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Italia: éxito de la manifestación del sindicato CGIL

La Plaza Roja de Roma

Fuentes: Rebelión

Miles de manifestantes se movilizaron ayer en Roma para protestar contra la política económica del gobierno de Silvio Berlusconi y advirtieron con convocar una huelga general si no se atendían sus demandas enseguida. Convocó la manifestación el principal sindicato del país, la Confederación General Italiana del Trabajo. Los manifestantes marcharon a través de dos recorridos […]


Miles de manifestantes se movilizaron ayer en Roma para protestar contra la política económica del gobierno de Silvio Berlusconi y advirtieron con convocar una huelga general si no se atendían sus demandas enseguida. Convocó la manifestación el principal sindicato del país, la Confederación General Italiana del Trabajo. Los manifestantes marcharon a través de dos recorridos distintos hasta confluir en la Plaza de San Juan de Letrán, escenario habitual de los mítines políticos en Roma. El color rojo la invadió ayer.

Protestan los estudiantes ocupando monumentos; protestan los trabajadores de las multinacionales como la Vinyls de Porto Marghera; protestan los inmigrantes. Todos -estudiantes, trabajadores e inmigrantes- se suben a las grúas o a los tejados. Lo explicaba bien Antonio Scurati: antaño uno se subía a las torres para que ver mejor; hoy lo hacen para que se les vea. Estos trabajadores, decía Susanna Camusso, Secretaria de la CGIL, son «la señal de un país que ya no aguanta las ilusiones y los embustes de Silvio Berlusconi. Ya no se puede contar una historia distinta de la realidad». Y apuntillaba: «El gobierno está acabado. Nos lo dicen los estudiantes y los trabajadores.»

Después de haber ocupado los días pasados el Coliseo de Roma, la Torre de Pisa, la Mole Antoneliana de Turín, San Antonio de Padua o el puerto de Palermo, los universitarios ocuparon ayer Ponte Vecchio y la cúpula de Brunelleschi del Duomo en Florencia como protesta contra el decreto ley que supone un paso más hacia la privatización de la universidad.

También ayer uno de los inmigrantes que se subió a la torre de una fábrica en Milán para protestar contra un gobierno que les ha estafado al hacerles pagar 500 euros para regularizar su situación para no concedérsela después tuvo que descender por motivos de salud. Llevan 17 días arriba y nieva y llueve y hace frío, pero siguen resistiendo.

El jueves pasado varios trabajadores de la multinacional Vinyls en Porto Marghera se subieron a las chimeneas de las instalaciones.

«El futuro es de los jóvenes y del trabajo. Este es nuestro faro, nuestra manera para estar mejor», dijo Susanna Camusso al comenzar el discurso. Los precarios, trabajadores, jóvenes e inmigrantes desde las grúas, las torres y los tejados alumbran el camino al sindicato.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.