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Cara y cruz de la realidad europea: mientras la policía mantiene por la fuerza el orden neoliberal en las calles de Francia, los amigos de Cuba demuestran a dos pasos de París que otro mundo es posible

La otra Europa

Fuentes: Rebelión

A veces el destino se alía con la casualidad para dejar en evidencia las paradojas de la vida. Hace más de seis meses, cuando las asociaciones francesas de solidaridad con la Revolución Cubana iniciaron los trámites destinados a la celebración de un gran acto europeo en defensa de la Cuba socialista, nadie hubiera podido sospechar que, […]

A veces el destino se alía con la casualidad para dejar en evidencia las paradojas de la vida. Hace más de seis meses, cuando las asociaciones francesas de solidaridad con la Revolución Cubana iniciaron los trámites destinados a la celebración de un gran acto europeo en defensa de la Cuba socialista, nadie hubiera podido sospechar que, llegado el día -el pasado sábado, 12 de noviembre-, las calles de Francia estarían tomadas por patrullas policiales y el país bajo el toque de queda. De esta manera, por yuxtaposición con la realidad nacional, la incombustible izquierda europea (que aún existe, y cuánto, a pesar de la socialdemocracia oficial) pudo demostrar que no todo es racismo e insolidaridad en el viejo continente. Pero el azar llegó aún más lejos, pues el lugar reservado de antemano para el evento -¡Oh, maravilla!- fue nada menos que el complejo deportivo Nelson Mandela, en el suburbio parisiense de Saint-Denis, a dos pasos del lugar donde se iniciaron las revueltas callejeras actuales.

El acto estuvo a medio camino entre el mitin político y la parranda, lo cual demuestra una vez más que el espíritu revolucionario no está reñido con la alegría de vivir. Al fondo de la cancha cubierta, en un escenario de ocasión decorado con motivos cubanos, los oradores se fueron sucediendo uno tras otro, alternados con las imágenes digitales de una gran pantalla, en la cual quienes no pudieron asistir dejaron también su testimonio virtual.

Más de diez mesas ofrecían al público libros, banderas de Cuba y Venezuela o camisetas del Che. Un bar improvisado recaudaba fondos para la causa con los inevitables mojitos y, en el centro, se agolpaban más de un millar de militantes, en su mayoría franceses, cubanos y latinoamericanos residentes en Francia. El resto, venidos de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Grecia, Holanda, Inglaterra, Italia, Portugal, Rusia, Suecia, Suiza, Turquía y Yugoslavia, se lo pasaron de lo lindo mientras los niños correteaban entre las sillas, los bebés mamaban del pecho de sus madres y aquel pequeño rincón de Francia se convertía durante unas horas en un pedacito de tierra cubana.

Gloria González Justo, de la Coordinación organizadora, fue la maestra de ceremonias. Hubo intervenciones destacadas. En pantalla, Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea del Poder Popular de Cuba, dejó constancia de su magnífica retórica. En persona, el embajador cubano en Francia, Rogelio Sánchez Levis, agradeció a todos su presencia. Enrique Román, vicepresidente del ICAP (Instituto Cubano de Amistad entre los Pueblos), trajo un mensaje del pueblo cubano. Pero la apoteosis llegó cuando tres de los oradores lograron levantar de sus sillas al público con el ardor sus palabras a favor de Cuba y de la liberación de los cinco héroes encarcelados en los Estados Unidos. Me refiero a la representante de Suiza, Andrea Duffour; a la profesora francesa Danielle Bleitrach y al diputado de más edad en la Asamblea Nacional de Francia, el comunista Georges Hage.

Hubo poemas de Aimé Cesaire recitados por la martiniquesa Christiane Remion; un homenaje a Nicolás Guillén con la participación especial de los actores cubanos Asenneh Rodríguez y Alden Knight, los cuales habían prolongado su gira para participar en el evento; música tradicional cubana con el grupo de Pablo López Nussa; demostración de son cubano y Rueda de casino por la escuela de baile Benny Moré, de Carlos González; canciones de combate a cargo del cantautor uruguayo Daniel Viglietti y del venezolano Tomás Aquino y delirio final con el pianista Rembert Egües y sus músicos, la cantante Graciela Pérez y el legendario percusionista Tata Güines, quienes lograron que bailasen hasta las abuelitas allí presentes, y ello a pesar de la artritis que encorvaba a más de una de ellas.

Con naturalidad, sin violencia alguna, en el suburbio multiétnico de Saint-Denis la otra Europa les dio una lección a la Unión Europea y al Estado francés de lo que es integración racial y concordia entre ciudadanos de distintas lenguas y culturas, todo ello al abrigo de esa causa común que es la Revolución Cubana.

Organización del acto

 

La Coordinación Nacional de Francia para la Defensa de la Revolución Cubana y la Liberación de los cinco cubanos encarcelados en los Estados Unidos se creó en 2004. Desde entonces ha patrocinado numerosos actos. Este último contó con el apoyo de las 19 siguientes organizaciones galas:

ARAC

Les amis de Cuba

Centre Ernesto Che Guevara

Cercle Bolivarien de Paris

Collectif Alba France

Collectif pour Cuba de Grenoble

Comité Internationaliste pour la Solidarité de Classe

Comité Solidarité Cuba Nord-Pas-de-Calais

Coordination Communiste Nord-Pas-de-Calais

Cuba si France

Cuba Linda

Espace Che Guevara

France Amérique Latine

Jeunes pour la Renaissance Communiste en France (JRCF)

France Cuba

Moncada 26 juillet

Pôle de Renaissance Communiste en France

Racines cubaines

Union des Révolutionnaires Communistes de France (URCF).