En la semana en la que el día internacional de la igualdad salarial pasó sin pena ni gloria, reducir la brecha salarial cobra especial significación ya que el incremento de la pobreza que sufre nuestra sociedad recae de manera alarmante sobre las mujeres. El aumento de los contratos a tiempo parcial afecta de forma significativa […]
En la semana en la que el día internacional de la igualdad salarial pasó sin pena ni gloria, reducir la brecha salarial cobra especial significación ya que el incremento de la pobreza que sufre nuestra sociedad recae de manera alarmante sobre las mujeres. El aumento de los contratos a tiempo parcial afecta de forma significativa a las mujeres llegando a un 32,2% el porcentaje de mujeres que en la UE trabajan con este tipo de contrato. El principio de igualdad de retribución y la transparencia de salarios vienen recogidas en una directiva europea que no se cumple.
Esta semana se ha celebrado el día Internacional de la igualdad salarial. Es un momento para la reflexión sobre qué sociedad queremos y qué sociedad estamos construyendo. La igualdad es un derecho recogido en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, un derecho por tanto básico y que debe aplicarse en todos los ámbitos. En el empleo y en la equiparación salarial también. A mismo trabajo, mismo salario.
Las mujeres tenemos menor acceso al trabajo y cuando trabajamos lo hacemos con jornadas más reducidas. El aumento de los contratos a tiempo parcial afecta de forma significativa a las mujeres llegando a un 32,2% el porcentaje de mujeres que en la UE trabajan con este tipo de contrato. Su utilización cada vez más extendida es sinónimo de bajada en la remuneración y de precarización de las condiciones laborales. Además de esta situación ya de por sí lamentable la retribución que perciben las mujeres por su trabajo se cifra a nivel europeo en un 16,4% menor al de los hombres. Hay que recordar que el principio de igualdad de retribución y la transparencia de salarios vienen recogidas en la Directiva 2006/5/CE cuya transposición al ordenamiento español se podría y debería mejorar.
Según las conclusiones de la evaluación del valor añadido europeo, » la reducción de un punto porcentual en la brecha salarial entre mujeres y hombres supondría un aumento del crecimiento económico de un 0,1 %». En la situación actual de persistente crisis, trabajar por reducir la brecha salarial cobra especial significación ya que el incremento de la pobreza que sufre nuestra sociedad recae de manera alarmante sobre las mujeres.
El trabajo conjunto de los gobiernos, los empresarios y los sindicatos es fundamental para elaborar y aplicar herramientas de evaluación de puestos que determinen trabajos de igual valor para que se cumpla un principio tan importante como el de la igualdad salarial. Es por tanto necesario instarles a que se apliquen en su logro.
Rosario Goñi. Economistas sin Fronteras
Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?La-igualdad-salarial-todavia-es