Los movimientos populares demandamos que se detengan las negociaciones hasta tanto se garantice la información y decisión de nuestros pueblos. Por una integración desde los pueblos. No al libre comercio. En noviembre de 2005 la resistencia y movilización de los movimientos populares de Nuestra América logró enterrar el ALCA. Los mandatarios y pueblos latinoamericanos rechazamos […]
Los movimientos populares demandamos que se detengan las negociaciones hasta tanto se garantice la información y decisión de nuestros pueblos. Por una integración desde los pueblos. No al libre comercio.
En noviembre de 2005 la resistencia y movilización de los movimientos populares de Nuestra América logró enterrar el ALCA. Los mandatarios y pueblos latinoamericanos rechazamos las órdenes del imperio de someternos a un área de «libre comercio» en las Américas. Hoy, 8 años después, vemos con preocupación los intentos de recrear un nuevo ALCA con las negociaciones de un acuerdo comercial entre los países del MERCOSUR y la UNION EUROPEA. Frente a ello, señalamos:
Que estas negociaciones se llevan adelante de forma secreta y confidencial, sin información oficial sobre las cuestiones y propuestas en debate. Demandamos que se hagan públicas, los pueblos de nuestros países tienen derecho a conocer lo que se está negociando y discutir las consecuencias y conveniencias de este acuerdo comercial.Por ello, instamos a los gobiernos de los países del Mercosur y a las autoridades de este bloque regional a no avanzar con las negociaciones hasta tanto se garanticen los procesos democráticos de información y consulta con las organizaciones populares y el conjunto de la población.
Alertamos también que este tratado amenaza con profundizar la dependencia de la región a partir de una integración basada en la exportación de bienes primarios y la importación de productos europeos industriales de alta tecnología. Y que posiblemente tenga como consecuencia el desmantelamiento de los sistemas de protección social y laboral y la reducción de las capacidades de intervención estatal y pública en favor de los pueblos y de un proyecto de país y de región alternativo.
No permitiremos que se promocionen inversiones europeas que buscan transferir a nuestros países emprendimientos extractivistas y contaminantes, devastadores de los pueblos y la Madre Tierra, con el efecto de eludir las regulaciones ambientales existentes en su continente.
Un acuerdo así amenaza también con acentuar la subordinación de la región a los dictámenes del CIADI y los organismos financieros internacionales. Proponemos que los gobiernos del Mercosur sigan el ejemplo de la República Bolivariana de Venezuela que en 2012 se retiró de dicho organismo internacional y cuestionó su legitimidad como árbitro «imparcial» global en temas comerciales.
Consideramos que la integración que necesitan nuestros pueblos debe basarse en la solidaridad, la justicia y la reciprocidad y no en el «libre comercio». Nos convocamos a ampliar este debate y organización para demandar:
• Detención de las negociaciones para garantizar la inmediata y amplia información sobre los contenidos del acuerdo. Convocatoria a un debate público y democrático sobre las consecuencias económicas, sociales, ambientales y culturales de dichas negociaciones.
• No al libre comercio y a la subordinación a los organismos financieros internacionales y el capital trasnacional.
• Sí a la integración de los pueblos basada en los principios de igualdad, solidaridad, reciprocidad, complementariedad y defensa de la Madre Tierra. Por la defensa de nuestros bienes comunes sociales, naturales y de nuestros territorios. En defensa de las soberanías populares y de la soberanía alimentaria de los pueblos nuestroamericanos.