M.H.: Hubo elecciones legislativas en Perú, y un nuevo Congreso con 10 partidos. El partido que más votos sacó, Acción Popular, obtuvo 11.8%. R.N.: El problema central es que estas elecciones han sido convocadas por el Presidente Martín Vizcarra para cumplir el mandato del Congreso anterior que fue suprimido en septiembre pasado por mandato constitucional, […]
M.H.: Hubo elecciones legislativas en Perú, y un nuevo Congreso con 10 partidos. El partido que más votos sacó, Acción Popular, obtuvo 11.8%.
R.N.: El problema central es que estas elecciones han sido convocadas por el Presidente Martín Vizcarra para cumplir el mandato del Congreso anterior que fue suprimido en septiembre pasado por mandato constitucional, y donde el Fujimorismo era mayoría, tenía 73 de las 130 bancas.
M.H.: Ahora le quedaron 20.
R.N.: Sí. Se han producido las elecciones que van a completarse en un año y medio y en 2021 serán las nacionales donde terminará este Congreso y se nombrará a otro en las elecciones generales.
La novedad de esto es el desprecio popular, la apatía, ha habido un largo proceso de corrupción en el país en el que están involucrados 4 Presidentes, el militarismo, la Justicia, una realidad política tan específica que es difícil compararla con otra. Y la sorpresa de esta votación es que fue elegido como el candidato más votado, el General Daniel Urresti, que es un ex represor procesado por el asesinato de un periodista y de campesinos en una especie de guerra civil con Sendero Luminoso y que tiene condena pendiente. Fue ministro del Exterior del gobierno de Ollanta Humala entre 2011 y 2016.
Como segunda fuerza una secta evangélica, ultraconservadora, desconocida, el FREPAP. Una cosa inaudita. Como tercera fuerza un partido radical xenófobo que promete la pena de muerte ligado al ex militar, Antauro Humala, que está preso porque intentó una especie de simulacro de rebelión contra el gobierno de Alejandro Toledo. Y aunque está encarcelado hasta este momento, promete la represión a los inmigrantes, entre otras medidas xenófobas.
La gran novedad es la desaparición real del APRA que no ha tenido votación y ha quedado fuera del 5% de base. Y el Fujimorismo que de 73 bancas termina con 20 y esto es muy importante porque toda la controversia del Presidente actual, Martín Vizcarra, era un Parlamento hostil con una mayoría fujimorista imponiendo a su modo corrupto, una política salvaje de obstrucción y apoyo total a todo lo que significaba violación a los Derechos Humanos y la corrupción en el país.
Por estos datos podemos sacar una serie de conclusiones importantes. Esto expresa la realidad del país, Perú ha sido por todos los apologistas del sistema, citado como Chile, como un ejemplo de liberalismo triunfante, porque crecía a tasas de 3, 4 o 5% estables, casi como Bolivia, porque le sobraban dólares, porque las estadísticas lo daban como un país estable. Chile y Perú eran presentados como modelo del triunfo del neoliberalismo exitoso en América Latina. Pero así como se ha derrumbado el mito del neoliberalismo en Chile, en Perú, en cierta forma, estos resultados también expresan ese derrumbe.
En Perú ya no existen partidos nacionales tradicionales, el APRA que tiene 100 años desde su fundación, Acción Popular, con más de 50 años, el partido Conservador PPC que han desaparecido de escena y han sido reemplazados por personalidades regionales y provinciales desconocidas. Es el resultado de un sistema político corrupto, de un sistema de corrupción generalizada, donde no hay autoridad central, donde el regionalismo se impone a través de métodos perversos y donde el caudillo regional es el que puede imponer por su poder local las condiciones particulares.
Estas elecciones expresan esa realidad, la desaparición de los partidos. Porque aunque Acción Popular haya salido primero, es una federación de personalidades menores, es un partido que pactó con el fujimorismo y no tiene personalidad política ni los antecedentes con los que nació los 50 como un partido reformista. De tal manera que la consecuencia es que 4 ex presidentes están encausados por corrupción y Odebretch lleva más lejos, porque ellos no solo fueron corruptos sino que han sido parte de un sistema degenerativo político que en la época de Fujimori, EE UU y los defensores del liberalismo presentaron como modelo, junto con Menem, lo que llamaban «la democracia protegida» que en el caso de Fujimori fue una dictadura.
Toda la descomposición que se ha venido dando en el país tiene que ver con todos estos aspectos. Perú es un país que vive de la minería, el 80% de los ingresos vienen de ahí, hay dólares en exceso en Perú, no solo por la minería que hasta ahora tiene buenos precios, sino porque en Perú es tolerada la incorporación del narcotráfico al tráfico de dinero, de tal manera que entre un 20 y un 30% de los dólares que circulan son del narcotráfico con permiso del gobierno. Uno de los factores por los que en Perú hay exceso de dólares es por el narcotráfico, tolerado por el gobierno de forma intencionada.
Otra punta para comprender el grado de degradación es esta secta israelita que aparece ahora como tercera fuerza del Congreso. La secta evangélica ultraconservadora FREPAP tiene un impulsor que dice que los homosexuales tienen el mal enquistado en su corazón y su sangre pero que van a tener la oportunidad de conocer el decálogo universal y mediante eso van a entrar en la moral. «Nuestro señor Dios, Israel creó al hombre y a la mujer, promoveremos en los colegios la educación con moral». Estas han sido las declaraciones del congresista más importante de esta secta que ha aparecido por primera vez como una novedad, ya no como en Brasil donde tienen un poder particular, sino como una secta particular en Perú para sorpresa de todo el mundo. Porque esta descentralización, esta pérdida del poder central, del orden que podían imponer los partidos aunque fueran degenerados, ha desaparecido.
La descentralización ha permitido que esta secta, que se llama Israelita, que era desconocida logre la tercera posición. Y otros como el candidato del hermano de Ollanta Humala que predica la persecución de los extranjeros, de los homosexuales y la pena de muerte para todos aquellos que infrinjan el poder del país. Estamos ante una xenofobia que ya no tiene nada que ver con la democracia liberal, con las formas liberales, estamos entre un resultado electoral que expresa toda una realidad degenerativa en todos los aspectos del país, porque si 4 presidentes y la hija de uno están acusados no solo por Odebretch como corruptos, Alan García se pegó un tiro antes de ir a la cárcel y Fujimori está preso no solo por ladrón sino por violador de los DD HH, es la expresión más suprema.
Si ellos son corruptos, corrompieron a las FF AA, la justicia en la población está encausada en un 80% de la población por el grado degenerativo que tiene y todos los estamentos de las estructuras del poder están tomados, acusados y denunciados por lo que llamo esa especie de rebelión ciudadana que le permitió a Vizcarra que era un provinciano, gobierne ahora reemplazando a Kuczynski que está preso también por corrupto.
La realidad del Perú expresada en este resultado electoral particular está demostrando hasta qué grado puede llegar la degeneración de un país tomado por grupos oligárquicos, por un club de bandidos oligárquicos, por un bloque político reaccionario y ultraliberal y conservador en medio de un país con un 40% de marginalidad que está en las estadísticas y con una realidad de un 15/20% que vive más o menos de acuerdo a los cánones del usufructo del poder económico liberal.
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