Los actos oficiales de conmemoración de la caída del Muro de Berlín previstos para la jornada de hoy ofrecerán una imagen trucada de los hechos que realmente se vivieron hace veinte años a uno y otro lado de la capital alemana. Una mediática reunión de líderes políticos intentará ocultar, una vez más, a los verdaderos […]
Los actos oficiales de conmemoración de la caída del Muro de Berlín previstos para la jornada de hoy ofrecerán una imagen trucada de los hechos que realmente se vivieron hace veinte años a uno y otro lado de la capital alemana. Una mediática reunión de líderes políticos intentará ocultar, una vez más, a los verdaderos protagonistas de la Historia. Aunque la Guerra Fría fuera un instrumento político controlado por las autoridades de los grandes estados que combatían por la primacía mundial, no fueron esas élites las que forzaron la caída del Telón de Acero, sino las que lo mantuvieron en pie desde que decidieran levantarlo -de forma consensuada, cabe recordar- al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
La demolición del Muro construido en 1961 no se puede limitar a la fecha concreta del 9 de noviembre de 1989. No fue cuestión de un día. Tanto en la RDA como en la RFA, fueron muchos las ciudadanas y los ciudadanos alemanes que, en los años anteriores, fueron socavando los cimientos de la división impuesta por la política de bloques. Esa toma de conciencia ciudadana hizo posible, primero, la implosión del estado oriental y, luego, la reunificación. Un proceso, el de la reunificación, que no se llevó a cabo de la noche a la mañana, como se puede observar todavía hoy en día si se hace una profunda radiografía del conjunto de Alemania de este a oeste. Y, pese a quien pese, tampoco se debe olvidar que los aires provenientes de Moscú contribuyeron entonces de forma fundamental a tirar abajo el Muro berlinés y el conjunto del Telón de Acero que dividía a Europa.
La imagen de la jornada de hoy en Berlín poco tendrá que ver con la de aquellos hombres y mujeres, muchos de ellos jóvenes, que desmontaron el Muro trozo a trozo. A ellos habría que acercar hoy, como hace veinte años, las cámaras y los micrófonos para que expliquen al mundo qué ha cambiado desde entonces en sus vidas, si sus esperanzas se han frustrado o si están más cerca de materializar sus sueños. A buen seguro, los discursos y las fotografías oficiales no darán respuesta a esas cuestiones.
http://www.gara.net/paperezkoa/20091109/165702/es/La-imagen-trucada-veinte-anos-despues