semana su silencio sobre la campaña para expresar su inquietud sobre la «moda Mélenchon», que puede dar lugar a una segunda vuelta entre Mélenchon y Le Pen. «Hay un gran peligro ante las simplificaciones, las falsificaciones, que hacen que miremos más el espectáculo de un tribuno que el contenido de su texto», declaró.
¿Qué efectos tendrá la campaña del miedo en contra de Mélenchon? Difícil saberlo, pero no resultaría sorprendente si esta sirve para favorecer las perspectivas electorales del líder de la izquierda radical.
Tras las decepcionantes presidencias de Sarkozy y Hollande y diez años de letargia económica e incremento de la precariedad, reina en Francia un malestar evidente respecto a sus élites políticas y mediáticas. Seis de cada diez franceses desconfían de los medios escritos y televisivos. Hollande, Sarkozy, Juppé, Valls… Todos ellos han sido enviados a la papelera de la historia durante esta campaña presidencial en la que nada sucede como se preveía.
Con los gritos de «dégagez, dégagez (echadlos, echadlos)», los simpatizantes de Mélenchon ovacionaron la respuesta que este dio a las críticas de sus rivales. «Si elegís a estos tres (Macron, Fillon o Le Pen), terminaréis escupiendo sangre», proclamó el candidato de la «Francia Insumisa» ante las 12.000 personas que llenaron el Gran Palacio (varios centenares se quedaron fuera del pabellón) en Lille, el norte de Francia, una de las regiones más deprimidas económicamente del país.
Mélenchon consagró buena parte de su discurso a defender el restablecimiento del orden social republicano ante las políticas de austeridad neoliberales reivindicadas por Fillon y Macron. Una muestra más de su estrategia populista de izquierdas que parece estar calando en la sociedad francesa.
El político preferido de los franceses
Mélenchon no se presenta como el candidato de ninguna fuerza política tradicional, sino del movimiento de la «Francia Insumisa», creado a principios del año pasado.
Inspirado por la experiencia de Podemos y Bernie Sanders, este impulsa su candidatura a través de un uso virtuoso de las redes sociales. El canal de Youtube de Mélenchon cuenta con más de 280.000 abonados. Este gran seguimiento en las redes se ve reflejado con el apoyo masivo en los mítines, por ejemplo, las 120.000 personas que reunió (según los organizadores) en la marcha por la Sexta República del 18 de marzo en París, o las 70.000 que asistieron a su mitin del domingo pasado en Marsella.
No obstante, el inicio de la remontada de Mélenchon empezó con el primer debate televisivo del 20 de marzo, cuando numerosos analistas calificaron su intervención como la más brillante.
«No estaba interesada por las presidenciales, pero tuve una revelación cuando lo vi durante el primer debate televisivo» reconoce Virginie V., de 28 años. Esta antigua votante socialista o de los verdes franceses asistió al mitin de Lille para hacerse una mejor idea de su candidato predilecto. «Quizás sus ideas se encuentran más a la izquierda que las mías, pero el personaje me inspira confianza», afirma esta monitora en talleres de educación popular.
Según un reciente sondeo de Ifop, el 68% de los franceses tienen una opinión positiva de Mélenchon. Tras una subida de 22 puntos en este índice durante el último mes, el candidato de la «Francia Insumisa» se ha convertido en el político preferido de los franceses.
El 29% de los ciudadanos entre 18 y 24 años afirman querer votar por el líder de la izquierda radical, lo que le convierte en el candidato preferido de los jóvenes por delante de Macron y Le Pen.
El carisma, la coherencia ideológica y el estilo pedagógico de Mélenchon parecen estar convenciendo a la desencantada sociedad francesa. Y esto inquieta a los sectores más conservadores.
Fuente original: http://www.publico.es/internacional/remontada-melenchon-levanta-alarmas-derecha.html