Recomiendo:
0

La Haya reaviva la llama en los Balcanes con la absolución de Gotovina

Fuentes: Diagonal

La sentencia exacerba el discurso nacionalista en Serbia y devuelve a Croacia a Gotovina y Markac,responsables de la Operación Tormenta de 1995.

La controvertida revocación de las condenas de dos exoficiales militares croatas por crímenes de guerra contra la población serbia en la Guerra de Yugoslavia ha desatado una oleada de críticas en Serbia, donde se acusa al Tribunal Penal Internacional para Yugoslavia (TPIY) de actuar con motivaciones políticas. Ante Gotovina y Mladen Markac fueron condenados en 2011 a 24 y 18 años de cárcel respectivamente por su responsabilidad en la limpieza étnica contra la población serbia que habitaba la región de la Krajina, en el sur de Croacia, durante la conocida como Operación Tormenta.

Tras recurrir la sentencia, el pasado 16 de noviembre la Corte de Apelación del TPIY decidió, con tres votos a favor y dos en contra, liberar a los dos exmilitares al considerar que sus actos tuvieron motivaciones estrictamente militares. «Croacia puede ahora celebrar de manera legítima el mayor pogromo del mundo desde la Segunda Guerra Mundial», declaró el presidente serbio Tomislav Nikolic sobre la absolución de Gotovina y Markac, que fueron recibidos como héroes por miles de personas en Zagreb.

Ante Gotovina fue el máximo responsable de la Operación Tormenta, desarrollada en 1995, «en la que se dio la limpieza étnica más grande y eficiente de todas las guerras yugoslavas, no tanto en cuanto a número de muertos como a número de desplazados», explica a DIAGONAL Carlos González Villa, investigador de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Se calcula que unos 200.000 serbios fueron desplazados y un número indeterminado de civiles fue asesinado en medio de «una operación militar muy bien planificada y ejecutada, con la ayuda de Estados Unidos», puntualiza González Villa.

Un tribunal desacreditado

En 1993, la ONU constituyó el Tribunal Penal Internacional para Yugoslavia con el objetivo de perseguir los crímenes de guerra que se venían cometiendo en la exYugoslavia desde el inicio del conflicto en 1991. La Unión Europea ha exigido la colaboración con el tribunal como una exigencia indispensable en el camino de la integración europea para las repúblicas escindidas de la antigua Yugoslavia. El juicio a Gotovina fue visto como uno de los últimos requisitos exigidos a Croacia por parte de Bruselas para encarar la recta final de su incorporación en la UE, pero el proceso ha tenido un inesperado final pocos meses antes de la entrada oficial del país balcánico en la Unión. En julio de 2013, Croacia se convertirá en la segunda república exyugoslava en incorporarse al club de Bruselas después de Eslovenia. «La UE puede estar tranquila, pues ya es posible ofrecer un relato digerible sobre todo lo que ha rodeado a la trayectoria de Croacia desde su proceso de independencia», escribió González Villa junto con Alfredo Sasso, editor de la web eastjournal.net e investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona, en un artículo conjunto en la web eurasianhub.com. «La novedad que llega con el fallo del TPIY estriba en que en la limpieza étnica de los serbios de Krajina no hay responsables individuales», continúa el artículo.

El proceso de integración europea está bastante más bloqueado en Serbia, donde el gabinete europeísta dirigido por Boris Tadic fue derrotado en las últimas elecciones de mayo por el nacionalista Nikolik y las encuestas muestran que la adhesión europea cuenta con cada vez menos apoyos entre la población, un sentimiento que la última sentencia emitida por el Tribunal Penal Internacional para Yugoslavia refuerza aún más. «La credibilidad del TPIY se ve sin duda muy cuestionada tras la sentencia Gotovina», opinaba Sasso. «La orden política para la limpieza étnica que vino del entonces presidente croata Franjo Tudjman no ha sido ni mínimamente considerada en la apelación. Claramente, esto abre la vía a toda una serie de sospechas sobre la imparcialidad del TPIY y el papel de las presiones políticas que están por encima de su creación».

Fractura social

Las guerras de secesión que sacudieron a la antigua Yugoslavia durante toda la década de los ’90 dejaron profundas heridas en la sociedad multiétnica de los Balcanes Occidentales. Aunque la tensión ha descendido, la fractura social es incluso mayor que antes de la guerra ya que las campañas de limpieza étnica contribuyeron a acentuar la división geográfica de los distintos grupos. «La impresión es que, al menos en el corto plazo, la sentencia Gotovina marcará un paso atrás en la reconciliación entre Croacia y Serbia y, más en general, en la región exyugoslava», opina Sasso. «Y no sólo a nivel institucional, sino sobre todo en la conciencia social de las respectivas comunidades».

A la absolución de Gotovina se unió el 29 de noviembre la del líder de la guerrilla albano-kosovar UÇK Ramus Haradinaj, también acusado de crímenes de guerra contra la población civil serbia en la guerra de Kosovo, decisiones que, lejos de ayudar a la normalización, no hacen más que avivar el discurso nacionalista victimista que vuelve a arraigar en una sociedad serbia que se siente señalada como única responsable del conflicto.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/libertades/la-haya-reaviva-la-llama-balcanes-con-la-absolucion-gotovina.html-0