Autor del ensayo Prohibido dudar. Las diez semanas en que Ucrania cambió el mundo (2022), algunas de las últimas columnas del periodista Pacual Serrano (Valencia, 1964) pueden leerse en Venezuela News y en Globalter (otro mundo es posible); además colabora de manera regular en la publicación del PCE, Mundo Obrero, y coordina la colección a Fondo de ediciones Akal; esta editorial publicó en 2019 su libro Paren las rotativas; la siguiente entrevista tiene lugar antes de su intervención en el acto UE-OTAN. Subordinación, corrupción y guerra, organizado el 1 de diciembre en Valencia por el colectivo Malditas las Guerras.
-P: En el estudio de miedos e incertidumbres del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de noviembre de 2025, el 66,2% de los encuestados piensa que el estado español podría verse implicado en una guerra los próximos años; el 57% cree que el conflicto podría darse con Rusia, y el 42,2% con Marruecos. ¿Influyen en estas percepciones los medios de comunicación?
-R: Es evidente que influyen; no tiene sentido decir que Rusia pueda ser una amenaza para España. ¿Qué puede querer Rusia de nosotros? ¿La playa, el aceite, el vino? España no tiene nada que pueda interesar a Rusia; en todo caso, puede interesarle que le compremos energía (petróleo y gas); es decir, el mejor escenario para ambos países sería el de la paz y el comercio normalizado; y es esto, precisamente, lo que Estados Unidos y la UE están boicoteando; por ejemplo con las sanciones.
-P: ¿Se está fomentando una especie de “miedo ruso”?
-R: Una encuesta publicada en el diario El País, en abril, señalaba que, para el 78,3% de los españoles, Rusia supone un riesgo para la seguridad global; pero el de Estados Unidos se sitúa en el 70,8%; la diferencia es que, cuando se destaca el peligro estadounidense, este país es el jefe de nuestro ejército de coalición en la OTAN.
-P: El primer accionista del grupo PRISA (El País y la Cadena SER), Joseph Oughourlian, es también fundador y presidente de Amber Capital, que posee el 7,94% de la compañía española de Seguridad y Defensa, Indra. ¿Hay una colusión de intereses mediáticos y financieros para inducir a la guerra?
-R: Los mecanismos de influencia son muchos, y no sólo de la industria de armamento; también operan los fondos de inversión, las empresas aseguradoras o las energéticas; hay muchos imperativos comerciales que requieren de la carrera armamentista y que no se comercie de modo normalizado con Rusia.
-P: ¿De qué modo se está presentando a la opinión pública, española y europea, el conflicto entre Rusia y Ucrania?
-R: Es un ejemplo claro de subordinación a Ursula von der Leyen y a la Comisión Europea, en la medida que no se percibe la intención de alcanzar ninguna paz; la idea de que hay que continuar con la guerra es realmente tremenda; en la guerra de Ucrania, hay dos opciones: prolongar el conflicto hasta que uno de los dos bandos colapse; o parar, y quedarse cada uno de los combatientes en la correspondiente línea del frente; la UE no quiere asumir esta segunda opción.
-P: ¿Por qué razón?
-R: No lo entiendo. En un gobierno del Partido Demócrata, podría ser por presiones de Estados Unidos; es decir, que Biden nos quisiera llevar a la guerra; pero ahora, con Trump, que parece que opera para detener el conflicto, siempre y cuando Estados Unidos gane algo, no comprendo la intención de la UE por aumentar el gasto en armamento.
-P: ¿Qué posición están adoptando los dirigentes de la UE ante el conflicto de Ucrania?
-R: Por ejemplo, en las negociaciones del plan de paz actuales, la UE no acepta que se rechace el ingreso de Ucrania en la OTAN; tampoco una limitación máxima del ejército ucraniano a 600.000 soldados; si miras las condiciones que está poniendo Europa al plan de Trump, son claramente belicistas: no quieren acabar con la guerra.
-P: ¿Con qué consecuencias?
-R: En parte se está provocando el hundimiento de Europa; el caso paradigmático es Alemania, que se quedó sin gas por la voladura del gasoducto Nord Stream; hace poco los medios informativos publicaron que varias ciudades alemanas están reduciendo, incluso, la iluminación navideña; Alemania lleva tres años sin crecimiento económico; en definitiva, las sanciones económicas a Rusia están perjudicando a Europa, y, mientras, se le pide a Ucrania que se continúe desangrando.
-P: ¿Hay medios de comunicación que están avivando el conflicto y el rearme?
-R: Sí, totalmente; analistas en las televisiones afirman que el plan de Trump es el plan de los rusos, que está escrito por Moscú; sin embargo, este plan establece que Estados Unidos se quede con el 50% de los beneficios en la utilización de los activos rusos congelados para la reconstrucción de Ucrania; no parece que esto sea muy ruso.
-P: ¿Qué otras informaciones se ocultan?
-R: Estamos ahora comprobando toda la corrupción del gobierno de Zelenski; su jefe de gabinete y asesor, Andriy Yermak, dimitió a finales de noviembre por un caso de presuntas irregularidades en el sector energético; pese a que citamos a Ucrania como ejemplo de democracia, en este país fue prohibido el Partido Comunista antes que empezara la guerra; y después que comenzara el conflicto, se ilegalizó el Partido Socialista; además vemos cómo, en Ucrania, oficiales de reclutamiento están cazando a la gente en la calle para su movilización en el frente.
-P: ¿Se podrían destacar mecanismos de censura de la información?
-R: Un ejemplo insultante de cómo se está interviniendo es la prohibición -desde el primer día- de los medios estatales Russia Today (RT) y Sputnik en la Unión Europea; la tesis es que manipulaban la información y estaban a las órdenes de Putin; sin embargo, nunca se han dado muestras de estas presuntas falsedades.
-P: ¿De qué modo puede hacerse frente al discurso único y acrítico?
-R: En Moscú se ha constituido Globalfactchecking (GFCN), la Red Global de Verificación de Datos, con el fin de combatir la desinformación y desmentir noticias falsas; en el colectivo participan periodistas y especialistas de todo el mundo; se han producido reacciones de indignación, porque -según dicen algunos- “los rusos están manipulando”, y “los únicos que podemos decir qué es verdad y qué es mentira somos nosotros”; han manifestado su indignación Newtral, Maldita.es, la agencia estatal alemana DW o Reporteros sin Fronteras (RSF).
-P: Por último, ¿qué tratamiento mediático están recibiendo los ataques de Estados Unidos contra supuestas narcolanchas frente a las costas de Venezuela? (86 muertes desde septiembre)
-R: Es una cadena de violaciones del Derecho Internacional y crímenes contra la humanidad; desde matar a civiles embarcados en una lancha, hasta cerrar el espacio aéreo de un país o exigir a un presidente que abandone el cargo; los medios de comunicación intentan comunicarlo de un modo normalizado, como aceptando que lo mejor para evitar un derramamiento de sangre es que Nicolás Maduro renuncie; asimismo la Carta de Naciones Unidas pide suprimir estos actos de agresión.
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